Finanzas públicas

¿Puede entrar Rusia en suspensión de pagos este mes?

El gobierno ruso tiene que abonar varios pagos de deuda a inversores internacionales, el primero de ellos este miércoles

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El Kremlin, suyo del gobierno ruso, y la catedral de Santo Basili de Moscú, en una imagen de este martes.

BarcelonaEl gobierno de Rusia tiene este miércoles el primer pago de deuda a inversores internacionales desde el inicio de la invasión de Ucrania, con el abono de intereses por valor de 117 millones de dólares de un bono denominado en la moneda norteamericana. El hecho de no poder hacer el pago o de hacerlo en rublos –la moneda local– significaría la primera quiebra del estado ruso en un siglo.

¿Cómo funciona la deuda pública?

Para obtener financiación, los estados, las administraciones y las empresas emiten deuda, que se coloca en los mercados mediante unos activos financieros llamados bonos.

Un bono tiene dos partes. Por un lado, lo que se denomina el principal, que es la cantidad que invierte el bonista cuando adquiere el título y que recupera cuando el bono expira. Por otro, está el cupón, que es el interés que paga cada cierto tiempo (normalmente son pagos mensuales o anuales, según el bono).

Un ejemplo simple: un bono con un principal de 1.000 dólares, un cupón del 2% anual y un vencimiento de tres años implica que el inversor que lo adquiera tendrá que pagar inicialmente 1.000 dólares, que recuperará cuando hayan pasado tres años. A cambio de prestar durante tres años el dinero al emisor, recibirá cada año un pago del 2% del principal, es decir, de 20 dólares.

¿Qué tiene que pagar Rusia?

Este miércoles Rusia tiene que abonar 117,2 millones de dólares en pagos de cupones mediante el banco norteamericano Citi, que actúa de intermediario. Es habitual que los países emitan deuda en su propia moneda, pero que para atraer inversores internacionales opten también por emisiones de crédito en alguna de las monedas de referencia internacionales, normalmente el dólar norteamericano.

A este pago de 117,2 millones hay que añadir 615 millones más en cupones que el estado ruso tendrá que abonar antes de acabar el mes de marzo, según la agencia Reuters. La primera devolución de principal tendrá lugar el 4 de abril, cuando vence un bono de 2.000 millones de dólares. En total, a los mercados internacionales de crédito hay 15 bonos rusos con un valor total de 40.000 millones de dólares.

¿Puede pagar en rublos o tiene que pagar en dólares?

A raíz de las sanciones impuestas el 2014 por la anexión de Crimea, el gobierno ruso empezó a incluir en sus nuevos bonos en dólares –es decir, los inversores los adquirieron pagando en esta moneda– una cláusula añadida que lo autoriza a abonar los pagos en otras monedas, entre las cuales siempre hay el rublo. Esta provisión se fue extendiendo a toda la deuda, hasta el punto que todos los bonos emitidos por el Kremlin a partir del 2018 en moneda norteamericana siempre contienen la posibilidad de ser devueltos en moneda rusa.

Ahora bien, el pago de este miércoles es de un bono denominado únicamente en dólares, por lo cual si Rusia pagara el cupón en rublos estaría incumpliendo las condiciones y, por lo tanto, se consideraría igualmente un impago, tal como ha advertido este miércoles la agencia de calificación Fitch. El pasado lunes el ministerio de Finanzas ruso aseguró que ya había dado la orden de pago, pero los inversores todavía no han recibido el dinero.

En caso de no recibirlo hoy, los bonos internacionales acostumbran a tener 30 días de gracia en los que el emisor puede abonar el dinero. Este periodo se incluye para evitar declarar una quiebra antes de tiempo, puesto que un pago se puede retrasar por muchas razones que no tienen que ver con la solvencia, como por ejemplo problemas técnicos, informáticos o errores de los bancos que actúan como intermediarios.

Si Rusia no cumpliera con el pago, se trataría de la primera vez que Rusia entra oficialmente en suspensión de pagos desde la Revolución Rusa, cuando en 1917 los bolcheviques se negaron a pagar la deuda contraída por los gobiernos del zar ruso.

¿Qué ha cambiado con la invasión de Ucrania?

Hasta ahora el impago de la deuda externa por parte de Rusia era casi impensable, pero con el ataque a Ucrania es una posibilidad real debido a las sanciones impuestas por Occidente. La principal dificultad que tiene el Kremlin es obtener divisas extranjeras, lo cual explica las dudas sobre su capacidad para devolver los bonos emitidos en dólares.

Los gobiernos de la OTAN y otros países han bloqueado todas las reservas de divisas extranjeras y oro que el estado ruso tenía en cuentas extranjeras. Según admitió el ministro de Finanzas del país, Anton Siluánov, esto representa que el Kremlin no puede utilizar aproximadamente la mitad de los 630.000 millones de dólares acumulados desde el 2014, y hay que añadir que también ha tenido que gastar 130.000 millones más intentando estabilizar la cotización del rublo en los mercados de divisas, que ha perdido un 30% de su valor desde el inicio de la invasión.

Además, algunos de los principales bancos rusos han sido expulsados del sistema internacional de transferencias Swift, lo cual dificulta el pago de los cupones a muchos inversores residentes en países occidentales.

¿Qué implica una quiebra?

Un país en quiebra tiene restringido el acceso a los mercados de crédito internacionales y se tiene que financiar solo con inversores locales y con la moneda propia. Además, los inversores titulares de los bonos tendrían que cuantificar como pérdidas todo el dinero impagado, lo cual puede tener consecuencias importantes sobre algunos bancos o empresas financieras europeas –sobre todo italianos y franceses– que acumulan cantidades importantes de bonos rusos en sus cuentas.

Por último, como ha avisado el banco de inversión norteamericano JP Morgan, está el problema de los credit default swaps (CDS), unos instrumentos que actúan como seguro de impago: un inversor con bonos rusos que contrata un CDS tiene que pagar una prima anual o mensual y, a cambio, el CDS le garantiza que recibirá todo el dinero que de lo contrario perdería en caso de suspensión de pagos. Si Rusia se declara en default, todos los CDS sobre la deuda rusa se activarán inmediatamente, por lo cual las empresas financieras –normalmente bancos– que los gestionan tendrán que cubrir a los bonistas las pérdidas provocadas por el impago ruso.

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