Análisis

¿Por qué el centro del Barça debe ser de la casa?

Marc Bernal y Marc Casadó son dos de los nombres propios de la gira del conjunto azulgrana en tierras americanas

Marc Mayola
3 min
Marc Bernal pugnante con Dani Ceballos durante el Madrid-Barça de pretemporada.

BarcelonaUn debate repetitivo sobre el Barça tiene que ver con el sistema: 4-3-3, 4-2-3-1, 4-4-2, etc. Como estamos hablando de fútbol, ​​y no de futbolín, el tema no tiene mucha importancia. Los jugadores se mueven y se relacionan entre ellos, con la pelota y en función de los retos que propone el rival. El fútbol no se puede dividir por fases, a diferencia de otras muchas disciplinas deportivas, y, por tanto, los esquemas van fluctuando y acaban convirtiéndose, si lo desea, en estructuras. Es importante el orden, ocupar de forma racional los espacios y que cada uno entienda su rol. El del medio centro, en el Barça, parece claro que está destinado a alguien de la casa.

El Barça lleva tiempo buscando uno y en los últimos años han sonado nombres como los de Kimmich o Zubimendi, pero resulta que en esta gira del conjunto azulgrana en Estados Unidos están brillando con fuerza dos jugadores que pueden actuar en esta demarcación : Marc Bernal y Marc Casadó.

Alguien dirá que son un doble pivote y otros verán un medio centro y un interior. Podríamos resolver que, en la zona de medios, Hansi Flick prevé un medio centro más posicional, otro con licencia para ganar metros y hacer de interior y un tercer futbolista, de entrada Pablo Torre, que hace de mediapunta o de diez. En el caso de Marc Bernal y Marc Casadó, ellos se reparten la base del centro del campo. A Bernal se le ve más a menudo como medio centro, incluso cayendo entre los centrales para ayudar en la salida de pelota. Casadó está exhibiendo un extraordinario don de la ubicación para situarse en la espalda o junto a la línea de medios del rival y, de esta forma, ofrecer un pase que permita al equipo progresar.

Si alguna vez podemos fotografiarlos como doble pivote, enseguida se encargan de deshacer cualquier rigidez posicional. Esto se produciría si estuvieran colocados en paralelo, por lo que anularían una línea de pase y, sin balón, en caso de ser superados, el Barça perdería toda una línea defensiva. Bernal y Casadó se reparten las alturas con una armonía propia de quien se conoce bien y conoce perfectamente el juego del Barça de toda la vida (o al menos desde la llegada de Cruyff como entrenador, aunque varios entrenadores se han alejado de esa idea).

El centrocampista que se acerca al compañero y retiene el balón

Así pues, Bernal y Casadó parecen entender del todo cómo debe jugar un medio centro del Barça. Tienen algunas virtudes en común: buena orientación corporal para recibir y hacer el control, agilidad mental para combinar y hacer el pase dentro, razonamiento táctico para ver cuándo es necesario acercarse al compañero para ayudar en la salida y cuándo hay que alejarse para hacer de fijador del rival o de receptor de pase, etc. El Barça tiene algún centrocampista, uno en concreto, que se acerca al compañero por defecto y que, después, aguanta el balón tanto rato que al final casi nunca ocurre nada. Seguro que lo adivina.

Sólo es pretemporada y para jugar en la élite necesitas constancia y regularidad, pero los Marcos están haciendo méritos para formar parte de los planes de Hansi Flick y tener su oportunidad en partidos oficiales. Ojalá puedan tener continuidad para demostrar su valía.

Sea como fuere, una vez más queda claro que La Masia es el tesoro del Barça. Si nos referimos específicamente a la posición del medio centro, ya es curioso que tenga una nomenclatura propia en clave azulgrana: cuatro. En Argentina, por ejemplo, el medio centro es el cinco y en Alemania, en la escuela de Hansi Flick, es el seis o el doppelsechs (doble seis) cuando los equipos juegan con dos medio centros. Bernal y Casadó pueden serlo perfectamente en el Barça.

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