Bruselas avisa: la inflación restará poder adquisitivo y retrasa el regreso al PIB prepandémico

La Comisión Europea casi duplica la previsión de escalada de precios este 2022 y recorta hasta el 4,0% la de crecimiento económico

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El comisario europeo de Economía , Paolo Gentiloni, ayer en Bruselas.

BruselasEl crecimiento económico a la baja y los precios al alza. La Comisión Europea ha presentado este lunes unas previsiones económicas para el conjunto de la economía europea fuertemente impactadas por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. El principal obstáculo para la Unión Europea es la inflación desbocada, impulsada por la escalada de los precios de la energía que, además, España ha sufrido con más fuerza que la media de países de la Unión. Por eso, en el caso del Estado, el ejecutivo comunitario reconoce que los españoles inevitablemente perderán poder adquisitivo, porque sus salarios no crecerán tanto como lo harán los precios.

Si el invierno pasado los economistas de la Comisión preveían que la inflación aumentaría un 3,6% este 2022 en España, ahora este índice se dispara hasta el 6,3%, cinco décimas por debajo del 6,8% previsto para toda la Unión. Este incremento de los precios, sumado a los cuellos de botella y a la contención del consumo que inevitablemente provocará la pérdida de poder adquisitivo, hace también que si en invierno Bruselas preveía un 5,6% de crecimiento del PIB español este año, ahora recorte esta cifra hasta el 4%. La recuperación económica, pues, es todavía "robusta", pero se pierde parte del impulso que se había ganado a finales del 2021 y principios de este año y se aleja otra vez el hito de recuperar todo el PIB perdido debido a la pandemia hasta mediados del 2023.

"La economía española mantenía la inercia a principios del 2022, pero las disrupciones en las cadenas de suministro y la escalada de las presiones inflacionistas en el contexto de la guerra han retardado la actividad económica desde finales de febrero", constata el informe de la Comisión Europea, que, además, está claro respecto al impacto que esto tendrá en la ciudadanía del Estado: "El crecimiento salarial se acelerará, pero a un ritmo más lento que los precios, cosa que dará lugar a pérdidas del poder adquisitivo de los hogares y a un descenso en la ratio de ahorro de las familias en el futuro". Además, Bruselas reconoce que la incertidumbre del momento puede provocar que la cosa todavía vaya a peor. En palabras del vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, "son posibles otros escenarios en que el crecimiento todavía sea más bajo y la inflación más alta".

En el caso particular de España, la Comisión avisa que una mayor escalada de precios puede golpear especialmente a sectores importantes como el transporte, la construcción o la industria que necesita electricidad de manera intensiva, lo cual al final puede provocar que ciertas inversiones "se aplacen" hasta que haya pasado la tormenta. Esto hace que la Comisión Europea tema el cumplimiento de las inversiones digitales y verdes que España tiene programadas en el plan de recuperación.

En conclusión, la Comisión cree que la invasión rusa en Ucrania está "poniendo a prueba" la resistencia de una economía europea que apenas estaba encaminando el crecimiento pospandemia. Las cifras para el conjunto de la Unión, de hecho, tampoco son alentadoras. Si el invierno pasado Bruselas preveía una inflación del 3,5% para la eurozona este año, ahora la sitúa en un 6,1%. Eso sí, la Comisión continúa optimista y cree que en 2023 se moderará hasta el 2,7%. El recorte de crecimiento también es considerable: pasa del 4% al 2,7% para el 2022 y del 2,8% al 2,3% para el 2023. El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha remarcado que la economía europea está "lejos" de una situación normal y ha reiterado la "incertidumbre" que rodea las cifras y cualquier previsión.

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