El remedio militar que causa furor entre los más jóvenes del Barça

BarcelonaLa exigencia del fútbol moderno implica una preparación física, mental y nutricional de alto nivel para buscar el máximo rendimiento. Desde la última década, los clubs de élite realizan controles a sus jugadores para medirlos hasta el último gramo de grasa. Entre los principales motivos están saber qué alimentos metabolizan mejor cada uno, ya sea para alcanzar los máximos de su rendimiento o para recuperarse de una lesión, o qué ayudas les permitirán ganar un impulso a la hora de competir. En este último apartado, en el vestuario del Barça lo que más triunfa son las gominolas energéticas –fuente de glucosa– que consumen antes de los partidos o durante el descanso. Pero desde hace un par de temporadas, también existe otro suplemento que causa furor, especialmente entre los más jóvenes. Se trata de los chicles de cafeína.

Aunque hay componente de moda y efecto llamada –lo consumen o lo han consumido futbolistas de alcance mundial como Mbappé o Neymar–, también es verdad que es una ayuda para los futbolistas. "Tanto las gominolas, que pueden incluir cafeína, como los chicles de cafeína suponen un plus respecto a cómo se había utilizado tradicionalmente la cafeína, que básicamente consistía en tomar un café en ayunas antes de, por ejemplo, salir a correr o ir en bicicleta. En cambio, las gominolas o los chicles, aplicados al fútbol, ​​te los puedes tomar pocos minutos antes de un partido y al descanso La cafeína está clasificada en el podio de las evidencias de las ayudas ergogénicas la mejora del rendimiento], aunque hay que tener en cuenta que no todo el mundo metaboliza la cafeína por igual", expone al ARA María Antonia Lizarraga, médica especializada en medicina del deporte y jefe de nutrición del Barça desde 2011 hasta en 2023, cuando se desvinculó del primer equipo azulgrana para centrarse en el mundo académico y en la investigación.

¿Cuándo los futbolistas consumen los chicles de cafeína?

Los futbolistas se les toman aproximadamente 15 minutos antes del inicio de los partidos, cuando entran en el vestuario después de haber hecho el calentamiento. Antes de que suene el silbato inicial, los escupen. En el descanso, es otro momento en el que se le suele tomar, según exponen fuentes del vestuario consultadas por el ARA. Un chicle equivale a entre una o dos tazas de café. "El efecto que se busca con la cafeína (también con la glucosa) es la activación cerebral. No sólo se busca combustible para los músculos, sino que el cerebro también es un elemento importante en la fatiga. También ayuda a la concentración, siempre que sean futbolistas que toleren bien la cafeína", explica Lizarraga.

Los chicles de cafeína han aterrizado en el mundo de los deportes en los últimos años, hasta el punto de que ya los producen marcas especializadas en nutrición deportiva, y su consumo viene precedido por el uso que ya se hacía en el mundo militar . Hoy en día, incluso hay chicles de cafeína que están mezclados con mentol, que también puede producir cierto efecto de activación mental. Lizarraga explica que son ayudas para el deportista y que, mientras se tolere bien la cafeína, carecen de efectos secundarios. Eso sí, pueden afectar al descanso después del partido, pero aquí se juntan muchos más componentes, como la adrenalina de la competición y la capacidad para desconectar mentalmente.

No todos los jugadores del Barça consumen. De hecho, causa más furor entre los jóvenes: tienen menos reticencias que los veteranos a la hora de probar este tipo de productos. Entre los consumidores habituales se encuentran Lamine Yamal, Balde, Casadó, Pedri y Raphinha. Esto no impide que si un jugador en un partido determinado se nota más cansado, pueda tomarlo. Cada uno conoce lo que se le pone bien y tiene sus rutinas de activación. Gündogan, por ejemplo, prefería las bebidas energéticas. Los porteros suelen ser consumidores habituales de chicles, aunque, en el Barça, ni Ter Stegen ni Iñaki Peña lo toman. De hecho, el alemán es un gran amante del café, y prefiere consumirlo en su formato tradicional, tomándolo en un tiempo prudencial antes del calentamiento y el inicio del partido. Cada futbolista tiene sus rutinas y costumbres para buscar el máximo rendimiento.