Taylor Swift y la realidad de la economía
Andrei Boar repasa el impacto de la inflación en la economía española
La semana pasada Pedro Sánchez dijo que "la economía española va como la carrera de Taylor Swift: imparable". Permítanme que analice algunos factores concretos como los resultados empresariales y los presupuestos familiares.
La realidad es que, según el Banco de España, los costes empresariales no han parado de aumentar durante el primer trimestre del 2024. Y aquí podrá pensar "¿Y a mí en qué me afecta que las empresas tengan más costes?" En el que los precios, indudablemente, acabarán subiendo (más). Y ahora no hablemos del Ibex 35; hablamos de las pequeñas empresas que existen a nuestro alrededor.
Alrededor del 40% de las pymes de nuestro país han tenido pérdidas en 2023. Aunque puede ser sorprendente, es la media de los años de crecimiento económico. Además, las que han tenido beneficios suelen tener un resultado neto del 2% sobre ventas, es decir, de cada 100 euros (sin IVA) que pagamos, 2 se les queda la empresa.
¿Alguien está dispuesto a abrir su empresa y perder dinero? La última propuesta es grabar con un nuevo impuesto los beneficios de las empresas distribuidoras "porque hay familias que no pueden pagar la cesta de la compra". ¿Quién cree que acabará pagando este impuesto? Ya os adelanto que las empresas no.
Como consumidores, nos afecta el bolsillo porque, mientras que la inflación continúa su camino, los sueldos no suben al mismo ritmo y, por tanto, estamos perdiendo poder adquisitivo. Si lo piensa desde el punto de vista de la empresa, nuestros sueldos también son un coste que acabará afectando al precio final. Todo es una rueda.
Las políticas inflacionistas también están cambiando. Por ejemplo, el precio del litro de gasolina rondaba 1,70 € debe hacer un año y medio, cuando existía la bonificación de los 20 céntimos por litro. Hoy, con la gasolina en los mismos valores, ¿alguien habla?
Sólo espero que Taylor Swift tenga una realidad mejor que la actual economía española.