Inflación

El gobierno español aleja la idea de una "recesión" a pesar de la tensión inflacionista

Calviño asume que los últimos cortes del suministro de gas y petróleo añaden más presión a los precios: "No son buenas noticias"

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La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en rueda de prensa posterior al consejo de ministros de este martes.

MADRID"Es evidente que estamos en un momento de grandes incertidumbres y que las noticias sobre la evolución y el impacto de la guerra no son positivas, pero España sigue manteniendo un fuerte crecimiento [económico]". Ha reiterado este martes la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, con el objetivo de alejar la idea de que una "recesión" acecha España, a pesar de la tensión inflacionista. Calviño ha dicho que "todos los organismos" prevén un crecimiento del PIB para este 2022 de, como mínimo, el 4% para España. "Se sigue la senda de fuerte crecimiento", ha reiterado, y ha puesto de ejemplo los últimos datos del mercado laboral y de recaudación. De hecho, Calviño se ha comprometido a recortar el déficit público hasta el 2,9% del PIB y la ratio de la deuda por debajo del 110% del PIB de cara a 2025.

Lo cierto, sin embargo, es que la inflación, el aumento de los tipos de interés y, por lo tanto, una posible desaceleración, así como las tensiones en el mercado internacional del gas y el petróleo, están poniendo contra las cuerdas cualquier brizna de optimismo. Así, Calviño también ha recordado que hace semanas que están advirtiendo que las noticias "no son buenas". "Vienen trimestres complicados", asumía hace justo dos días la titular de Economía. Entre el origen de la preocupación hay los cortes del suministro de gas y petróleo ruso, que Calviño ha cifrado en un 40% y 70% respectivamente, cosa que ha llevado a "duplicar" el precio del primer combustible, ha dicho Calviño. De hecho, el mercado de futuros holandés, la referencia para Europa, para la entrega de gas en agosto ha superado este martes los 175 euros/MWh, un aumento del 8%, y el precio más alto de los últimos cuatro meses (dos semanas antes de la guerra en Ucrania escaló hasta los 200 euros/MWh).

Pero esta escalada del precio no tiene pinta de acabar pronto, ha indicado la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, este martes. De hecho, Ribera ha recordado que está previsto que el gasoducto Nord Stream, el más grande de Europa y que conecta Alemania con Rusia, se detenga el 11 de julio por motivos de mantenimiento. El temor entre las principales economías europeas, incluida la española, es que este parón dure más de lo previsto como un gesto más del presidente ruso, Vladímir Putin, contra los países que considera "hostiles" por las sanciones aplicadas. De hecho, Polonia, Finlandia o Dinamarca ya han visto como Rusia les cerraba el grifo del gas. A esto se añade la disminución del envío de gas por parte de Estados Unidos y la amenaza de una huelga prolongada entre los trabajadores de la petrolera noruega Equinor; elementos que añaden más presión al precio. "Debemos trabajar para cualquier escenario, para estar preparados para instantes que pueden ser complicados", ha añadido Ribera en una entrevista a Telecinco.

Todo ello tampoco ayuda a visualizar un descenso de la inflación, que este mes de junio se ha situado en el 10,2%, según datos anticipados por el INE. A pesar de las medidas desplegadas por el gobierno español, entre las cuales hay la bonificación de los carburantes, la rebaja de los impuestos del recibo de la luz o la puesta en marcha del tope del gas (ahora prorrogadas hasta el 31 de diciembre de este año), el ejecutivo asume que el alza de precios está ahogando a trabajadores y empresas. Por eso ha reunido a los sindicatos y las patronales este miércoles por la tarde para retomar el llamado pacto de rentas y repartir de los daños del choque económico actual.

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