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Ya falta menos para que el Barça vuelva a ser un club "normal"

La Liga bendice el trabajo de Laporta y prevé que pueda fichar sin restricciones el próximo verano

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Dani Olmo en un entrenamiento del primer equipo del FC Barcelona

BarcelonaEn la primavera del 2021, cuando Joan Laporta recuperó la presidencia del Barça, una de las primeras decisiones que tomó fue la de reformular las cuentas que había heredado de Bartomeu. Asesorado por Ferran Reverter, entonces CEO del club, y Eduard Romeu, vicepresidente económico, optó por cerrar un primer año con muchísimas pérdidas. Devaluó a jugadores y aprovisionó dinero por litigios pendientes, entre otros. El movimiento derivó en 481 millones en rojo, y pretendía cargar toda la parte negativa en ese primer año de mandato. A partir de ahí, se quería empezar de cero. Pero lo que no sabía Laporta es que esa decisión, lógica en el ámbito empresarial, suponía un disparo en el pie deportivamente. Desde entonces, ya pesar de activar palancas y realizar un recorte drástico de gastos, el club ha tenido problemas con el fair play financiero.

Siete mercados de fichajes después, el Barça ha estado a punto de volver a la normalidad este verano. Hace un año, la entidad se comprometió con la Liga a aplicar un plan de viabilidad que implicaba una drástica reducción del gasto. El club ha hecho los deberes en esta materia y en la patronal, cómo avanzaba el ARA antes del verano, han valorado muy positivamente los esfuerzos. Pero aparte de recortar también era necesario facturar mucho, y algunos ingresos se han quedado por el camino. Por ejemplo, el dinero impagado de Libero, uno de los socios que compraron acciones de Barça Vision. La entidad, pues, sigue "excedida", aunque cada vez está más cerca de dejar de estar. "Ha evolucionado bien, está más cerca de la norma 1:1, ha aumentado ingresos y ha reducido demasiado salarial. Ha hecho un buen trabajo", decía Javier Tebas, presidente de la Liga en la presentación de los límites salariales. Mientras el invierno del 2022 llegó a tener un límite de -144,35 millones, el pasado año ya había pasado a los 204 positivos y esta vez se ha situado en 426. Es el segundo club en el ranking, sólo por detrás del Real Madrid (755).

Laporta podría adelantar las elecciones si el rumbo deportivo del Barça fuese positivo.

El contrato con Nike pudo secar de golpe la diferencia y permitir que el Barça pudiera fichar con normalidad. Pero no acabó firmando, como explicó en su día Laporta. Dado que las negociaciones iban por largo, el club exploró con la Liga la posibilidad de ampliar el margen salarial presentando un preacuerdo, pero la patronal no lo aceptó, alegando que sólo tenían validez los documentos firmados. Tampoco llegó la venta sonada imaginada en las oficinas del club –Ansu, De Jong y Araujo, los candidatos mejor posicionados, se lesionaron–. Gündogan acabó traspasándose a coste cero al City, con el único objetivo de ahorrarse su sueldo. Y en cuanto a los ingresos se recaudaron únicamente unos 40 millones por las ventas de Faye, Julián Araujo, Chadi Riad, Guiu y Pedrola.

El caso de Aramark, un contrato que la Liga validó a medias

En cambio, sí llegaron 25 millones provenientes de Aramark, la empresa de catering y restauración que entró en el accionariado de Barça Vision, aunque, de ese dinero, sólo 15 millones se pudieron utilizar para aumentar el límite salarial. En la patronal no han querido entrar en detalles, pero han aclarado que las razones son técnicas, porque no se ajustaban del todo a la normativa, así que el club ha tenido que revisar de nuevo la letra pequeña del fair play y ha encontrado algunas rendijas para poder aumentar su capacidad para reforzarse. Aparte de Dani Olmo y Pau Víctor, inscritos hasta enero aprovechando la baja de larga duración de Ronald Araujo y Andreas Christensen, ha aumentado el margen gracias a cobrar una deuda pendiente con uno de los patrocinadores del club. También se ha acogido al artículo que permite descontar parte de las pérdidas de taquilla derivadas de la reforma del estadio. Con ello, la capacidad de fichar aumentó en 72 millones este verano y pasó de los 354 que tenía en junio a los 426 con los que cerró el verano.

"Lo dijo el presidente Laporta. El club pudo llegar a la normalidad firmando algún contrato pero ha preferido mirar al futuro", destacaba Javier Gómez, director general corporativo de la Liga, el hombre que vela por el cumplimiento del límite salarial. En la patronal no hay demasiadas dudas de que el club volverá el próximo verano, una vez la entidad haya regresado al Camp Nou y haya firmado el famoso acuerdo de patrocinio con Nike. "Cuando llegue y pueda fichar con normalidad, el gasto supondrá un efecto dominó. Porque cuando el Barça o cualquier club compra, lo que vende gasta el dinero reforzándose, y así sucesivamente. Es bueno para todos", añadía.

Pero esto será en verano. Antes, el Barça aún tendrá que superar un último escollo: buscar ingresos extras –o alguna venta– para que Dani Olmo y Pau Víctor puedan seguir jugando más allá de Nadal.

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