¿Cómo hablar de dinero en una entrevista de trabajo?
La consultora Alexandra Masó da herramientas para valorar cuál es pedir en una nueva propuesta laboral
Tengo una entrevista de trabajo la próxima semana y por ahora no hemos hablado de dinero. ¿Qué sueldo debo pedir respecto a lo que tengo ahora?
Nerea, Sant Cugat
Daré por supuesto que, como comparas el sueldo con tu sueldo actual, estás accediendo a un puesto de trabajo similar y que ya has estudiado los sueldos del sector. A partir de ahí, un cambio de trabajo suele ser una oportunidad para mejorar. Pero mejorar tanto puede significar escalar profesionalmente como rebajar las responsabilidades, pasando por un amplio abanico de opciones en medio.
Si buscas crecer, es razonable pedir un sueldo superior al que tienes ahora. En este caso, asegúrate de vender tus habilidades y beneficios que la empresa obtendrá a largo plazo. Si, por el contrario, buscas un puesto de trabajo que te dé tranquilidad, plantéate un sueldo similar al actual, ofreciendo los beneficios que ya das a la empresa actual.
Asegúrate de que las expectativas salariales que imaginas cubren los beneficios que quieres tener. Para saber si es así, divide tu tiempo en partidas mentales como viajar, relajarme, cuidar los míos, etcétera. Ahora divide tu sueldo (lo que quieres cobrar) entre estas distintas cuentas mentales. Cuando vayas a la entrevista, ten presentes estas partidas e incluye también los beneficios y compensaciones adicionales que la empresa te pueda ofrecer, como flexibilidad de trabajo, seguro de salud y un buen ambiente laboral, que habitualmente aumentan el valor total del paquete de compensación.
Por último, el día de la entrevista ten presente la cifra que quieres pedir, pero intenta no ser la primera en hablar. Tal y como describe el Nobel de economía Richard Thaler, la primera cifra dada es el ancla que conduce al resto de la negociación. Si la primera propuesta la haces tú y la cifra es demasiado baja, puedes perder poder de negociación, porque te verán como una candidata floja. Si es demasiado alta, esa primera cifra puede llevarles a descalificarte mentalmente; es decir, seguirán la entrevista por cortesía, pero te habrán desestimado ya mentalmente. Así pues, deja que la empresa ancore primero.
