Reino Unido

Reino Unido entró en recesión en la segunda mitad del 2023

El Tesoro quiere bajar impuestos antes de las elecciones a cambio de cortar el gasto público después, en un país necesitado de inversiones

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Imagen de la City desde un parque de Londres

LondresSegunda mala noticia por segundo día consecutivo para el primer ministro británico, Rishi Sunak. Si este miércoles los datos sobre inflación restaban en los mismos niveles que el mes anterior, el 4%, este jueves las relativas al crecimiento, apenas publicadas, han mostrado una caída del producto interior bruto (PIB) del 0,3% en el último trimestre de 2023. Si se añaden las cifras de los tres anteriores meses, la conclusión es que Reino Unido entró en una moderada recesión durante la segunda mitad del año pasado. Sin embargo, en el ejercicio total los indicadores presentan un 0,1% de aumento, lo que en la práctica se puede considerar una línea totalmente plana.

La bajada de la producción en toda la economía fue motivada términos generales, por las caídas de más del 1% tanto en la producción industrial como en la construcción. El análisis más esmerado de las cifras sugiere que los resultados experimentados fueron, principalmente, una mayor combinación de inflación y tipos de interés, que han afectado a la capacidad de gasto de los consumidores. Todo ello favoreció la citada caída del 0,3%, más de lo que esperaban la mayoría de analistas.

Dos trimestres consecutivos de caída de la producción terminan, abruptamente, con la promesa del gobierno conservador de favorecer el crecimiento económico a lo largo de 2023. Sin embargo, desde el número 11 de Downing Street, oficina del ministro del Tesoro, Jeremy Hunt, se mantiene la esperanza de que la caída sea de corta duración. La expectativa se fundamenta en la fortaleza del mercado de trabajo, que sigue siendo resistente, con los salarios que suelen superar la inflación. En los últimos años, la prosperidad económica de los hogares del Reino Unido ha crecido a una fracción mínima del ritmo que antes de la crisis financiera de 2008. Y esta evidencia llega cuando, en unos meses, los británicos irán a las urnas por renovar el gobierno conservador o para poner fin a un reinado que el próximo mayo llegará ya a catorce años. El 6 de marzo, en tres semanas, el Tesoro presentará su presupuesto para el año fiscal 2024-25. Informaciones que revelan esta mañana medios británicos apuntan a que Hunt quiere presentar rebajas de impuestos. Sin embargo, a cambio debería apretar aún más el cinturón del gasto público tras las elecciones, probablemente en noviembre. Supondría, en opinión del laborismo pero sobre todo de los portavoces de los más reputados think tanks económicos del país, otro disparo en el pie. Porque Reino Unido necesita, sobre todo, una enorme inversión pública para mejorar sus infraestructuras, imprescindibles para mejorar la productividad.

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