Farmacia

Esteve ya puede vender sus medicamentos para el dolor en los Estados Unidos

La farmacéutica catalana empezó la investigación en 2009 y ha destinado una inversión de 600 millones de euros

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Imagen de Torre Esteve, al BcnFira District.

BarcelonaLa fecha del 18 de octubre de 2021 quedará marcada en la historia de los laboratorios Esteve. Fundada en 1929, la compañía catalana ha recibido este lunes la noticia de que el regulador farmacéutico de los Estados Unidos (FDA) ha dado luz verde a la comercialización de Seglentis, un cocristal antiinflamatorio y analgésico para el tratamiento de dolor agudo en los adultos.

La aprobación de la FDA era esperada en la empresa familiar de los Esteve desde hacía meses, en concreto desde que se anunció un acuerdo con la japonesa Kowa para comercializar la E-58425 en los Estados Unidos. Ni entonces ni tampoco ahora se han hecho públicas las cifras del acuerdo, más allá de un detalle: el mercado farmacéutico dedicado al nuevo tratamiento del dolor agudo en los EE.UU. mueve entre 1.000 y 1.500 millones de euros anuales.

Pero el hito para Esteve es enorme, como las expectativas que tiene puestas en ello. La investigación de los cocristales nació en 2009 con el objetivo de dar una nueva vida a la empresa en una época en la que las perspectivas de negocio no eran muy buenas. Al frente del proyecto se puso el doctor Carlos Plata, director científico y médico de Esteve, y enseguida quedó claro que el tipo de medicamento que buscaban se movería en el área del dolor. En primer lugar, porque los datos apuntan a que uno de cada cinco europeos sufren dolor crónico. Y, en segundo lugar, porque es un campo que económicamente tiene mucho peso: en 2015 se calculaba que movía 31.000 millones de euros al año y crecía a un ritmo del 8% anual.

La investigación fue quemando etapas y rápidamente se vio que tres moléculas (la E-58425, la E-52862 y la MuMo-1) tenían un alto poder analgésico. Las tres formaban parte del supercontrato firmado por Esteve con la multinacional farmacéutica Mundipharma en 2015. Si se cumplían todos los supuestos, la firma catalana podía recibir hasta 1.000 millones de dólares. Para entender este interés hay que saber que las moléculas de Esteve no son opiáceos.

Este último detalle es clave: en los Estados Unidos se ha vivido en las últimas tres décadas una verdadera crisis de salud pública a consecuencia de las adicciones a los medicamentos opiáceos. La causaron derivados del opio como el OxyContin, altamente adictivos y que se calcula que en dos décadas causaron la muerte de centenares de miles de personas en el país. Esto propició un alud de demandas que a la multinacional Purdue Pharma le supusieron dos mil denuncias en los tribunales.

Los propietarios de Purdue también eran los propietarios de Mundipharma: la familia Sackler. Y fue la macrocausa judicial que derivó de la pandemia de los opiáceos la que forzó a la multimillonaria familia norteamericana a pagar 8.300 millones de dólares a las víctimas. Este impacto financiero, de paso, rompió a principios del 2019 el acuerdo de Mundipharma con Esteve para llevar al mercado los medicamentos de la farmacéutica catalana.

Pero Esteve perseveró. En mayo pasado anunciaba el acuerdo con Kowa para comercializar el E-58425, que solo estaba pendiente del visto bueno de los reguladores que ha trascendido este lunes. El doctor Plata –que además de dirigir la investigación sufre dolor crónico desde hace más de cuarenta años– valora así el anuncio: "La aprobación de la FDA significa que los médicos y los pacientes adultos de los Estados Unidos dispondrán de una nueva opción para el tratamiento del dolor agudo".

El consejero delegado de la farmacéutica catalana, Staffan Schüberg, expresaba la satisfacción de la empresa: "Estamos muy orgullosos de este logro porque supone el reconocimiento de nuestros esfuerzos diarios para satisfacer las necesidades de los pacientes y abordar los desafíos actuales del tratamiento del dolor agudo".

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