Girona FC

Los ejemplos desgraciados que no debe seguir un Girona de Champions

El Girona ya se ha despedido de una temporada histórica y debe poner los pies en el suelo para encarar la próxima temporada con lo que comporta jugar la Liga de Campeones

La afición del Girona quiere que la Champions se juegue en Montilivi
Albert Caralt
11/06/2024
3 min

Ya hace semanas que el Girona ha cerrado una temporada excepcional, en la que ha quedado tercero con 81 puntos y se ha asegurado así una plaza en la Liga de Campeones la próxima temporada. Apenas en la que será su quinta temporada en la máxima categoría del fútbol profesional. La histórica temporada del Girona ha tenido reconocimiento y repercusión en todo el mundo, pero esto no siempre puede ser del todo bueno.

Pese a que Míchel quiere mantener el grueso de la plantilla de cara a la próxima temporada, muchos jugadores se verán tentados por ofertas económicas que el club rojiblanco no puede permitirse igualar. Aleix Garcia, que ha actuado como capitán casi toda la temporada, está tentado de irse después de la oferta del Bayer Leverkusen, campeón de la liga alemana, y de los diversos clubes de la Premier League que también están tentándole.

Miguel Gutiérrez también será un jugador difícil de retener, puesto que el Madrid mantiene el 50% de los derechos del lateral y una cláusula de recompra irrisoria de sólo 8 millones de euros. Y esto ocurre con muchos más futbolistas que han hecho una campaña memorable y que han despertado el interés de varios clubs del continente. También deben tenerse en cuenta los cedidos que volverán a sus equipos de origen, como Eric Garcia (Barça), Savinho (Troyes) o Yan Couto (Manchester City), que han sido imprescindibles para Míchel Sánchez durante la temporada y no está claro que puedan regresar a Montilivi. En el caso de Savinho y Couto, ambos forman parte de entidades bajo el mismo paraguas que el Girona: el City Football Group.

Los ejemplos que no debe seguir el Girona

"Lo más importante del próximo curso es la Liga. Habrá que estar al pie del cañón porque en la élite si juegas tres competiciones y te olvidas de la más importante, hay muchos equipos que han sufrido mucho. No será un año fácil para a nosotros, podemos tener un problema", dijo Míchel sobre la planificación de la próxima temporada. Estas palabras deberían haber sonado en las oficinas del Union Berlín hace un año, cuando se clasificaron por primera vez en su historia en la Liga de Campeones.

El equipo alemán se reforzó con fichajes estelares como la leyenda de la Juventus Leonardo Bonucci, que acabó marchando al Fenerbahce a media temporada, cuando el Union ya estaba eliminado en Champions y coqueteaba con el descenso en la liga –actualmente ya se ha retirado–, o Datro Fofana, una joven promesa procedente del Chelsea que tampoco duró más de medio curso. Por último, el Union Berlín cerró la campaña logrando una sufrida permanencia de forma dramática gracias a un gol en el último minuto de la última jornada. Por lo que respecta a las cifras, la entidad berlinesa ha cerrado la campaña con un balance negativo de pérdidas en traspasos superior a los 30 millones de euros.

Los casos más cerca de casa

Tampoco queda muy lejos, y menos por proximidad, el Espanyol. En su penúltimo descenso, la temporada 2019-20, bajó a Segunda División después de empezar el curso disputando la Europa League, de la que quedarían eliminados en los dieciseisavos de final ante el Wolverhampton inglés. La anterior campaña de los blanquiazules fue muy buena y lograrían la séptima posición, destacando nombres como los de Borja Iglesias y Mario Hermoso, que acabarían marchando en verano por cifras superiores a los 25 millones de euros. Y no sólo jugadores, también el entrenador, Joan Francesc Ferrer Rubi, abandonó el club a final de temporada. El Espanyol se reforzó invirtiendo todo lo generado en jugadores como Raúl de Tomás, Embarba y Cabrera, entre otros, pero sin embargo la plantilla no se adaptó bien a tantos cambios y acabó último.

Otro caso parecido al que debe hacer frente el Girona podría ser el del Villarreal en el 2012, que, pese a vender Santi Cazorla, comenzaba una temporada ilusionante con jugadores de renombre como Giuseppe Rossi, Marcos Senna y el brasileño Nilmar, y gastándose más de 30 millones de euros en futbolistas que no terminarían de hacer el peso. Los amarillos cayeron al grupo de la muerte de la Liga de Campeones, en la que no sumarían ni un solo punto, y el desgaste y el bajo nivel les llevaría a sólo hacer 41 puntos y consumar su descenso a Segunda en una temporada para olvidar .

El Girona, como mínimo, tendrá que jugar otros ocho partidos respecto a la temporada anterior, y si en Míchel ya le ha costado confiar en los suplentes no le quedará más remedio que utilizar más el fondo de armario. De hecho, ya hubo un tramo en el que se acumularon las bajas en defensa y al carecer de gran profundidad de plantilla el técnico tuvo que recurrir a jugadores del filial como Antal o utilizar Arnau de central, que ha tenido poco protagonismo este curso. ¿Podrá el Girona confeccionar una plantilla competitiva de nuevo y seguir haciendo historia?

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