Macroeconomía

Deuda y ahorro: ¿lecciones aprendidas de la Gran Recesión?

Algunas de las secuelas de ese choque económico ayudan a explicar el comportamiento de familias y empresas hoy

Las familias del Estado  han podido rebajar la deuda.
27/07/2024
4 min

MADRIDEstos últimos años ha sido inevitable recordar la Gran Recesión de después de la burbuja inmobiliaria. El impacto económico de la cóvid-19, primero, y el de la crisis energética y de precios, después, han despertado fantasmas que se vivieron entonces: empresas que quebraban; destrucción imparable de puestos de trabajo; créditos, sobre todo hipotecarios, que ahogaron a familias; el rescate del sector bancario; y el despliegue de las políticas de austeridad, entre otros. Sin embargo, de momento no se han materializado, o al menos no de manera generalizada. De hecho, las empresas tienen unos niveles de deuda que quedan lejos de los que se registraron entonces; también las familias, que al mismo tiempo han disparado su ahorro. Es cierto que entre las razones que explican esto último hay muchas coyunturales, pero algunas también están vinculadas a los años antes y después del boom y tienen forma de lección.

"Lecciones de la anterior crisis hay muchas", afirma el economista senior de Funcas María Jesús Fernández, quien de entrada destaca que la primera y más importante es "no dejar que se formen burbujas de crédito ". Durante la burbuja inmobiliaria, el crédito había llegado a crecer a tasas anuales de más del 20%. "Las burbujas de crédito están en el origen de otras burbujas", añade. La otra gran lección a ojos de Fernández es la de evitar un derrumbe de la capacidad productiva: "España tuvo la mayor balanza de pagos de entre las economías avanzadas [un déficit prolongado de esta balanza indica poca capacidad productiva para satisfacer la demanda interna de un país]", recuerda.

Pero vayamos al bolsillo. Por lo que se refiere al ahorro de los hogares, actualmente supera, y con cierto crecimiento, el de los años posteriores a la crisis financiera, pero también de los anteriores. De hecho, registra unos niveles por encima de la media histórica, como destaca el Banco de España en su último Informe sobre la situación financiera de hogares y empresas. En concreto, en el primer trimestre de 2024 la tasa de ahorro de los hogares se situó en el 14,2%, según datos publicados por el Banco de España, y cerró 2023 en el 11,7%.

Taxa d'estalvi de les llars
L'INE calcula la taxa d'estalvi dividint l'estalvi brut entre la renda bruta disponible de les llars i institucions sense ànim de lucre. Dades disponibles als Comptes Trimestrals no Financers dels Sectors Institucionals.

A nadie se le escapa que uno de los principales elementos a la hora de entender este ahorro son las restricciones sanitarias desplegadas en el 2020, durante los peores meses de la pandemia. Estas restricciones ayudaron a disparar el ahorro familiar a niveles de máximos, sobre todo entre los hogares con rentas más altas, que, además de tener mayor capacidad, suelen gastar más en hostelería y ocio. En paralelo, medidas como los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTO) ayudaban a contener sus ingresos.

Con la reapertura de la actividad, las familias han vuelto a consumir, pero en comparación con otras etapas de fuerte crecimiento económico, como la actual, lo hacen de forma más "moderada", reconoce el economista de Funcas. Más allá del impacto de la inflación, el economista no descarta que detrás de este comportamiento exista un "componente estructural", como la sensación de no dejar esa bolsa de dinero en registros de la época del boom, en plena efervescencia del crédito hipotecario, ya la vez de consumo. Cómo se destaca en el artículo "¿Qué ha pasado con el consumo y el ahorro en España durante la Gran Recesión?", publicado en Estadística Española, el ahorro de los hogares en España cayó a la mitad (del 12% al 6% aproximadamente) entre 2003 y 2007, situándose a niveles muy inferiores a los de la media de la Unión Europea. Luego remontó por dos cuestiones clave: la caída de los préstamos, pero también del consumo, sobre todo de bienes duraderos, como destaca el propio artículo. "También se explica por los motivos de preocupación [de las familias] ante la incertidumbre económica", concluye.

"Cuando pasen un par de años más y podamos ver el comportamiento de la tasa de ahorro, podremos tener un poco más claro de qué forma [la mayor preocupación por el ahorro] es una lección aprendida y estructural" , reflexiona Fernández, que pide no pasar por alto el buen momento que vive el mercado laboral y la ligera recuperación salarial. Aparte, el Banco de España ha apuntado a que un cierto nivel de ahorro, pero sobre todo de mucha menos deuda de los hogares –también ha caído a niveles que no se veían desde los años posteriores a la crisis financiera, cuando las familias pudieron empezar a deshacerse de las hipotecas que habían firmado–, se explica porqué el acceso al crédito hipotecario está siendo, precisamente, una quimera para la población joven.

Sin embargo, durante la presentación de la última memoria del Consejo Económico y Social de España (CES), su presidente, Antón Costas, pedía no olvidar los "desequilibrios" que sufre desde hace años la economía española . Mientras que un grueso de hogares han visto que su ahorro ha crecido o se ha mantenido, no ha ocurrido lo mismo entre los que tienen menos ingresos. "Las familias que tienen mucha dificultad para llegar a fin de mes repuntaron en el 2023", alertaba Costas.

Empresas: menos deuda pero menos inversión

Por lo que se refiere a las empresas, la inversión privada está en el punto de mira en un momento en que los resultados evolucionan favorablemente, sobre todo entre las grandes empresas, y los fondos europeos antipandemia deberían dar un impulso. "Efectivamente, las empresas están optando por pagar su deuda antes que invertir", reconoce el economista de Funcas. Esta semana el Banc Sabadell lo ejemplificaba durante la presentación de sus resultados: el endeudamiento de las empresas ha pasado del 141% en 2010, al 82% a finales de 2023.

"El nivel de endeudamiento actual [de las empresas ] es inferior a la media europea y la carga que supone el pago de la deuda es asumible", añade Fernández, quien en todo caso anticipa que las razones por las que no invierten "van más allá de la crisis del 2008" y apunta a una incertidumbre reguladora. Por el contrario, el Banco de España no descartaba tener en cuenta este elemento. "Puede que haya cierto temor [a la deuda]", apuntaba el director de economía y estadística, Ángel Gavilán, durante un briefing informativo con los medios, y añadía cómo el desapalancamiento financiero es uno de sus principales objetivos.

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