Draghi ve "aún más urgente" relanzar a la UE ante el regreso de Trump
Los Estados miembros siguen atascados en una cumbre en Budapest en la discusión sobre cómo financiar el plan del ex primer ministro italiano
BudapestOtro toque de alerta del conocido como el salvador del euro, Mario Draghi. El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a cargar en el Consejo Europeo de este viernes en Budapest contra la lentitud de la Unión Europea a la hora de tomar grandes decisiones y ha instado a los líderes comunitarios a no volver a " posponer" la aplicación de medidas para el relanzamiento de la competitividad del bloque comunitario frente a China y Estados Unidos, sobre todo después de la victoria de Donald Trump. "Ya era urgente por la situación económica en la que estamos actualmente, y aún es más urgente después de las elecciones de Estados Unidos", ha dicho el ex primer ministro italiano.
En la misma línea, Draghi ha pedido a los 27 jefes de estado y de gobierno europeos que la falta de consenso para aplicar las recetas no paralice la UE. "Muchas veces no hemos tomado decisiones importantes esperando el consenso, y el consenso no ha llegado", ha dicho el expresidente del BCE. Y, por eso, les ha instado a no caer en el mismo error ya desplegar su plan multimillonario para salvar el modelo social y económico europeo que presentó el pasado septiembre en Bruselas a petición de la propia Comisión Europea.
De momento, sin embargo, el más caliente está en el fregadero. La división en la Unión Europea sobre cómo financiar el plan esbozado por Draghi, que estima que se necesitarían unos 800.000 millones de euros, vuelve a evidenciar las grandes diferencias que separan los estados miembros del norte y del sur. Mientras que Alemania, Austria y los países nórdicos presionan para no emitir más deuda común y financiar de forma conjunta el plan, Francia, Italia y España apuestan por crear nuevos fondos similares a los de la recuperación de la covid.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, siempre han defendido la conveniencia de sacar adelante unos nuevos eurobonos y, este viernes, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, también ha apuntado que hay que encontrar la forma "de dar las herramientas [financieras] a los estados miembros para que puedan alcanzar los objetivos y las estrategias" que apunta el plan Draghi. "Es una cuestión que debe abordarse, porque las inversiones necesarias son muchas", ha insistido la líder ultraderechista italiana.
De hecho, Italia es el país que más se ha beneficiado de los fondos de recuperación de la pandemia, como España o Francia, y países como Alemania o Países Bajos han sido contribuyentes limpios. En gran parte es por eso que las reticencias en los países del norte son importantes. Y concretamente en el país germánico, que es el mayor e influyente de la UE, todavía pueden ir a más.
Berlín está inmersa en una crisis política que hace temblar el gobierno socialdemócrata y se aboca a elecciones anticipadas. En este sentido, fuentes diplomáticas admiten que "cuesta creer" que la oposición conservadora, que se muestra más dogmática de la austeridad que el canciller Olaf Scholz, pueda apostar por la aprobación de unos nuevos eurobonos si alcanza el poder. "La realidad es la que es, y no podemos ser ingenuos. Debemos trabajar con lo que hay", admite una fuente diplomática de un país partidario de la emisión de deuda común.
Otro "momento de catarsis" para la UE
Varios líderes europeos han señalado que, tal y como ocurrió con situaciones críticas como la pandemia y la guerra de Ucrania, el regreso de Trump a la Casa Blanca puede ser una oportunidad para la UE para que considere la obligación de reaccionar de una vez por todas y recuperar autonomía económica y militar respecto a Estados Unidos. "Puede ser un momento de catarsis", ha dicho el primer ministro belga, Alexander De Croo.
Draghi también ha avisado de que "sin lugar a dudas" la administración Trump cambiará las relaciones con EEUU, y ha alertado de que puede acelerar el desarrollo de las grandes tecnológicas estadounidenses y "dejar aún más atrás" a las compañías de este campo en la UE. Además, el expresidente del BCE teme que el republicano suba los aranceles a la industria tradicional extranjera, que es uno de los sectores en los que las empresas europeas exportan más a la potencia estadounidense.
En cambio, Meloni ha descartado que las relaciones de Bruselas con Washington empeoren por culpa de Trump y ha recordado que Joe Biden ya impulsó unas macroayudas a las compañías de Estados Unidos "para proteger la economía de EEUU", y que "corren el riesgo de crear un desequilibrio" entre la industria de la primera potencia mundial y la UE. "No hay que preguntarse qué pueden hacer EEUU por nosotros, sino que puede hacer Europa por sí misma", ha dicho la primera ministra italiana.
Sea como fuere, existe un gran consenso entre los líderes europeos de que la UE debe recuperar soberanía para ser menos vulnerable a, por ejemplo, el inquilino de la Casa Blanca, los ataques que lanza el régimen de Vladimir Putin o las políticas comerciales de China. Y la mayoría de los dirigentes defienden que para conseguirlo debe seguirse el camino que señala el informe del expresidente del BCE. Sin embargo, la discusión sobre cómo financiarlo se mantiene en punto muerto, y en las conclusiones acordadas este viernes en Budapest se evita mencionar o descartar la creación de unos eurobonos similares a los de la recuperación postcóvido, que es una de las claves de vuelta del plan Draghi y del futuro de la Unión Europea.