Aerolíneas

La guerra comercial de Trump amenaza el verano récord de las aerolíneas

Las grandes compañías de EEUU ven truncadas sus expectativas de ganancias por la caída de la demanda y se hunden en bolsa

American Airlines
4 min

BarcelonaEn el mundo de los negocios abundan los anglicismos, siglas y nombres que parecen salidos de un cómic de superhéroes. Si las Big Four son las cuatro grandes firmas de consultoría globales, en Estados Unidos las Big Three están formadas por la tríada de las principales aerolíneas comerciales del país: American Airlines, Delta Air Lines y United Airlines. A finales del año pasado este grupo de compañías aéreas se frotaba las manos anticipando un año de mayor boom turístico y récord de viajes a través del océano Atlántico. Sin embargo, la guerra comercial impulsada por Donald Trump también ha puesto en riesgo su negocio y los mercados ya muestran la incertidumbre que rodea el futuro inmediato del sector, con caídas en el valor de las acciones y previsiones de crecimiento más moderadas de lo esperado.

Desde enero, los títulos de Delta Air Lines han caído en torno a un 40%, y en la última presentación de resultados la compañía anticipaba una reducción del crecimiento de capacidad previsto para la segunda mitad del año y lo dejaba estable respecto al año anterior. Su consejero delegado, Ed Bastian, definía este inicio de 2025 como "un desfile de catástrofes", ya que a la incertidumbre económica se sumaba el impacto en la demanda de desastres como los incendios de Los Ángeles o los últimos accidentes aéreos. Además, Delta ha decidido retirar sus previsiones para el conjunto del año y esperará a que se aclare el contexto geopolítico para dar nuevas.

El batacazo en bolsa ha sido aún peor para American Airlines, que se ha hundido casi un 50% desde principios de enero. De momento la compañía se ha salvado de actualizar sus perspectivas, pero la próxima semana tendrá que dar explicaciones a sus inversores durante la presentación de resultados. La tercera pata de este tridente, United Airlines, ha caído cerca de un 35% en Wall Street en el mismo período que sus competidoras. La aerolínea sacó pecho esta semana de sus mejores resultados en un primer trimestre de los últimos cinco años, "pese a un contexto macroeconómico desafiante". Aun así, tomó la decisión poco habitual de ofrecer dos posibles escenarios para sus ganancias del 2025, y avisó de que una recesión estropearía sus beneficios. Este verano también reducirá vuelos para compensar la caída de la demanda en los viajes dentro de EE.UU.

El anuncio de los aranceles impuestos por Donald Trump —ahora pausados ​​en parte durante 90 días, con la excepción de China— llega justo cuando las aerolíneas encaran la llegada del verano, la temporada más lucrativa del año para el sector. Los últimos datos publicados por la Oficina Nacional de Turismo de Estados Unidos muestran cómo las visitas de turistas extranjeros cayeron un 11,6% en marzo en comparación con el año anterior. La compañía de predicciones Tourism Economics, que antes había anticipado que el número de viajeros internacionales crecería un 9% en este mercado este año, ahora calcula que caerá un 9,4%. "Las políticas y declaraciones de Trump han generado un sentimiento negativo hacia EEUU entre los viajeros internacionales", remarca la consultora, que pronostica que la llegada de canadienses se reducirá en un 20%.

El coste de vender y fabricar aviones

Las consecuencias de la guerra comercial para la industria del transporte aéreo son peligrosas tanto en la demanda —ya que los viajes no son un gasto esencial para los hogares y serían de los primeros en reducirse en un escenario de recesión— como en el coste de comercializar y fabricar nuevos aviones. China ha ordenado a sus aerolíneas que no acepten más entregas del fabricante estadounidense Boeing, en respuesta a la imposición por parte de EEUU de aranceles que pueden llegar hasta el 245% en algunos productos del país asiático El consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, advirtió esta semana en una entrevista en Financial Times que la aerolínea de bajo coste debería retrasar las entregas de aeronaves de Boeing si éstas se encarecían por la guerra comercial. La compañía debía recibir 25 aviones del fabricante de EEUU a partir de agosto, pero el ejecutivo explicó que realmente no los necesitan "hasta alrededor de marzo o abril de 2026".

Más allá de los aranceles generales del 10% para todos los países, el sector también tendrá que sufrir por el 25% adicional para el acero y el aluminio, dos materiales imprescindibles para producir aviones. El fabricante europeo Airbus cuenta con una planta de ensamblaje en Alabama, pero tendría más trabas por importar piezas que se producen en otras partes del mundo. "Obviamente, habría un incremento del coste y muy probablemente del precio para las aerolíneas, por lo que se trasladaría a los consumidores", decía su consejero delegado, Guillaume Faury, en febrero. Por cierto, Boeing, Delta Air Lines y United Airlines dieron un millón de dólares cada una a la ceremonia de inauguración del presidente Donald Trump.

Lo que muchos viajeros se preguntan, sin embargo, es cómo se notará todo ello en los precios de los billetes. El sector no tiene un diagnóstico unánime sobre cómo se repercutirían los aranceles al cliente final. De momento Air France-KLM ya ha anunciado que está recortando las tarifas en clase turista para llenar sus vuelos transatlánticos, porque ha notado un bajón en la demanda. "Este es un territorio nuevo y desconocido para nosotros, pero estamos acostumbrados a las crisis", decía su consejero delegado, Ben Smith, en una entrevista en Bloomberg TV. En el aeropuerto de El Prat, Level —la low cost de largo radio del holding IAG— continúa con sus planes para volar a Estados Unidos, donde actualmente opera cinco rutas.

stats