Barbecho para Piqué, a quien Xavi ha regalado una vida extra

BarcelonaLa ilusión por volver a ver un Barça ganador se desmenuzó cuando el adiós de Lionel Messi acabó de sumir al Camp Nou en la oscuridad más absoluta. Se marchaba el mejor jugador de la historia azulgrana, el hombre que había tapado las vergüenzas de una entidad que se hundía desde hacía tiempo. El inicio de temporada con Ronald Koeman demostró que el proyecto estaba en punto muerto, atrapado todavía en la cicatriz de la dolorosa marcha del 10 argentino. Había que cambiar el rumbo de un equipo amodorrado que vagaba por la media tabla y no era capaz de competir en Europa.

La apuesta fue Xavi Hernández, que dejó claro desde el primer día que la reconstrucción pasaba por los jugadores que habían aparecido en las fotografías de las grandes derrotas en la Champions: Jordi Alba, Sergio Busquets o Marc-André ter Stegen. Han sido los responsables de subir el nivel del equipo. Sin embargo, por encima de todos se erige Gerard Piqué. El central ha mejorado prácticamente todos los registros que tenía con Koeman. Sin ir más lejos, en marzo el Barça solo encajó tres goles. Sin embargo, este domingo no podrá liderar la defensa contra el Levante (21 h, Movistar LaLiga), por la lesión que sufrió en el partido contra el Eintracht de Frankfurt.

Será un paréntesis breve, confían tanto en los despachos como en el vestuario, y más después de saber el resultado de las pruebas a las que ha sido sometido este viernes, que han detectado una tendinopatía del aductor largo del muslo izquierdo. De hecho, ya hacía días que el central arrastraba molestias. Fuentes de la Ciudad Deportiva confirman que el primer pronóstico es leve: "No parece gran cosa". Desde el vestuario sostienen que esta lesión también servirá para dar "un poco de descanso" a Piqué. La intención inicial es que no viaje al campo del Levante y que tampoco juegue de entrada en el duelo de la Europa League del próximo jueves. Más adelante, ya se verá.

"No le podemos fallar a Xavi", dijo Piqué pocos días después de que el de Terrassa aterrizara desde Qatar. El entrenador y su staff sufrían por el nivel del barcelonés y tenían dudas sobre sí serían capaces de convencerlo para que se implicara desde cero en su proyecto. Pero él cumplió su promesa, se ha puesto el mono de trabajo y les ha dado una lección de profesionalidad. Hasta ahora, había participado en todos los compromisos en los que ha estado disponible. Ha pasado de ser un central, en conjunción con el equipo, en declive, a un marcador imperial. La estadística lo define como uno de los mejores de Europa. En los últimos meses, el Barça ha crecido desde detrás. En parte, gracias a la complementaria pareja de centrales titulares, Ronald Araujo y Piqué, de los que las fortalezas de uno mejoran las debilidades del otro.

Los números de Piqué con la pelota en los pies explican, por un lado, la voluntad del Barça de ser el protagonista y, por el otro, que los recorridos de la construcción del juego están definidos. No hay ningún pase entregado al azar. La salida de pelota es uno de los aspectos que más ha trabajado Xavi. Insiste a los centrales en que tienen que "dividir" –forzar dos contra uno en conducción– y los empuja a ser atrevidos en los pases directos al punta para superar la presión oponente. Además, jugando con los extremos muy enganchados en la línea de banda, la propuesta azulgrana también motiva a los marcadores a atreverse a hacer pasadas en diagonal, donde los atacantes reciben con ventaja y pueden encarar. La acción se repite con asiduidad en dirección a Dembélé, el futbolista más desequilibrante del equipo. Piqué ha respondido en consonancia al nuevo planteamiento colectivo: hace dos pases más por partido hacia la zona de ataque y es más vertical con la pelota. Los datos dicen que es más protagonista que Araujo, pero menos que Eric Garcia.

Araujo mejora a Piqué

Pocos centrales han sido, históricamente, más fiables dentro del área que Piqué. A pesar de esto, el paso de los años para el central y la poca rigidez de Koeman a la hora de mantener la altura defensiva provocaron que Piqué encontrara la comodidad defendiendo cada vez más cerca de Ter Stegen. Con el neerlandés en el banquillo, el equipo plantaba la línea defensiva en campo contrario, pero retrocedía con mucha facilidad. Para Xavi, en cambio, la presión alta es innegociable: ha frenado la evolución natural de Piqué y la tendencia efervescente del equipo a la hora de intentar robar la pelota. Ahora el Barça es el equipo del continente que más ahoga la salida del rival. En este sentido, el dominio físico de Araujo ha conducido a Piqué a defender hacia adelante en lugar de recular en dirección a Ter Stegen. El uruguayo, que firmará por tres temporadas más, es el central más fiable del equipo. Además, Xavi lo ha situado más de una vez como lateral. Lo hizo en el clásico para controlar a Vinícius. El brasileño, que es el futbolista que más prueba de regatear de Europa, solo consiguió deshacerse de él en una ocasión.

La mejora estadística de Piqué en defensa es el reflejo de la propuesta de Xavi: ha mejorado todas las cifras que tenía con Koeman. El progreso del Barça con la posesión ha provocado que el equipo pierda la pelota en zonas en las que es complicado que el rival pueda generar peligro en el contraataque. En otras palabras, estar muy situado cuando se tiene la bola disminuye el riesgo de la pérdida. Así se explica, por ejemplo, que Piqué haya pasado de ser uno de los peores centrales en juego aéreo y robando la pelota a estar en lo alto de los rankings estadísticos. Habla bien del central y todavía mejor de cómo está siendo la aplicación del manual de Xavi.

A pesar de este gran rendimiento, en la dirección deportiva del Barça todavía no tienen claro al 100% si Piqué continuará la próxima temporada, hasta acabar su contrato en 2024. De lo que decida hacer –y sobre todo perdonar– dependerá el cálculo del fair play financiero. Sin embargo, de momento Xavi ha regalado una vida extra a Piqué y el central ha respondido mostrando su mejor versión de los últimos años.