Macroeconomía

Girona se plantea decrecer en plena tensión sobre el modelo turístico

El Ayuntamiento ha firmado un convenio pionero en el Estado con dos centros de investigación para explorar políticas alternativas a la lógica del crecimiento

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Grupos de turistas en el centro de Girona, en una imagen de archivo

GeronaLa mayoría de empresas y gobiernos, preocupados por mantener al alza la curva ascendente de sus finanzas, asumen de forma natural que el crecimiento económico es el único camino posible para conseguir riqueza, prosperidad y bienestar. Ahora bien, también existen voces críticas que, contrarias a esta equivalencia de base entre crecimiento y bienestar, consideran que, dado que los recursos del planeta son finitos, es urgente empezar a reducir el consumo y la producción para garantizar unas buenas condiciones de vida.

Este debate ha aterrizado de lleno en el Ayuntamiento de Girona, que recientemente ha firmado un convenio con dos centros de investigación para explorar políticas públicas de decrecimiento (o postcrecimiento, según el término oficial del proyecto) en la ciudad. El acuerdo es pionero en el Estado y tiene como objetivo desarrollar a corto y largo plazo una serie de propuestas que sitúen a la capital gerundense en la vanguardia municipal de la "transición ecosocial" y la "resiliencia al cambio climático". Se trata de una iniciativa de la concejalía de Acción Climática, que recae en Guanyem Girona, un partido en confluencia con la CUP, que encabeza el tripartito que gobierna Girona junto con Esquerra i Junts. El acuerdo coincidió en el tiempo con las protestas de un sector de vecinos contrarios a la llegada masiva de cicloturistas a la ciudad, que desembocaron en pintadas, sabotajes en tiendas de bicicletas y algunas tensiones entre los distintos colores políticos del Ayuntamiento. Esta semana, además, en la capital gerundense también se ha constituido una plataforma ciudadana por el decrecimiento turístico, que suma cientos de adhesiones.

"La teoría del decrecimiento, que ha causado mucho alboroto académico e ideológico desde los años 70, defiende que, para que las generaciones futuras puedan vivir, no podemos seguir creciendo indefinidamente, sino que hay que adaptarnos a los límites planetarios ; los países ricos deben disminuir su crecimiento y debemos gastar menos energía y materiales", sostiene Sergi Cot, concejal de Acción Climática del Ayuntamiento. El convenio, firmado con Research and Degrowth International Dark Matter Labs (DML) y un grupo de investigación de la Universidad de Girona (UdG), quiere trasladar los planteamientos teóricos de los académicos a la realidad de un presupuesto municipal compartiendo datos, banco pruebas, asesorías, formaciones o talleres. "Nos permitirá poner en marcha un proceso participativo con una administración para ver cómo es posible aterrizar nuestras propuestas en la sociedad y, al mismo tiempo, poner de manifiesto como un ayuntamiento como el de Girona, con el modelo actual, se encuentra totalmente atrapado en la dependencia del crecimiento y la masificación turística", defiende Marta Conde, investigadora del laboratorio Research and Degrowth.

¿Debe decrecer quien no llega a fin de mes?

Los partidos de la oposición critican que, en un contexto en el que mucha población tiene dificultades para llegar a fin de mes, la solución no es el decrecimiento sino un desarrollo económico sostenible: "Las clases medias y trabajadoras entienden el valor de la prudencia financiera y conocen el significado de vivir de manera austera, pero la ciudad sigue sufriendo una brecha social demasiado grande y la mitad de los gerundenses tienen dificultades para ahorrar –defiende Silvia Paneque, portavoz del PSC gerundense– Por tanto, es imperativo que el gobierno del "Ayuntamiento de Girona adopte una visión más ambiciosa y tome la iniciativa para el crecimiento, hay alternativas verdes y sostenibles para continuar tanto en términos cantidades como cualitativos", añade.

Ante estas críticas, Sergi Cot rebate que el ideario del decrecimiento no significa cerrar el grifo a todos por igual ni obligar a las clases más desfavorecidas a ahorrar, sino que tiene como objetivo redistribuir la riqueza: "El decrecimiento o postcrecimiento no se hace a tijera, como Javier Milei en Argentina, sino que defiende que las rentas ricas reduzcan el consumo para que puedan aumentarlo las clases trabajadoras, o que hay que estancarnos como país y reducir las emisiones para que puedan crecer otros países en el Sur Global más necesitados", matiza el concejal. "Desarrollo sostenible o crecimiento verde son un contrasentido, con estos términos empresas y gobiernos sólo hacen green washing", añade Conde.

La investigadora también cuestiona la necesidad de obedecer a indicadores económicos crecientes como el producto interior bruto (PIB): "Estamos llegando a un punto en el que nos estamos cargando el planeta, los buenos datos del PIB no quieren decir que la sociedad funcione bien, ya que el crecimiento tiene impactos muy negativos para el medio ambiente, explota los recursos de países poco desarrollados y recorta gastos en salud y educación", sostiene. Y certifica: "Japón, por ejemplo, ya hace tiempo que no crece, y las empresas están viendo que les cuesta encontrar rentabilidad exponencialmente, por eso se dedican a la especulación con la vivienda y encuentran formas de reinventarse con fondos de inversión como BlackRock".

A la espera de las primeras medidas

Una vez avancen los primeros meses de trabajo de los académicos en Girona, ¿cuáles serán las medidas claras y concretas que podrá llevar a cabo el Ayuntamiento? Teniendo en cuenta que las competencias en el ámbito municipal son restringidas, los expertos no prometen ninguna "solución mágica" y el consistorio confía en poder desarrollar políticas públicas relacionadas con la preservación del medio ambiente. Más allá de la gestión estrictamente municipal, según Conde, otras medidas en consonancia con el decrecimiento serían, por ejemplo, "un pacto verde de inversión en renovables, la prohibición de ciertas industrias contaminantes, regular la publicidad que fomenta el consumo, la renta básica universal o la reducción de la jornada laboral".

A la espera de poder traducir y aplicar de alguna manera todos estos escenarios a la realidad gerundense, el Ayuntamiento confía en que otros gobiernos locales liderados por partidos progresistas se sumen al proyecto y se consolide una red de municipios por el decrecimiento. Por el momento, ya ha habido los primeros contactos e incluso se ha interesado el presidente de Colombia, Gustavo Petro.

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