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Palabras vacías, improvisación constante y un gran fichaje: el mercado del Barça

El discurso cambiante evidencia una falta de planificación: se celebra la llegada de Olmo, pero se ha tenido que echar a Gündogan

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Dani Olmo, el día del Gamper

BarcelonaAparte de la incorporación de Dani Olmo, que ya evidenció su talento siendo clave en la remontada en Vallecas, desde los despachos nobles de la entidad presidida por Joan Laporta se esparce el mensaje de que "el fichaje es Hansi Flick". Con sólo unos pocos partidos, el entrenador alemán ha podido coser algunas de las costuras del Barça y le ha dotado de un carácter necesario para llevarse los tres puntos en los primeros tres enfrentamientos de Liga. Si bien es cierto que a Flick le hubiera gustado reforzar más la plantilla, el preparador acepta la consigna de no discutir y, sobre todo, de no airear en sus comparecencias las carencias y golpes de timón constantes en una planificación deportiva deficiente.

El propio Flick aterrizó en el banquillo tras un volantazo del presidente Laporta, que le fichó solo un mes después de haber ratificado a Xavi Hernández. Al alemán se le tanteó en enero, cuando el terrassense dijo que no continuaría una vez terminado el curso, después se le dijo que Xavi seguiría y, finalmente, se le contrató a él. Flick llegó acatando unas directrices que el anterior entrenador discutió al presidente y que le costaron el cargo. "He firmado para ser el entrenador aquí y sé lo que tenemos. Yo estoy contento con el equipo", volvió a decir el alemán, esta vez en la comparecencia de prensa previa al duelo ante el Valladolid de este sábado ( 17 h, Movistar LaLiga).

No haber perdido aún en ningún partido oficial le ha hecho ganar tiempo para trabajar con calma. La última petición, de mínimos, del entrenador era no perder más efectivos de una plantilla en la que la grave lesión de Marc Bernal ha cerrado sus puertas a la salida de Eric Garcia, que quería volver al Girona y sólo faltaba entendimiento entre clubs para un traspaso que habría rondado los 10 millones de euros. Una de las grandes peticiones de Xavi era reforzar el mediocentro, pero Flick afirmó que tendrán que suplir la ausencia de Bernal con lo que "hay en la plantilla".

Entre Eric Garcia –ya recuperado de la sospechosa fascitis plantar que le dejó fuera de la convocatoria ante el Rayo– y Marc Casadó tendrán que ocupar esa posición, a la espera de Frenkie de Jong. El neerlandés está lesionado en el tobillo desde hace meses y está siguiendo un tratamiento conservador. Todavía no existe una fecha clara para su regreso. El jueves el Barça tanteó la cesión de Stefan Bajcetic, mediocentro de 19 años en propiedad del Liverpool y que no entraba en los planes de Arne Slot, el técnico sustituto de Jürgen Klopp. Finalmente, este talento de origen serbio formado en el fútbol base del Celta de Vigo, ha recalado en el RB Salzburgo.

Deco no es el único culpable del mercado de fichajes

El principal problema del Barça para cristalizar operaciones ha sido que sigue excedido en el fair play y esto le impide registrar futbolistas con normalidad. Olmo, la única gran incorporación, tuvo que ver los dos primeros partidos de Liga desde el banquillo y, de momento, sólo está inscrito hasta el 31 de enero, aprovechando el vacío que deja Christensen, lesionado en el tendón de Aquiles las. El club hizo llegar a la Liga un informe médico conforme su baja podría extenderse hasta los cuatro meses, aunque es probable que, en dos meses, el danés pueda volver a jugar. De igual modo, Iñigo Martínez pudo ser registrado también por la baja de larga duración de Araujo. Si no hubiera sido así, la junta debería haber recurrido a un aval bancario, como ya ocurrió en los dos últimos veranos.

La lesión que el central uruguayo se produjo en la Copa América sacudió los planes de la dirección deportiva, ya que la venta del defensa habría solucionado muchos de los quebraderos de cabeza económicos de la entidad. No poder hacer una gran venta y un nuevo acuerdo con Nike que desde la entidad lleva meses prometiéndose pero que no llega han condicionado una planificación llena de altibajos. La prioridad era fichar a Nico Williams, operación en la que intervino directamente el presidente Laporta. La falta de garantías para inscribirlo hizo que el extremo se decidiera por continuar en Bilbao un curso más. La gestión de todo el caso ha provocado, de hecho, un estropicio entre las dos directivas. El máximo dirigente azulgrana se había alabado durante el verano que el Barça tenía suficiente músculo financiero para afrontar la operación.

La voluntad de Olmo de volver a casa una década después de abandonar el club es lo que ha permitido afrontar una operación cerrada en 55 millones de euros bisiestos. La otra fue el fichaje de Pau Víctor, a cambio de 2,7 millones. La falta de fair play, provocada por el impago de Libero en Barça Vision –la entidad tiene alrededor de unos 20 millones de euros bloqueados–, ha sido el gran acondicionado de un mercado en el que el club queda en evidencia, especialmente por tener que echar a Gündogan. De las siete caras nuevas que llegaron el curso pasado, sólo una sigue en el club: Iñigo Martínez.

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