Barça

Laporta empieza a deshacer el círculo de confianza de Bartomeu

Albert Soler y Román Gómez Ponti, los primeros altos ejecutivos que salen de la entidad

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Roman Gómez Ponti

BarcelonaPrimeros cambios sustanciales en la flota de ejecutivos del Barça desde que Joan Laporta tomó posesión después de las elecciones. Este lunes, mediante una circular interna, se ha comunicado el despido de dos figuras clave en la gestión de los últimos años: Albert Soler y Román Gómez Ponti. Según ha podido saber el ARA, la desvinculación en los dos casos conllevará el pago de la indemnización que correspondía por contrato. Es decir, cantidades de seis cifras que, sumadas, rozarán el millón de euros. Las salidas de Soler y Gómez Ponti tendrán efecto inmediato y se añaden a la de Jaume Masferrer, que abandonó el Barça pocos días después de la dimisión de Josep Maria Bartomeu por órdenes de la comisión gestora. Los tres eran empleados de la máxima confianza del expresidente.

Albert Soler, a la derecha, cuando compartía responsabilidades en el futbol con Robert Fernández.

Soler recibió el pasado viernes la noticia de su despido, una medida que se esperaba por falta de afinidad y confianza con Laporta. De hecho, su llegada a la entidad fue de la mano de Sandro Rosell, que lo reclutó en 2014 para que hiciera de jefe de relaciones institucionales. Un año más tarde, ya con Bartomeu en el trono, asumió el cargo de director de deportes profesionales, que ha ocupado hasta hoy con el asterisco de la sección de fútbol, en la que dejó de tener influencia a partir de finales del 2017. A cambio de este matiz, provocado, entre otros factores, por la falta de sintonía con los miembros del primer equipo, se hizo fuerte en el Palau Blaugrana, lejos del escrutinio diario de los medios, para gestionar sobre todo el baloncesto, donde ha formado tándem con Nacho Rodríguez y se ha apuntado éxitos recientes como el fichaje de Mirotic o los regresos de Jasikevicius y Gasol. Con 55 años acabados de cumplir, Soler pone punto final a siete años de trayectoria en el Barça. Militante socialista desde la juventud y ex secretario de estado para el deporte (2011), ya tiene ofertas para seguir vinculado a los estamentos.

Por su parte, Gómez Ponti llegó al Barça en 2010, cuando Rosell asumió la presidencia del club. Defendió el acuerdo con la Fiscalía para cerrar el caso Neymar a cambio de pagar 5,5 millones de euros. También ha liderado la defensa del club en los litigios con Mediapro, MCM o el propio Neymar, que tuvo que devolver casi siete millones de euros después de reclamar 44 para renovar como azulgrana meses antes de fichar por el PSG. La última aparición pública de Ponti fue con motivo del caso Barçagate, por el que está imputado con Masferrer, Grau y Bartomeu por corrupción entre particulares y administración desleal. La causa sigue abierta y está pendiente de juicio. Por otro lado, Ponti, que será sustituido provisionalmente en el departamento jurídico por Cristina Belloque, figura en la lista de posibles filtradores del contrato millonario de Leo Messi. Los abogados del 10 argentino mantienen la intención de querellarse contra el diario El Mundo por detallar sus emolumentos y buscan todavía la manera de implicar judicialmente a las personas del club con acceso al contrato.

Grau aguanta, de momento

Soler y Gómez Ponti son los primeros hombres de confianza de Rosell y Bartomeu que caen después del cambio de manos en el palco, pero no serán los últimos. Todo hace indicar que Òscar Grau será de los siguientes en perder atribuciones, aunque de momento resiste en el cargo para asumir las funciones que dejará Soler en las secciones y ayudar al nuevo CEO, Ferran Reverter, que hasta julio no se desvinculará del todo de MediaMarkt. Grau fichó como gerente a Jordi Joly, que es uno de los otros altos empleados que podría abandonar la entidad próximamente. Son semanas de cambios en los despachos del Camp Nou y también en las dependencias de la Ciutat Esportiva Joan Gamper, donde Laporta quiere reformular los organigramas para incorporar a gente de su confianza. En este sentido, uno de los primeros damnificados será Patrick Kluivert, que dejará la gestión del fútbol formativo en manos de José Ramón Alexanko. El exdelantero holandés no renovará el contrato que firmó hace dos veranos.

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