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La decadencia de las oficinas internacionales del Barça

Desde el club se explica que no están cumpliendo las expectativas, sobre todo la de Nueva York

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Las oficinas del Barça en Nueva York.

BarcelonaLas dos oficinas internacionales del Barça, Hong Kong y Nueva York, pasan por uno de sus peores momentos mientras están a la espera de que la junta directiva de Joan Laporta decida qué hace. Puede reanimarlas o bien dejarlas morir y reemplazarlas por los Barça Experience Centers, una de las iniciativas más publicitadas del actual presidente durante la campaña electoral. Laporta proyectó un edificio del club en las mejores esquinas de las principales capitales mundiales. “Habría zonas de restauración, museos virtuales y merchandising, sería una cosa pionera al mundo”, explicó Álex Barbany, hoy director de ingresos azulgrana, durante un acto de campaña. Allí también vaticinó que construir estas embajadas costaría unos cinco millones de euros.

Desde el club se asegura que por ahora no hay ninguna novedad. De hecho, las oficinas de Nueva York y Hong Kong, que funcionan como sociedades independientes, siguen operativas después de haber estado casi medio año sin que nadie las liderara. Xavier O’Callaghan dejó la dirección de Nueva York para gestionar la sección de balonmano con la llegada de Laporta, mientras que Jordi Camps, que dimitió del cargo de director comercial del Barça, fue el último responsable en Hong Kong. El 1 de diciembre llegará a Hong Kong Bryan Bachner, uno de los socios de Laporta en el Reus Deportiu. Mientras tanto, en Nueva York sigue el vacío de poder, a pesar de que se ha hablado con algunos candidatos.

FC Barcelona Hong Kong Limited acumula 850.000 euros de patrimonio neto negativo, a pesar de que el curso 2020-2021 tuvo unas ganancias de 341.000 euros. Peores son los números de Nueva York. FCB North America LCC vive con 6,5 millones de patrimonio neto negativo y en el ejercicio pasado tuvo pérdidas por valor de 178.000 euros (el anterior habían sido de 856.000 euros). “En 2012 el club estaba ingresando cero euros de partners en la región Asia-Pacífico. En 2020, en cambio, ya aportaba 75 millones de euros anuales. Si no estás es imposible que cierres estas ofertas porque son muy locales”, explica al ARA Xavier Asensi, que lideró la oficina de Hong Kong hasta el 2018. “Si este dinero lo ingresara la misma oficina los números serían la repera, pero los cobra la oficina de Barcelona. Así, Hong Kong y Nueva York siempre serán deficitarias”, añade. “Para aguantar económicamente el día a día la oficina cobra un 10% de los acuerdos. Así la vas retroalimentando”, sigue explicando el actual director de negocios del Inter de Miami.

Foto de familia del día en el que se inauguró la oficina del Barça en Nueva York, en 2016.

El fracaso de la aventura en Nueva York

La oficina de Nueva York, apuntan fuentes del club, “sobrevive con respiración asistida y está en peor situación que la de Hong Kong”, que abrió en 2013 y empezó con un 90% del negocio por la zona hecho desde Catalunya. El proyecto de Nueva York, nacido después de los primeros años de buenas experiencias en Hong Kong, se inauguró en septiembre del 2016 con la compañía de un Empire State iluminado de azulgrana. Muchas de las fuentes consultadas coinciden en que la inversión que hizo el Barça para montarla fue demasiado alta y que Miami o México habrían sido lugares mejores. Otros, en cambio, aseguran que hay que estar en Nueva York porque es donde están las grandes corporaciones.

En sus inicios, el director de la oficina fue Arnold Trabessinger, un austríaco que trabajadores, extrabajadores y fuentes sindicales aseguran que desconocía el funcionamiento del club azulgrana y el mercado de los deportes en Estados Unidos. Aun así, tenía un buen currículum. Una vez la oficina estuvo en marcha hubo enfrentamientos entre algunos de los empleados (que dificultaron el trabajo de Trabessinger, según varias fuentes), con denuncias a compliance incluidas, que comportaron que se interviniera desde Barcelona. Hubo despidos y bajas voluntarias.

“Con Nueva York tenemos que ser sinceros. No encontramos la estrategia ni las personas adecuadas para hacerlo como es debido”, explica al ARA Manel Arroyo, vicepresidente responsable del área de marketing y comunicación del Barça hasta julio del 2018. “Desde Barcelona previamente se había hecho un buen trabajo con Estados Unidos porque habíamos conseguido varios patrocinadores. Con esta experiencia y con lo que estaba pasando en Asia se pensó que en Nueva York podríamos replicarlo. Pero en el mercado americano tienes la competencia de todas las grandes ligas y esto hizo muy difícil encontrar el equipo de trabajo que hacía falta”, añade.

El Barça Experience de Haikou (China).

El Barça no entusiasma en Haikou

La gran piedra al zapato de la oficina de Hong Kong es la joint venture con Mission Hills Group para el Barça Experience de Haikou (China), inaugurado en noviembre del 2018. Está ubicado en la isla de Hainan y la entidad azulgrana invirtió 4 millones (el 50% de lo que costaron las instalaciones) para construir un museo interactivo de 4.000 metros cuadrados y una gran tienda. Además, fundó una Barça Academy con seis campos de fútbol. “Se creó un plan de negocio (hecho por PriceWaterhouseCoopers) muy enfocado al turismo y todo lo que se preveía no ha sucedido”, dice una persona que tuvo un alto cargo a la oficina de Hong Kong. “Se ubicó en el norte de la isla, donde hay un turismo de clase alta que juega al golf, cuando el turismo de masas está en el sur”, apunta una segunda fuente, hoy en el club. A pesar de las pérdidas que el Barça Experience de Haikou supone hoy en día (al ejercicio 2020-2021 perdió 944.000 euros y, en el anterior, 1,3 millones, a pesar de que acumula un patrimonio neto positivo de 770.000 euros), en el Barça se calcula que supondría más gasto el proceso de cerrarlo. 

“El único lugar de China que tiene playa a la que los chinos pueden ir sin visado es Hainan. Pero el proyecto no acabó de arrancar, no tenía gancho, no se cumplieron las expectativas y, además, llegó el coronavirus y el museo tuvo que cerrar porque nadie viajaba”, admite Asensi. La previsión inicial del Barça, que se queda con un 15% de los ingresos de la joint venture y el 50% de todos los beneficios netos del Barça Experience de Haikou, era conseguir 100 millones de ingresos durante el periodo de 10 años marcado en el contrato, que finaliza en 2027 (con la opción de ampliarlo a 10 años más). Una utopía que no se cumplirá.

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