La recuperación poscovid

La economía de EE.UU. se contrae por sorpresa el primer trimestre

El PIB norteamericano se reduce un 0,4% respecto a los últimos tres meses de 2021

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El precio de la vivienda continúa subiendo a los EE.UU., una señal de fortaleza interna de la economía. A la imagen, un barrio residencial de Round Lake Heights, en el estado de Illinois.

BarcelonaLa economía de Estados Unidos sufrió una contracción el primer trimestre de este año. Es la primera caída de la actividad desde el segundo trimestre de 2020, cuando se produjeron los confinamientos más estrictos para frenar la expansión de la pandemia.

Según datos de la oficina de análisis económico del gobierno federal, entre enero y marzo el producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la medida de una economía) norteamericano se redujo un 0,4% en comparación con el cuarto trimestre del año pasado. Se trata, pues, de un giro notable en la evolución de la economía de EE.UU., puesto que el cuarto trimestre de 2021 se cerró con un incremento del 1,7% en relación con el tercero.

La reducción del PIB ha sido inesperada. El gobierno y la mayoría de las predicciones esperaban un frenazo de la actividad, pero pocas auguraban una caída. A pesar de esto, desde la administración presidida por Joe Biden insisten en que la economía norteamericana se mantiene robusta.

En este sentido, las causas de la contracción son diversas. Por un lado, el aumento del déficit comercial y, por el otro, la reducción de inventarios de las empresas. La economía norteamericana todavía sufre los efectos del desabastecimiento y el colapso logístico de las cadenas de suministro globales, que han afectado a muchos sectores y que han provocado un alza de precios y a la vez disminuciones de la producción en algunas industrias.

Otro factor a tener en cuenta es que siguen expirando parte de las ayudas aprobadas por el Congreso durante la pandemia, lo que representa una rebaja del gasto público. Asimismo, el incremento de contagios provocados por la variante ómicron a principios de año también impactó negativamente en la actividad, con un número más elevado de restricciones en comercios y negocios en muchas regiones del país.

A pesar de esto, tanto el mercado laboral como la demanda interna han mostrado signos de crecimiento. La semana pasada se redujo en 5.000 el número de peticiones para el subsidio de paro que recibe el departamento de Trabajo norteamericano, mientras que el consumo de las familias y la inversión empresarial mantienen la aceleración al alza. Asimismo, en febrero los precios de la vivienda subieron un 19%, según el gobierno.

Esta buena marcha del consumo y la inversión tiene como consecuencia el aumento de las importaciones, lo que incrementa el déficit comercial de EE.UU. y, por lo tanto, afecta negativamente al PIB.

La economía ya ha dejado atrás la pandemia

La actividad económica en Estados Unidos hace tiempo que ha superado los niveles logrados antes de la pandemia, lo que no ha pasado, por ejemplo, ni en Catalunya ni en España. El cuarto trimestre del año pasado se cerró con el PIB un 3,1% por encima del cuarto trimestre de 2019 –el último sin el coronavirus –, pero la caída del inicio de 2022 lo ha dejado un 2,8% por encima.

Esta situación no hace prever cambios en los planes de la Reserva Federal –el banco central de EE.UU.– de volver a incrementar los tipos de interés medio punto, como hizo el mes pasado. El objetivo de la Fed es combatir los elevados niveles de inflación, los más altos en las últimas décadas, causados –igual que en Europa– por el encarecimiento generalizado de la energía provocado por la guerra en Ucrania y, todavía, también por los desabastecimientos.

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