Las dos sartenes por el mango de Frenkie de Jong
El neerlandés, beneficiario de un gran contrato, no juega ni entrena desde abril
BarcelonaCada vez que aflora el fútbol de selecciones, brota también la sinceridad de Ronald Koeman. El exentrenador del Barça (2020-2021) dirige ahora al combinado neerlandés y, claro, está bien informado sobre la evolución física de los jugadores que tiene en cartera para elaborar sus listas. Entre ellos hay Frenkie de Jong, del que extrajo el mejor jugo cuando coincidieron en Barcelona. Preguntado por la situación del centrocampista azulgrana, Koeman fue cara a barraca, como es habitual en él. "Es preocupante. Lleva mucho tiempo sin jugar. Entiendo que las cosas van mejorando, pero no está recuperado del todo [...] Ha tenido lesiones en el tobillo tres veces seguidos. Lo tiene dañado y necesita tiempo para recuperarse", aseguró el héroe de Wembley, que tuvo que renunciar a uno de sus mejores efectivos antes de la Eurocopa. Tampoco le ha podido citar para el reestreno de la Nations League.
Koeman habla más claramente sobre De Jong que el Barça. A través de sus canales oficiales, la entidad es muy generosa en los detalles asociados a la recuperación de Gavi, del que se espera la reaparición para noviembre después de un año lesionado en la rodilla. En cambio, apenas dicen nada sobre el proceso que está siguiendo el exjugador del Ajax. El motivo de este contraste es que la evolución –lenta pero segura– del andaluz responde a un plan que está funcionando, mientras que la de De Jong está marcada por las molestias constantes, la desconfianza y un gran miedo a la recaída. El neerlandés, que no juega ni entrena desde el mes de abril, no ha soportado bien las cargas que le proponían desde el club y sigue lejos de una plenitud que Hansi Flick espera impaciente. El alemán no contó con él en la gira y tampoco sabe cuándo podrá empezar a alinearle en la Liga.
Como la recuperación no está bien, desde el Barça han tanteado al jugador para que valore la opción de operarse del tobillo derecho después de las tres lesiones de la pasada temporada. La primera fue hace casi un año y le tuvo 14 partidos de baja. La segunda, fruto de una mala caída en San Mamés a principios de marzo, le llevó un mes a la enfermería. Y la tercera, consecuencia directa de un fuerte encontronazo con Fede Valverde en el Bernabéu, es la que acabó de rematarle.
La acumulación de problemas en la sindesmosis del tobillo habitualmente se trata sin cirugía, pero como este plan no ha funcionado, desde el club empiezan a ver claro que el quirófano es la única solución para el caso, aunque esto quiera decir perder a De Jong hasta bien entrado en el 2025. "Quizás no hay más remedio", argumentan. Sin embargo, el centrocampista, que está asesorado desde fuera del club, de momento se opone a ello. Y tiene sus motivos, porque operarse no le garantiza volver a tener la articulación como antes. La sindesmosis es clave para el correcto equilibrio del tobillo y es complicado ajustar su punto de tensión adecuado a través de una cirugía.
20 millones de euros garantizados esta temporada
Como el Barça no puede obligarle a pasar por el quirófano, De Jong es dueño de su destino a corto plazo. "Estamos a expensas de lo que él vaya diciendo", aseguran desde Sant Joan Despí. Es decir, sus sensaciones marcarán primero su regreso a los entrenamientos y, en su caso, derivarán más tarde en un alta médica que llegará seguro 365 días después de la primera de las tres lesiones en el tobillo. La situación no es la mejor para el segundo jugador más caro de toda la plantilla blaugrana. Solo Lewandowski tiene un salario mayor que el neerlandés, que tiene garantizados unos 20 millones de euros brutos esta temporada y eleva la cifra más allá de los 30 millones si se cuenta también la amortización pendiente de su traspaso. Las cantidades agujerean las cuentas del club y lastran el fair play financiero. Por eso se ha explorado la posibilidad de acordar una renovación para espaciar los pagos y evitar que el próximo verano sea el último para intentar traspasar al jugador. Sin embargo, De Jong no tiene prisa por negociar con Deco. Como beneficiario de un contrato sobredimensionado, tiene la sartén por el mango también en los temas económicos.