El vértigo del "inmigrante" que creó Mango
Isak Andic, fundador del grupo textil catalán, deja el perfil bajo para recoger el Premio Reino de España
BarcelonaEs caro de ver, tan discreto que las fotografías que tenemos llegan con cuentagotas. Pese a ser uno de los principales empresarios de Catalunya, no es habitual ver a Isak Andic en un escenario como el de este lunes en el campus barcelonés de la escuela de negocios Iese. El fundador de Mango ha cambiado su perfil bajo por una audiencia llena de autoridades y otras caras visibles de los negocios para recibir el Premio Reino de España en la Trayectoria Empresarial, un galardón organizado por el Círculo de Economía, el Círculo de Empresarios y el Círculo de Empresarios Vascos.
Tras acercarse la mano al corazón repetidamente en señal de agradecimiento, Andic admitió que lo que sentía sobre todo en esta ocasión era "vertígeno". "Tengo que confesar que tengo una mezcla de sentimientos", ha dicho. Porque pese a recoger un premio que celebra sus más de 50 años haciendo crecer al principal grupo de la moda catalana, el empresario reivindica que se siente con el espíritu "de una persona joven" y que todavía quiere seguir mejorando.
Además de la familia, los amigos y el equipo "que está llevando a Mango a un nuevo nivel", Andic también ha dedicado el premio a sus "colegas", aquellos que hoy le reconocían los méritos y que saben mejor que nadie "cuánto sufrimiento y también cuánta satisfacción supone crear una empresa". Pero se ha acordado de dos de ellos en particular: Mariano Puig y Enrique Legrain, ambos empresarios de la perfumería. "Fueron los que me dieron buenos consejos e integraron a este inmigrante en esta sociedad", ha dicho el empresario turco, que llegó a Barcelona cuando era un adolescente.
De las blusas a los 3.000 M€ en ventas
Otro Puig –Marc, hijo de Mariano y presidente actual del gigante catalán de las fragancias– también ha aparecido en el vídeo en el que otros directivos como el presidente del Banc Sabadell, Josep Oliu, han alabado al fundador de Mango. "Quien tiene la suerte de poner a un Isak en su vida, es feliz", insistía el banquero con una sonrisa. Todos ellos se han referido a los inicios "humildes" en los que Andic vendía blusas bordadas en una pequeña tienda de la capital catalana y han elogiado el gran salto de la compañía, que ahora factura más de 3.000 millones de euros y cuenta con una plantilla de unos 15.500 trabajadores.
La glosa de los éxitos del empresario ha terminado con las palabras del rey Felipe VI, que le ha entregado el premio y lo ha reconocido como un "modelo claro de una persona hecha a sí misma". "Ha demostrado que, con mucha voluntad, empuje y determinación se puede llegar muy lejos. Tan lejos como uno mismo quiera", ha dicho el monarca. El conseller de Empresa, Roger Torrent, no pudo asistir a un acto en el que se esperaba su presencia.