Tiendas donde los adultos prueban los complementos de sus bebés
Las tiendas de Experiencia Bebé crecen con un modelo innovador y no descartan adquirir otras firmas
Un circuito para conducir el cochecito de los niños. Una hamaca de niños de tamaño superaumentado para que los adultos puedan probarla. Vídeos con simulaciones de un accidente de coche para explicar cómo una correcta posición de la sillita de los bebés contribuye a su seguridad. Conferencias sobre temas de pedagogía o pediatría. Todo ello forma parte del concepto creado por David Milla y Ana María Medina en Experiencia Bebé.
En 2009 iniciaron su proyecto en el mundo de las tiendas para niños, y lo hicieron con una tienda de ropa llamada Born to Be, situada en Sabadell, que prohibía los colores azul y rosa. Buscaban hacerse un hueco en el mercado de la ropa para bebés pero sin perder la esencia de lo que querían transmitir: laprecio y emoción por la maternidad y la crianza de los hijos. En 2012 se les presentó la oportunidad de abrir una segunda tienda, esta vez en Sant Cugat, donde incorporaron equipamiento de puericultura como cochecitos, sillitas, cunas, bañeras y otros productos pensados para el bienestar de los niños en los primeros años de vida: "Aprendimos que esta categoría de productos funcionaba a través de la confianza de los clientes".
De allí nació el concepto de Experiencia Bebé, en 2015 en Sabadell y en 2017 en Vic, dos tiendas que ofrecen “una serie deemociones, criterios y transmisión de conocimiento de forma empírica a las futuras familias”.
En otras palabras, quieren conseguir que los padres prueben las comodidades que ofrecen con sus productos.
El diseño de la tienda nació de la necesidad de ofrecer todo lo que internet no puede dar y que supone un valor para el consumidor. Es decir, la tienda no puede limitarse a ofrecer información y vender un producto. “Si vaciamos la tienda de producto, ¿qué queda? Lo que queda es lo que somos, nuestra marca, y aquí es donde comienza el diseño del servicio, la emoción y la transmisión pedagógica de criterio”, explica el propietario.
Este concepto de tienda triunfa en sus establecimientos: “Invertir en formación y en generar criterio propio es entender que la confianza es el camino natural de la venta, y no a la inversa”. Según la propia empresa, la facturación de 2018 se acerca a los 1,5 millones de euros, en torno a un 20% más que el del año anterior. Con cuatro tiendas abiertas y una plantilla que la empresa cifra en 15 trabajadores, tienen “proyectos de expansión tanto horizontal como vertical” en el mercado, gracias a las oportunidades que dan las tiendas minoristas a las nuevas formas de consumir.
En definitiva, su manera de enfocar el negocio hace que esta empresa se salga donde muchos de sus competidores sufren por el auge de la venta por internet.
