Fútbol - Liga de Campeones

El paso adelante de Ilkay Gündogan y la gestión de las expectativas frustradas

El Barça, liderado por el ex del City en medio del campo, afronta el partido más importante del curso contra el Nápoles

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Lamine Yamal, Marcos Alonso, Ilkay Gündogan y Jules Kounde en el último entrenamiento antes de enfrentarse al Nápoles

BarcelonaHacía sólo un par de meses que vivía en Barcelona cuando Ilkay Gündogan dejó manar su frustración después de que el Real Madrid remontara el clásico de Liga. "No he venido aquí para perder ese tipo de partidos". En un club como el Barça, en el que los jugadores no suelen salir demasiado de los habituales tópicos pospartido, oír hablar así a un futbolista de la trayectoria de Gündogan provocó un pequeño cisma. Internamente se resolvió haciendo piña con el alemán y acordando que el mensaje que debía enviarse de puertas afuera era que sólo había querido expresar su frustración después de una derrota dolorosa. Gavi, con unas declaraciones más afines a su talante volcánico, también había sido cristalino en el pospartido: "No podemos estar así deempanados".

Desde entonces, Gündogan ha mantenido un perfil público más discreto, aunque su parecer a lo largo de un curso complicado sigue sintetizado, en buena parte, en lo que expresó en aquellas declaraciones. El alemán no tiene pelos en la lengua a la hora de decir si considera que el equipo ha jugado bien o no, aceptando también su responsabilidad, siendo el ejemplo más reciente una comparecencia del centrocampista, de 33 años, en el canal internacional LaLiga TV tras el empate gris en San Mamés. Gündogan verbalizó entonces que le gustaría que el equipo pudiera mostrar "más personalidad": "Era un partido que sentíamos que era importante y fue bastante decepcionante dejar escapar dos puntos". Ante el Athletic, el Barça no supo aprovechar el pinchazo del Real Madrid el día anterior en Mestalla. Xavi fue también crítico con el juego mostrado. Hoy, ante el Nápoles, se espera que el equipo muestre una cara mejor que ante los vascos y el Mallorca. "Estamos convencidos", destilan al ARA desde el vestuario.

Ilkay Gündogan y los diferentes papeles del auca

La temporada en el Barça está siendo mucho más turbulenta de lo que Gündogan esperaba cuando decidió venir a Barcelona. Tomó la decisión pese a que podía renovar con un City que había capitaneado en el triplete. Pep Guardiola insistió en renovarlo porque consideraba que mantendría su estatus de titular en la plantilla citizan, pero el alemán, aparte de los motivos personales y familiares, tenía bastante garganta que quería fichar por el Barça. Entonces tenía unas expectativas más altas, tanto del club como del proyecto deportivo azulgrana. Gündogan ya era aficionado del Barça de pequeño y aceptaba una propuesta que en verano parecía estimulante. El equipo venía de hacer una campaña en la que, de la mano de Xavi, se había arrebatado al Real Madrid la Liga. De hecho, en el vestuario del City se consideraba que con la llegada del alemán el Barça era uno de los clubs del continente que sumaba más talento a la medular para desarrollar el juego de posición.

Entre lesiones importantes (Pedri, Gavi, De Jong...) y la falta de continuidad y regularidad en el juego del equipo, Gündogan ha tenido que desempeñar varios papeles del auca en el centro del campo del Barça. La falta de confianza en Oriol Romeu le ha hecho jugar en varios tramos del curso más cerca de la base que de las posiciones de ataque. Es un lugar que si bien puede ocupar, en las últimas campañas en el City sólo había actuado para cubrir lesiones de compañeros.

Últimamente, con el nuevo papel de Christensen, Gündogan quedaba más liberado por hacer de mediapunta, porque las funciones en el pívot las asumían De Jong y el danés. Pero con el neerlandés lesionado, contra el Mallorca Gündogan ya vio que debía ampliar de nuevo su campo de acción. Es decir, sacar la pelota desde la base y también estar presente en los metros más decisivos del ataque. Gündogan tiene talento para hacerlo, y ante el conjunto isleño fue, con permiso de la acción decisiva de Lamine Yamal y de la actuación de Pau Cubarsí, el azulgrana que más rindió. Pero que pueda hacerlo no significa que sea lo mejor que rinde. Cuanto más ha brillado el alemán en las últimas temporadas en Inglaterra ha sido jugando bien acompañado y con un radio de acción mucho más acercado a las posiciones ofensivas que de salida de balón. También influye mucho en que el equipo viaje junto y que no se parta.

Con todo ello, Gündogan ha vivido fases en Barcelona en las que no se ha librado de la crítica externa. En los períodos más delicados del curso el alemán ha visto cómo se ponía en duda su estado físico y su talento. Sin embargo, en el vestuario siempre se ha confiado plenamente en él y se destaca su "alta profesionalidad". Quienes trabajan día a día con él no ponen en duda su calidad.

Pese a la irregularidad del equipo, Gündogan acumula 10 asistencias (6 en la Liga, 3 en la Champions y una en la Supercopa). Es su récord como profesional. A finales de febrero era el jugador de las cinco grandes ligas de Europa que más ocasiones había generado, con 100. "Tanto él como los demás jugadores más experimentados saben que deben dar un paso adelante. Saben lo que deben hacer", dicen en el ARA desde el vestuario antes del partido crucial contra el Nápoles.

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