Retrasos más económicos para las aerolíneas
En las puertas del verano, el reglamento de protección del pasajero aéreo recibe un golpe importante. Hasta ahora -y así continuará este verano- se compensaban con entre 250 y 600 euros los retrasos en vuelos de más de tres horas, así como las pérdidas de escalas o las cancelaciones notificadas con menos de siete días de antelación.
Sin embargo, la Comisión Europea ha decidido renovar esta normativa de cara a 2026, reduciendo notablemente las compensaciones. Con la nueva regulación, se mantienen los importes de las indemnizaciones, pero aumenta el tiempo mínimo de retraso para que sean de aplicación: se pasará de 3 horas a 4 o 6 horas, según la distancia del vuelo. En la práctica, esto supondrá un 60% menos de pasajeros con derecho a recibir compensación una vez que la norma entre en vigor.
Además, la nueva normativa también permite cobrar por la maleta de mano, un aspecto que hasta ahora no estaba del todo regulado. A partir de ahora, podremos llevar un pequeño bolso personal a la cabina de forma gratuita, pero será decisión de cada aerolínea si cobra o no por la maleta de cabina. De hecho, este cobro ya se está aplicando de forma generalizada.
Con estos cambios, más que proteger al pasajero, parece que se protege a las aerolíneas, que gozarán de mayor flexibilidad para evitar indemnizaciones. Sea como fuere, si durante las vacaciones tenemos una incidencia de este tipo, todavía podemos reclamar por varias vías y hasta cinco años después de los hechos. Es decir, si nos ocurrió hace dos años, todavía estamos a tiempo. En las páginas web de las aerolíneas encontraremos un sencillo formulario para presentar la reclamación. Si la respuesta es negativa, se puede escalar el caso en la AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea). Y si no nos vemos con corazón de hacerlo nosotros mismos, existen muchas empresas que pueden gestionar la reclamación a cambio de una comisión.