Waterpolo

Los sacrificios de una selección llena de catalanes: "Renunciamos a relaciones, amistades y tiempo libre"

El equipo estatal masculino de waterpolo lucha por colgarse el bronce en el Mundial y prepararse para los Juegos Olímpicos de París

Pau Pedraza i Sopena
3 min
Álvaro Granados en la semifinal del Campeonato del Mundo contra Italia.

Sant Cugat del VallésSer jugador de waterpolo no es fácil. Es un deporte muy complicado. Te pasas todo el día dentro de la piscina, mueves las piernas sin parar para poder flotar y te elevas hasta la cintura para lanzar el balón a la portería al tiempo que tienes el rival que te está golpeando para desestabilizarte. Los waterpolistas entrenan intensamente en las aguas del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés para poder colgarse medallas cada verano y el sacrificio está presente para llegar a ser uno de los mejores en cada una de sus posiciones.

En una de las mejores selecciones en este deporte, la española, que históricamente siempre ha tenido una presencia masiva de jugadores catalanes, la dedicación es aún mayor para ganar todos los premios posibles. Uno de estos casos es el del catalán Unai Aguirre, el portero de la absoluta, que ha tenido que dejarlo todo para cumplir su sueño de competir dentro de una piscina. "Sacrificamos relaciones, amistades y tiempo libre para el waterpolo. También salir de fiesta, o cualquier cosa que hace un chico de mi edad", explica Aguirre en conversación con el ARA.

Pero todo ese esfuerzo no se ve reflejado mediáticamente. "Cada deporte tiene lo que se merece. No me gusta quejarme de la repercusión que tenemos y dejamos de tener. Creo que si la selección sigue en esta misma línea tendrá lo que se merece, lo que le toca. Quiero seguir trabajando para que el waterpolo crezca", se sincera Álvaro Granados, atacante y líder de la selección, en este diario.

Pese a la poca expectación pública que puede llegar a tener este deporte practicado en el agua, el portero catalán tiene claro que prefiere continuar en esta línea, en el anonimato: "Puede que sea un poco contradictorio, pero hay veces que es mejor porque puedes estar más tranquilo, con una vida tranquila y con tu buen sueldo. Tú juegas por ti y por no tener repercusión mediática".

Un oro lleno de catalanes

Nunca una medalla de oro en waterpolo había tenido tanta representación catalana. Sin embargo, la última se ha resistido y no la han podido alcanzar. El Mundial celebrado en Doha no ha terminado de la forma que el seleccionador David Martín, barcelonés de nacimiento, hubiera querido. Cayeron eliminados en las semifinales contra Italia (6-8) y lucharán contra Francia este sábado por colgarse el bronce (9.30 h, Teledeporte) unos meses antes de volar hacia París, donde participarán en los Juegos Olímpicos.

On sí hubo éxito fue en el último Campeonato de Europa, celebrado a principios de año. Nueve de los 15 deportistas que ganaron el oro europeo eran de Cataluña. La selección española ganó al equipo anfitrión, Croacia, y lo hizo con un gol en el último minuto de Granados, nacido en Terrassa: "Sinceramente, no me pasó nada por la cabeza al marcar. Con mucha euforia, sólo voy gritar y celebrar". "Cuando marcé, todavía quedaban 50 segundos para terminar el partido. Tenía la mente fría y me concentré en defender para mantener el resultado y ganar", añade.

Era el único campeonato que a la absoluta se le resistía. Los Juegos Olímpicos de 1996 y los tres Mundiales brillaban solos en una vitrina a la espera del Europeo. Tras hacer plata en tres ediciones, una generación llena de catalanes ha podido obtener la que se conoce como la triple corona. "Estoy orgulloso y contento por ganar la medalla europea. Siempre he tenido en la oreja al equipo de 1992 y 1996. Uno se siente bien en conseguir un trofeo que ellos no pudieron alcanzar", explica el goleador.

En la misma piscina, pero en la otra punta de la demarcación del atacante, estaba Aguirre. Nacido en Barcelona, ​​el portero de sólo 21 años no había visto la generación a la que se refería su compañero: "No te puedo hacer una valoración completa, no estaba vivo. Lo que sé es que somos uno de los mejores equipos del mundo, lo mismo que fueron ellos. Aquella generación es el pasado y nosotros quizás les estamos haciendo sombra".

Los catalanes quieren seguir haciendo historia dentro de la piscina. Pese al tropiezo en el Mundial, ahora solo tienen los ojos puestos en los Juegos Olímpicos de París de este verano y poder ampliar el palmarés. Ya tienen la triple corona, pero la ambición por seguir ganando y hacer crecer el waterpolo en todo el mundo es aún mayor.

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