Apuntes en caliente

Ya puedes vender la casa a trozos, que...: los apuntes en caliente del Barça-Rayo

El Rayo Vallecano sobrevive en el Camp Nou gracias a la expresión colectiva, que el Barça tiene que mejorar

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Ousmane Dembélé lamentando una ocasión fallada contra el Rayo Vallecano.

BarcelonaEmpate decepcionante del Barça en el estreno oficial de Lewandowski y compañía en la Liga. El Rayo Vallecano se llevó merecidamente un punto del Camp Nou en una noche en la que Busquets acabó expulsado. A continuación, los apuntes en caliente (y nunca mejor dicho, porque qué calor en el estadio) del duelo.

Ya puedes vender la casa a trozos. "Todo cuesta mucho", decía Pep Guardiola cuando su Barça atropellaba a oponentes. Y tenía razón. Porque en el césped los presupuestos se igualan si los rivales, por pequeños que sean, están bien trabajados. Este es el caso del Rayo Vallecano de Andoni Iraola, el único conjunto que sumó dos victorias el curso pasado contra el equipo azulgrana. La propuesta madrileña, continuista, cortó las alas del nuevo (y reforzado) Barça, que todavía tiene las piezas por montar. Ya puedes vender la casa a trozos para comprar buenos jugadores que llenen la grada de ilusión, que si el colectivo no late con sincronía todo cuesta algo más de lo que ya suele costar.

Ha vuelto la mano de hierro. Araujo, otra vez lateral derecho, ejemplifica este desequilibrio entre el aspecto grupal y el individual. El uruguayo, humilde y profesional, es una bestia a la hora de corregir en defensa gracias a un físico privilegiado, pero tiene lagunas posicionales que lo lastran de vez en cuando. En una de ellas, en el añadido de la primera parte, Álvaro García lo retrató en el espacio y lo dejó sentado antes de intentar batir a Ter Stegen, que respondió en el uno contra uno con la mano firme. Que el alemán salve puntos con paradas, ya en la primera jornada, es una gran noticia. Que el Rayo estuviera más cerca que el Barça de mover el marcador, no tanto. Porque Ter Stegen también evitó el 0-1 sobre el silbato final.

Revulsivo de camino al once. El Barça corrió para inscribir a Raphinha para que debutara y el brasileño no estuvo fino en su estreno oficial. Titular por la banda derecha, desplegó un fútbol más efectista que efectivo. En consecuencia, Xavi lo sustituyó en la segunda parte por Ansu Fati. A partir de este momento, el partido pidió a Dimitrievski más cosas además de pérdidas de tiempo. El portero del Rayo respondió con una gran parada a un chut del hispanoguineano, que también se estrenó como lanzador de faltas. Ansu lleva el 10, es pura dinamita y está muy motivado por la competencia que tiene cerca. Si las lesiones por fin lo quieren respetar, los revulsivos serán Raphinha y Dembélé, no él.

Un elemento distorsionador. Frenkie de Jong se ha convertido en un motivo de debate. Así lo ha querido el mismo Barça, que lleva meses sin esconder su intención de deshacerse del neerlandés para ganar fair play financiero y rebajar la masa salarial. El club no ha tenido problema en negociar un traspaso a las espaldas del jugador, y tampoco se ha cortado a la hora de transmitir a la prensa que su contrato era demasiado alto e indiciariamente fraudulento. Ha empezado la Liga, De Jong resiste y la gente, claro, se hace oír. Hay quién cree que se está siendo injusto con el centrocampista y opta por aplaudirlo. Y hay quien descarga contra él, con silbatos e insultos, la infamia económica de la era Bartomeu. Sea como fuere, conviene que la carpeta se cierre de una vez.

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