Finanzas personales

La geotermia, más cara pero más eficiente que la aerotermia

La instalación es el principal coste de dos tecnologías sostenibles y que permiten ahorrar dinero

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Instalación de un tierra radiante en un edificio.

BarcelonaCon el encarecimiento del precio de la electricidad y del gas, el coste de encender la calefacción o, cuando llegue el verano, el aire acondicionado se multiplica. Así pues, es un buen momento para buscar sistemas alternativos para calentar la casa (y también el agua) y que, además, también sean más limpios. Dos buenos ejemplos son los sistemas de geotermia y de aerotermia, cada vez más frecuentes y que, a pesar de tener un elevado coste inicial, son muy eficientes y a la larga permiten ahorrar.

La geotermia y la aerotermia son muy diferentes entre sí, pero tienen en común ser sistemas limpios, porque ahorran más emisiones de dióxido de carbono de las que gastan en el funcionamiento. Las instalaciones y sobre todo la fuente de energía son los elementos que los diferencia: la geotermia obtiene la energía del subsuelo y la aerotermia del calor del aire que hay al ambiente.

La geotermia consta de una bomba de calor que se sitúa bajo tierra. La temperatura bajo tierra es de unos 15 grados, de forma que la bomba coge el calor del subsuelo y lo envía hacia la casa cuando se tiene que calentar, mientras que hace el sistema contrario –el calor de la casa se inyecta en el subsuelo– cuando se tiene que rebajar la temperatura de la casa en verano. Esta bomba, que se suele colocar en una habitación cerrada, representa el coste más alto, normalmente de 10.000 euros o más: según los metros cuadrados de la casa, la bomba será más o menos potente y, por lo tanto, más o menos cara.

La perforación del terreno es el otro gran coste. El sistema que capta el calor es un tubo con un líquido, normalmente agua (a veces anticongelante) que se mueve por un circuito gracias a la bomba y que se calienta y se enfría. El precio es de unos 30 o 35 euros por metro perforado a pesar de que dependiendo del tipo de suelo puede ascender hasta 40 euros en caso de tener un sistema de captación vertical, el más habitual y que consiste en hacer un agujero mucho más profundo, de unos 200 metros. El sistema de captación horizontal es más barato, entre 20 y 25 euros por metro, pero pide mucha más superficie de la que tiene que calentar: si la casa tiene 100 metros cuadrados, la instalación necesita unos 150 o 200.

La otra parte de los costes de la geotermia es la instalación para repartir el calor por la vivienda, a menudo con suelo radiante, además de otros componentes de la instalación como el acumulador de agua y el aparato que permite revertir el circuito para usarlo de calefacción o de refrigeración. En total, una instalación puede costar entre 15.000 y 30.000 euros, dependiendo de la medida de la vivienda, el tipo de bomba y el suelo. Esto quiere decir que se tarda años en amortizar, pero el ahorro en consumo eléctrico o de gas es de un 80%, lo que también tiene un impacto ambiental muy positivo.

En cambio, en el caso de la aerotermia el coste de la instalación es más bajo, entre 8.000 y 25.000 euros habitualmente. De nuevo, la bomba es una de las partes más costosas, con un precio a partir de los 1.500 euros, a pesar de que puede llegar a subir a los 12.000 euros.

La bomba aerotérmica absorbe el calor del ambiente, también cuando en el exterior hace frío –la ausencia absoluta de calor se da a -273 grados, una temperatura que no se produce nunca en el planeta Tierra–, de forma que hay un ahorro destacable porque no hay que perforar el suelo. Ahora, el rendimiento no es constante, porque no funcionará igual si el aire al ambiente se encuentra en 10 grados que si se encuentra en 10 bajo cero.

Subvenciones públicas

El sistema ideal para transmitir el calor en casa es el del suelo radiante a pesar de que también funciona bien con otros métodos, como radiadores de baja temperatura y ventiloconvectores (radiadores de aire frecuentes en oficinas o comercios). Si se aprovecha la instalación de radiadores tradicional utilizada con calderas de gas o gasóleo, el rendimiento es un 40% inferior, pero funciona igual.

A pesar del coste elevado de instalar estos dos sistemas, hay que tener presente que las administraciones públicas a menudo dan ayudas, en el contexto de la política para fomentar la transición ecológica. En el caso de la aerotermia, hasta el 31 de diciembre del próximo año hay una ayuda del Gobierno español de un máximo de 3.000 euros por vivienda.

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