Bruselas quiere limitar el consumo de gas para llegar "seguros" a invierno
La Comisión Europea prepara un plan de emergencia para afrontar un posible corte del suministro de gas ruso
MADRIDEl cercano no será un invierno normal. Es el mantra que desde hace semanas sobrevuela la Comisión Europea, que las últimas semanas ha visto como Rusia, y en particular la empresa gasista Gazprom, iba reduciendo el suministro de gas al Viejo Continente. A pesar de que los diferentes Estados miembros han empezado a buscar otros proveedores, o reforzar los que ya tenían –como es el caso de Estados Unidos–, Bruselas tiene claro que el gesto no es suficiente para afrontar los meses de frío en caso de que Rusia cierre el grifo del todo. De hecho, la Comisión tiene marcado con rojo el 21 de julio, cuando el gasoducto Nord Stream 1 tendría que volver a entrar en funcionamiento después de días parado por tareas de mantenimiento. Es por eso que el ejecutivo comunitario ya tiene a punto el borrador de un plan de emergencia que tiene que servir, precisamente, para garantizar la "seguridad energética" a los diferentes países en caso de que se cumplan los peores pronósticos.
Bajo el título Ahorrar gas para un invierno seguro, la Comisión ha recogido un conjunto de medidas que van desde los gestos más cotidianos –como por ejemplo limitar el aire acondicionado y la calefacción en invierno– hasta consejos e incentivos para que la industria utilice otras fuentes de energía, según se desprende del documento, al cual ha tenido acceso el ARA. Todo ello tiene que servir para reducir la demanda de gas en la Unión Europea, aumentar desde este momento las reservas gasistas de los estados y hacerlo de manera coordinada.
En concreto, la Comisión quiere limitar la temperatura en edificios públicos, oficinas y centros comerciales. Así, se prohibirá tener el aire acondicionado por debajo de los 25 grados, mientras que en invierno la calefacción se tendrá que poner, como mucho, a 19 grados. En su documento, la Comisión recuerda que un tercio del total del consumo energético sale de los organismos públicos.
En cuanto al sector privado, Bruselas apuesta por los incentivos económicos para que las compañías busquen alternativas al gas, sobre todo en la industria y en la producción eléctrica. Además, también quiere organizar subastas de capacidad para que las industrias puedan ofrecer una reducción del consumo a cambio de una remuneración.
Estas serían medidas previas a declarar una "emergencia energética". En caso de que la Unión Europea llegue a este nivel, se podría limitar el suministro, es decir, el uso de gas, a algunos sectores y clientes. "Se tendrá que dar prioridad a los sectores y a las cadenas de valor de importancia clave y crítica que, si interrumpen [su actividad por falta de gas], podrían repercutir negativamente en la seguridad, la alimentación y la salud", apunta el borrador.
¿Por qué hay que hacerlo ya? En caso de que Rusia decidiera cortar ahora en verano el gas, los países no habrían podido llegar al nivel de reservas necesarias (la intención es que en noviembre las existencias de este combustible estén al 80%). Es por eso que no solo es importante "llenar" los depósitos, sino también vaciarlos tan poco como sea posible. De aquí salen las medidas para limitar la demanda. "Actuar ahora puede reducir hasta un tercio el impacto de una sobrevenida interrupción del suministro".
España, en una buena posición
España es uno de los países con los deberes más avanzados. Como ha explicado este diario, no solo tiene los niveles de existencias de gas más altos del conjunto de la Unión Europea, sino que también está terminando un plan de contingencia. De hecho, esta semana el Gobierno español ha mantenido reuniones con el sector energético para intentar encarrilar propuestas para aumentar el ahorro energético, la sustitución del gas por la electrificación y de qué manera se puede ser "solidario" con otros países europeos. Es decir, si un país entra en una situación de emergencia energética, de qué manera podría España hacer de proveedor.