Laboral

Ola de calor: ¿qué medidas deben seguirse en el trabajo por las temperaturas extremas?

Los sindicatos alertan de que la normativa actual todavía deja margen a los incumplimientos en materia de prevención

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Un trabajador de obra bebiendo agua

BarcelonaEl mes de julio se despedirá con una ola de calor, la primera del verano en el conjunto de Catalunya, con temperaturas que subirán por encima de los 40 grados. Estas condiciones climáticas extremas pueden suponer un peligro para los trabajadores que estos días seguirán trabajando al aire libre. El pasado verano el gobierno español ya aprobó un decreto ley para proteger a las personas que debían realizar tareas en espacios abiertos durante su jornada laboral, en caso de que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) decretara alerta naranja o roja. Cuando se dan estas circunstancias, las empresas están obligadas a aplicar las medidas específicas en sus planes de prevención de riesgos laborales y se prohíben determinados trabajos durante estas horas de intensa exposición al sol.

Según datos publicados este último mes por el sindicato UGT, durante el 2023 se registraron 199 accidentes laborales con baja, de los que dos fueron mortales, relacionados con el calor o la insolación, un 27% más que el año anterior. A estos también hay que sumarle los accidentes por efectos de las temperaturas extremas, la luz y la radiación, que fueron 105. En total se trata de 304 casos relacionados con este tipo de fenómenos meteorológicos. "Consideramos necesario intensificar las visitas a los centros de trabajo por parte de la Inspección, con el objetivo de controlar el cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales, por lo que sería necesario que se destinaran más recursos, tanto humanos como materiales, de forma inmediata", denuncia la organización.

Para los sindicatos, la normativa actual todavía tiene vacíos y permite que algunas empresas sigan sin proteger adecuadamente a sus trabajadores. Esta semana CCOO de Catalunya exigió modificar la jornada laboral del sector de la construcción durante los meses de verano e incluirlo en el convenio colectivo para evitar incumplimientos. El motivo es que se han encontrado con compañías –sobre todo subcontratos, en las que hay más precarización– que sólo aplican medidas preventivas cuando hay una alerta de la Aemet, aunque las condiciones lo exigirían antes de llegar a ese límite . Concretamente, urgen avanzar la hora de inicio para reducir las horas de mayor calor y que este nuevo horario quede recogido en un calendario de obligatorio cumplimiento para el sector. En otras comunidades autónomas como Madrid ya existe esta jornada continuada en el convenio autonómico, que dura del 15 de julio al 16 de agosto.

La ley de prevención de riesgos laborales española –de 1995– incluye algunas disposiciones referentes al calor extremo en los espacios de trabajo, pero precisamente está en marcha una mesa de diálogo social entre el ministerio de Trabajo, los sindicatos y las patronales por actualizar- y adaptarla a las necesidades actuales. La normativa vigente establece, por ejemplo, que en el caso de los locales cerrados en los que se realicen trabajos sedentarios como oficinas, la temperatura deberá estar fijada entre los 17 y los 27 grados. En aquellos donde se realizan trabajos ligeros estará comprendida entre los 14 y los 25 grados. En cuanto a la humedad relativa, debe estar entre el 30 y el 70%, excepto en los espacios donde existan riesgos por electricidad estática, cuyo límite inferior será del 50%. Para los trabajos al aire libre, lo que rige por ahora es el decreto ley aprobado el pasado verano.

Riesgo para la salud de los trabajadores

"Durante muchos años ha sido un riesgo muy puntual, pero ahora ya es un riesgo con el que deberemos convivir. Hay que aplicar medidas de prevención y para reducir la exposición de los trabajadores a estas condiciones y después tratar de adaptar el trabajo a las circunstancias en las que debe llevarse a cabo", decía recientemente Mariano Sanz Lubeiro, secretario de salud laboral y sostenibilidad medioambiental de CCOO. Sin embargo, el problema que ven los sindicatos en las regulaciones actuales es que el hecho de activar las medidas de prevención según las alertas de la Aemet no tiene en cuenta que las condiciones ambientales de cada región son diferentes. Es decir, no son lo mismo 30 grados en Bilbao o Murcia que en Lleida.

Más allá de adaptar las jornadas para evitar las horas de mayor exposición al sol o de mover las tareas más duras a los momentos más frescos del día, también ayuda a prevenir estos riesgos ofrecer crema solar y agua fresca a los trabajadores, instaurar más descansos, utilizar los espacios de sombra o instalar termómetros en el entorno laboral para que los propios trabajadores puedan comprobar la temperatura antes de empezar a encontrarse mal. Además, han empezado a desarrollarse pulseras térmicas que alertan cuando la temperatura corporal de la persona sube demasiado para evitar un golpe de calor que pueda ser incluso mortal. Estas medidas deberán pactarse entre la empresa y la representación de los trabajadores e incluirlas en el plan de prevención de riesgos laborales.

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