China retrasa la edad de jubilación por primera vez en siete décadas
El gigante asiático adopta la decisión para reforzar el sistema de pensiones, que peligraba a partir del año 2035
PekínDecisión histórica del gobierno chino por elevar por primera vez la edad de jubilación desde la década de los cincuenta. La crisis demográfica que amenaza al sistema de pensiones, unida a la ralentización de la economía, ha obligado al ejecutivo a adoptar una medida socialmente controvertida.
La reforma prevé que la edad de jubilación de los hombres pasará de los 60 años actuales a los 63. Mientras la jubilación de las mujeres se amplía de los 50 años a los 55 para las que realizan trabajos manuales y de los 55 a los 58 para las que realizan trabajos de cuello blanco. De esta forma se mantiene la diferencia por sexos en la edad de jubilación.
La decisión la ha anunciado el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP). La reforma entrará en vigor paulatinamente a partir del 1 de enero de 2025. Los plazos de jubilación se irán alargando poco a poco hasta completar el proceso en 15 años. También se amplía el número mínimo de años cotizados para cobrar la pensión, de los 15 años actuales a los 20 años a partir de 2030. No se permitirá la jubilación antes del plazo legal, pero sí se podrá retrasar un máximo de tres años.
China tiene una de las edades de jubilación más bajas del mundo, pensadas para un momento en el que el desgaste físico era muy importante y la esperanza de vida muy baja. En 1960 los chinos vivían una media de 44 años, mientras que en 2024 la esperanza de vida es de 78,6 años, y se espera que supere los 80 en 2050.
La caída de la natalidad y de la envejecimiento de la población provoca una fuerte presión demográfica. La población china decreció en 2023 por segundo año consecutivo.
La Academia China de Ciencias había advertido de que si continúa a este ritmo, la caja principal de las pensiones podría agotarse en 2035. Especialmente preocupante es la situación de numerosos gobiernos locales que se enfrentan a importantes déficits presupuestarios en materia de pensiones.
La batería de medidas pretende ampliar la vida activa de los chinos para que sigan contribuyendo a la economía. Sin embargo, en un momento de crisis con un índice de desempleo al alza, la decisión servirá sobre todo para retrasar el pago de pensiones. Se calcula que durante la próxima década unos 300 millones de chinos tendrán entre 50 y 60 años y estarán a punto de jubilarse.
En la reunión del tercer pleno del comité central, que se ha celebrado este verano, ya se propuso elevar la edad de jubilación y desarrollar el 'economía plateada, es decir, crear más puestos de trabajo para las personas mayores.
La ampliación de la edad de jubilación llevaba años discutiéndose, pero genera un fuerte debate en la sociedad. Entre la población joven, que ahora tiene grandes dificultades para encontrar trabajo, la medida no gusta y en las redes sociales se han quejado de que habrá retrasos sucesivos y les tocará trabajar muchos más años. Incluso proliferan los vaticinios que en el futuro no podrán pagarse las pensiones.