Bruselas multa a BMW y Volskwagen con 875 M€ por formar un cártel para evitar reducir las emisiones

También se confabularon con Daimler para no utilizar tecnología de la que disponían para disminuir la contaminación de sus vehículos

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Los logos de las compañías BMW y Volkswagen

BruselasLos fabricantes del grupo Daimnler, BMW y Volswagen (que incluye a Audi y Porsche) formaron un cártel para evitar reducir más las emisiones contaminantes de sus coches diésel a pesar de tener la tecnología para hacerlo. Es decir, que estos fabricantes se pusieron de acuerdo para no utilizar ciertas innovaciones tecnológicas para rebajar las emisiones por debajo de los límites legales europeos. Es el resultado de una investigación del departamento de Competencia, que lidera Margrethe Vestager, que ha concluido con una multa de 875 millones de euros para estos fabricantes con la excepción de Daimler, que ha quedado exento por haber revelado la existencia del cártel al ejecutivo comunitario.

"Los cinco fabricantes de automóviles, Daimler, BMW, Volskwagen, Audi y Porsche, tenían la tecnología para reducir las emisiones nocivas más allá de las exigencias legales de las normas de emisiones de la UE, pero evitaron competir en el uso de todo el potencial de esta tecnología para ser más limpios de lo que se exige por ley", ha dicho la comisaria Vestager. Lo que se sanciona aquí, pues, es una vulneración de la libre competencia desde un punto de vista de la cooperación para limitar el desarrollo tecnológico entre empresas, una interpretación nueva pero prevista en las normas de competencia de la UE que busca alinearse con los objetivos climáticos de Bruselas. Normalmente, Competencia sanciona por cárteles que buscan pactar precios, repartirse mercados o clientes, pero no se había sancionado nunca la limitación en el desarrollo tecnológico.

Los fabricantes sancionados se reunían periódicamente para discutir el desarrollo de la tecnología SCR, que elimina las emisiones nocivas de óxido de nitrógeno (NOx) de los vehículos diésel a través de la inyección de urea, llamada AdBlue, en el tubo de escape. Los encuentros duraron más de cinco años y durante este tiempo Daimler, BMW y Volskwagen se "confabularon" para evitar la competencia en el uso de tecnologías que permitirían mejorar los niveles de contaminación de sus vehículos, explica la Comisión Europea. Acordaron cuestiones como las medidas y rangos de los depósitos de AdBlue o sobre el consumo estimado de este producto. "Esto significa que restringieron la competencia en las características de un producto relevante para los clientes", concluye Bruselas.

El ejecutivo comunitario explica que todas las compañías han admitido la existencia de este cártel y han acordado resolver el caso y por eso se reduce la sanción económica. Solo el grupo Volskwagen ganó 10.000 millones de euros en 2020 a pesar del coronavirus y, por lo tanto, los 500 millones de euros que le corresponden de sanción le hacen poco más que cosquillas. Bruselas explica que para calcular el volumen de la multa ha tenido en cuenta las ventas de los turismos diésel que utilizan los sistemas SCR hasta el 2013 (el último año completo de infracción) y la gravedad de la conducta. Además, como esta es la primera vez que la Comisión Europea sanciona a un cártel por restricción del desarrollo tecnológico se ha aplicado un porcentaje adicional de rebaja. Daimler habría tenido que pagar la cifra más elevada, 727 millones de euros, que se ahorra íntegramente por haber notificado el cártel.

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