El turismo y la industria impulsan la economía catalana en el primer trimestre

BarcelonaLa industria y el turismo fueron los dos principales motores de crecimiento de la economía catalana en el primer trimestre de este año, según los datos de contabilidad trimestral publicados este viernes por el Idescat, el instituto de estadística de la Generalitat.

Concretamente, entre enero y marzo el producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica de un territorio) aumentó en Catalunya un 0,7%. En comparación con el primer trimestre de 2023, el incremento fue del 2,5%. Estas cifras representan una revisión a la baja de una décima en ambos casos respecto a los primeros datos adelantados por el Idescat en mayo.

Así, la economía catalana creció anualmente una décima más que la media española, que cerró los primeros tres meses del año con un incremento anual del 2,4%, el más elevado entre las grandes economías de la zona euro. "Son datos muy buenos", sobre todo si se tiene en cuenta el "panorama global" de la economía, que a nivel internacional se ha ralentizado en el último año, dice Josep Reyner, presidente de la comisión de economía catalana del Colegio de Economistas de Cataluña.

La inversión en bienes de equipo (la que realizan las empresas en maquinaria, vehículos y otros activos productivos) registró un importante salto del 4,6% respecto al cuarto trimestre de 2023. Sin embargo, en comparación con un año atrás, existe una disminución del 1,1%. "Llama un poco la atención", apunta Reyner, ya que en un momento de entrada en España del grueso de los fondos europeos Next Generation, sería lógico prever una mejora en este punto. Sin embargo, Reyner cree que es necesario analizar los datos de inversión con "cautela" y esperar a ver cómo evolucionan a lo largo del resto del año.

El otro elemento a tener en cuenta para entender la buena marcha de la economía catalana es la destacable subida del 19,2% en un trimestre y del 15,7% en un año del consumo que hacen los extranjeros en territorio catalán. Esta cifra tiene en cuenta, sobre todo, el gasto de los turistas y, además, descuenta los efectos que pueda tener el hecho de que este año la Semana Santa cayera en el primer trimestre, mientras que el pasado año cayó en el segundo trimestre. Así, el turismo es "uno de los motores de la bonanza" que atraviesa la economía catalana, según Reyner.

La industria también tira del carro

Por sectores, la construcción y, más aún, la industria son los dos que más crecieron en relación a finales de 2023, con un 2% y 2,3% de incrementos trimestrales, respectivamente. Destaca la inversión inmobiliaria, que mantiene con buena salud al sector, pero también la buena marcha de la industria a pesar de la baja inversión mencionada y la reducción de las exportaciones, que cerraron en marzo un 2,8% por debajo de un año atrás y un 0,9% por debajo de diciembre pasado. De hecho, la industria ha aumentado su ritmo de crecimiento cada trimestre en el último año.

Reyner recuerda que en 2023 fue "un año de récord" exportador de bienes en Cataluña, por lo que había que esperar un frenazo en algún momento. En este sentido, la mayoría de exportaciones catalanas tienen como destino los países del centro y del norte de la Unión Europea, principalmente Alemania y Francia, dos economías que han sufrido una ralentización de la actividad desde finales de 2022. caso alemán, incluso cerró el 2023 con una caída del PIB. El ambiente de crecientes tensiones comerciales con China (la UE ha aprobado recientemente aranceles en los coches eléctricos fabricados en el gigante asiático) y la incertidumbre geopolítica (en Ucrania y Oriente Próximo) hacen augurar que las exportaciones europeas –y, por tanto, también las catalanas– se moderarán este año.

Por último, el principal sector de la economía catalana, los servicios (representan aproximadamente tres cuartas parte de la actividad económica del país), mantuvo un buen ritmo de crecimiento, con una subida del 0,5% respecto al trimestre anterior y del 2,2% respecto a un año atrás. Parte de estos incrementos se explican por el mantenimiento del consumo de las familias, que en el primer trimestre del año se mantuvo casi plano (cayó un ligero 0,1%) y que en el último año había crecido un 2,2%. Además, el consumo de las administraciones públicas creció también un 4,4% interanual, con una subida del 1,1% entre enero y marzo.