Crónica

Un cambio de era entre reproches y dudas por el reglamento

El pleno constituyente de la nueva Cambra de Barcelona termina con amenazas de emprender "acciones legales"

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Quejas durante el pleno constituyente de la Cámara de Comercio de Barcelona

BarcelonaEl pleno constituyente del nuevo gobierno de la Cambra de Barcelona se ha celebrado este lunes en un ambiente más similar al de una reunión de familiares mal avenidos que al de un organismo democrático y de derecho público. El pleno, liderado por el secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat, Albert Castellanos, como representante del órgano tutelar de las cámaras de comercio, y el secretario general de la Cambra, Xavier Coronas, debía alargarse como máximo dos horas, pero ha terminado durante casi cuatro entre dudas, vacilaciones y la apariencia de una falta de conocimiento del reglamento que rige esta institución.

El inicio de la jornada ya no ha sido plácido. Un silencio absoluto, miradas cruzadas y caras llenas de interrogantes han presidido la Sala de Cónsules de la Llotja de Mar durante más de media hora. El motivo: la ausencia de los 21 miembros de Eines de País que ganaron su silla y que son más de un tercio del pleno. Así pues, el pleno, convocado a las once de la mañana, se ha tenido que constituir en segunda convocatoria, a las once y media, ya que en un intento de boicot Eines ha decidido no presentarse inicialmente. "Constituimos el pleno en segunda convocatoria y, por tanto, con mayoría simple", declaró inicialmente Castellanos.

En ese momento han ido entrando los miembros que faltaban, con los primeros reproches: "Las decisiones deben aprobarse por dos tercios del plenario, aunque sea en segunda convocatoria", ha apuntado el vicepresidente saliente de la Cambra, Toni Fitó. Aquí han empezado las dudas, y se ha pedido un receso. Nadie tenía claro cómo proceder. Por último, se ha optado por sacar adelante las votaciones con normalidad, pese a la insistencia de Eines de que "el reglamento no dice esto".

Se han celebrado las votaciones del presidente y del resto del comité ejecutivo. Uno a uno, cada miembro del pleno (58) ha ido pasando por la urna custodiada por la mesa electoral a dejar su voto. Uno a uno y hasta en tres ocasiones, ya que había varios candidatos por cada posición. Todos los escogidos se han validado por mayoría y sin sorpresas: Santacreu ha ganado la presidencia y ha logrado el comité ejecutivo que él mismo había propuesto.

Después, tres horas más tarde, Fitó ha vuelto a levantar la voz: "Queremos hacer constar en acta que el reglamento dice que deben aprobarse por mayoría de dos tercios las decisiones en cada pleno". La respuesta ha sido peculiar: "No sé si alguien está levantando acta, en cualquier caso, quien tenga algo que decir..." Parece que sí, que alguien levantaba acta, o así se ha afirmado más tarde.

Las voces han empezado a subir de tono. Varias manos han empezado a levantarse. "¡Pues volvemos a votar!", exclamó Oriol Guixà, de La Farga. Periodistas, staff y los propios miembros del pleno han estallado en quejas y carcajadas. Eran las tres y media de la tarde y el apetito apretaba. Al final, se ha dado por bueno y se han tomado las tradicionales fotografías del nuevo pleno. Eso sí, con una amenaza por parte de Eines: "Nos reservamos el derecho de emprender acciones legales". Ha sido el epílogo de confrontación que cierra una era en la institución y que sienta las bases de cómo serán los plenos en los próximos cuatro años.

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