El intocable Florentino Pérez

El presidente del Real Madrid, escogido por cuarta vez consecutiva sin tener que pasar por las urnas

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Florentino Pérez, en una imagen de archivo.

Barcelona"Parece que Florentino se esté protegiendo de él mismo". La frase la dijo Ramón Calderón, expresidente del Real Madrid (2006-09), después de que se aprobara en 2012 la reforma estatutaria del conjunto blanco. Una modificación que endurecía las condiciones para ser presidente y que adobaban el camino para que, al año siguiente, el empresario pudiera seguir en el palco del Bernabéu sin pasar por las urnas. No sería la única vez. Esta madrugada, a las 00.01 h, el club blanco emitía un comunicado explicando que se había acabado el proceso electoral porque Florentino Pérez había sido el único que había presentado candidatura. No hacía falta convocar a los socios a votar. A los 74 años, el empresario, presidente y consejero delegado de ACS seguirá mandando en Chamartín hasta el 2025. "¿Cuántos empresarios multimillonarios españoles hay, que sean del Madrid, socios, con veinte años de antigüedad y quieran ser presidentes? Muy pocos. Esta es la clave".

En realidad, sí había oposición a Florentino. Pero el mandatario supo mover bien los hilos y jugar con el calendario electoral para evitar que nadie le pudiera hacer sombra. Vicente Boluda, un empresario naval que ya había ocupado el cargo de manera interina en 2009 –pasó a la historia por vaticinar un chorreo al Liverpool en una eliminatoria que acabaría con el global de 0-5 para los ingleses–, aspiraba a presentarse pero declinó por la pandemia. En cambio, más seria fue la amenaza de Enrique Riquelme, un empresario de las renovables de tan solo 32 años, pero que se hizo atrás a última hora después de saber que se había iniciado el procedimiento electoral mucho antes de lo que todos se imaginaban: el Jueves Santo, de tal manera que hubiera solo diez días hábiles para que los rivales movieran ficha. Al final, Riquelme explicó que lo dejaba para más adelante, para dentro de cuatro años, porque ahora mismo no tenía tiempo material para darse a conocer entre los socios y organizar una campaña para aspirar seriamente a la presidencia. Y menos contra un Florentino que tiene el aval de ser el vigente campeón liguero, que avanza con paso firme en la Champions y que los próximos meses dejará terminada la remodelación del Bernabéu.

Florentino ha conseguido que su nombre se asocie directamente a la presidencia del Real Madrid, un club al que accedió en el 2000 después de imponerse a Lorenzo Sanz en las urnas. En realidad, ya quería presentarse en 1997, pero declinó dar el paso a última hora, porque prefería retirarse a caer derrotado en las urnas. La primera etapa de Florentino, la de los Galácticos, se acabó en 2006 cuando se vio obligado a dimitir por los malos resultados del Madrid en contraposición con un Barça que, con Laporta em el palco, Rijkaard en el banquillo y Ronaldinho como gran figura, ganaba Liga y Champions. Sería una despedida breve: muy pronto haría saber que quería volver al palco del Bernabéu y en 2009, cuando Ramón Calderón dimitió acusado de manipular la asamblea de compromisarios, Florentino sería escogido presidente como único candidato. Seria reelegido en 2013, en 2017 y en 2021 por la misma circunstancia. Desde el 2006 en el Bernabéu no se escoge a un presidente en las urnas. Y Florentino, que con este ya sumará seis mandatos, tan solo ha pasado por dos elecciones.

Nadie ha podido hacerle sombra. O, de los pocos que podían, ninguno se ha atrevido. Al menos de momento. Muchos señalan como punto clave esa reforma estatutaria en la que, alegando que pretendía proteger al club de jeques "árabes o multimillonarios rusos", endureció las condiciones para ser presidente: hacían falta veinte años de antigüedad ininterrumpida de socio y la directiva tenía que avalar con su patrimonio personal, a través de un banco español, en el momento de formalizar la candidatura, el 15% del presupuesto –unos 125 millones este año–. "Simplemente, hemos evitado que venga un tercero a avalar a otro tío", decía textualmente en esa asamblea. Desde entonces, varios socios intentaron, sin éxito, que la justicia ordinaria anulara aquella reforma porque limitaba excesivamente el número de candidatos que podían optar a la presidencia.

"Será presidente hasta que quiera"

Tal como explicaba Albert Llimós al ARA en el reportaje La corte del 'rey sol' Florentino, el empresario acumula absolutamente todo el poder del club blanco. La junta, lejos de ser un órgano de toma de decisiones, es un trámite donde ningún directivo discute nada al presidente madridista, que gobierna sin ningún tipo de oposición en el Bernabéu. Ahora seguirá al timón de un club que controla internamente y externamente. Porque uno de los poderes de Florentino, según analizan sus rivales, ha sido su capacidad para tejer complicidades con los poderes legislativo, ejecutivo y judicial –antes de la pandemia era habitual ver a jueces y políticos de todos los signos en el palco–. También ha sabido dominar a los medios de comunicación –tiene buena relación con ellos y comparte periódicamente mesa con los líderes de opinión–, se ha hecho respetar en todos los estamentos futbolísticos, españoles e internacionales, y domina el mercado de fichajes. "Se le puede discutir si sabe más o menos de fútbol, pero es evidente que ha aprendido a hacer ir el negocio. Sabe qué teclas tocar", concluye un ex directivo del Barça durante la presidencia de Bartomeu. En Madrid no hay limitación de mandatos: "Que nadie lo dude, será presidente hasta que quiera".

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