Los bisnietos del esquilador de ovejas que triunfan en EEUU

El bisabuelo de Àlex y Eduard Artero, propietarios de la empresa que también se llama Artero, trabajaba como esquilador de ovejas y caballos. Enseguida vio en su trabajo una oportunidad de negocio y se dedicó a vender y reparar los utensilios que necesitaban sus compañeros de profesión. Corría el año 1909 y vivía en Manresa. El negocio creció, y el abuelo de los hermanos Artero tomó el relevo y decidió trasladar el negocio a Barcelona. Abrió un local en la calle Ciutat para vender material a lo que actualmente es el área metropolitana. "Era la época de la posguerra, y para sacar adelante el negocio en más de una ocasión tuvo que ofrecer sus productos gratuitamente a cambio de comida", recuerda Àlex Artero.

La empresa, sin embargo, remontó cuando los perros empezaron a entrar en los domicilios como animales de compañía. “Requerían una higiene que hasta ese momento no tenían”, explica Artero. En ese impasse es cuando su padre cogió el negocio y, tras trasladarlo a la calle del Call, le focalizó al suministro de material a peluquerías caninas. "También empezó a introducir marcas de cosmética para perros y gatos", apunta.

Hace casi veinte años, y ya con los dos hermanos a la cabeza, la empresa decidió dar un paso más y crear su propia línea de cosmética para mascotas, que se llama igual que la empresa y que tiene champús y perfumes, entre otros muchos productos. Este paso les abrió sus puertas a la exportación. Pero más tarde, hace cinco años, tras detectar que el proveedor que tenían en Estados Unidos no acababa de funcionar, decidieron abrir su primera delegación en el país. Uno de los mismos hermanos, Eduard, fue el encargado de arrancarla de cero desde Florida.

“Es un mercado muy grande y muy maduro”, explica Àlex Artero. Para entrar, las claves fueron adaptar los productos a las necesidades de los profesionales de las peluquerías caninas, recurrir a una red de influencers dentro del sector, como Luis Martín del Río, y realizar actos promocionales. Estos “shows” también los celebran en España, como el concurso internacional de peluquería canina que se celebra cada año en el Poble Espanyol.

En estos cinco años los Artero han logrado situar su marca entre las más conocidas del sector en Estados Unidos. De hecho, fue premiada como la marca del año por la revista especializada Barkleigh Productions el pasado septiembre. De los 8,5 millones de euros que facturó la compañía el pasado año, 1,2 eran del mercado estadounidense. Las previsiones para este año son aún más optimistas. “Cerraremos con una facturación de unos 11 millones de euros, y dos serán de las ventas en EE.UU.”, concreta.

La compañía exporta el 45% de sus productos a 40 países, entre los que destacan Italia y Rusia, y emplea a unas sesenta personas.

Sus instalaciones ya hace años que se marcharon de Barcelona a Vilassar de Dalt. En los próximos meses se trasladarán, de nuevo, a una nueva nave del municipio con el triple de capacidad. En medio de esta mudanza los bisnietos de Pascual Artero tienen ya un nuevo objetivo: conquistar Reino Unido y China.