¿Por qué la opa en el Sabadell todavía no ha terminado? Estos son los siguientes pasos
El papel del ejecutivo en el proceso debería durar mes y medio y la decisión definitiva dependerá de los accionistas del Sabadell
MADRIDUna vez que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha autorizado con compromisos la opa del BBVA en el Banc Sabadell, se abre un nuevo calendario, no exento de incertidumbres. Pese al visto bueno de Competencia, la operación aún no se ha resuelto: ni la absorción del BBVA sobre el Banc Sabadell, ni tampoco la fusión de ambas entidades en una sola. Éste es el calendario a partir de ahora:
Primera parada: ministerio de Economía
Una vez se publique el informe de Competencia, la operación dará el salto a la mesa del ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Él tiene quince días laborables desde la publicación del informe para decidir si envía el dictamen de la CNMC al consejo de ministros. Esto abriría la fase 3. "Máxima prudencia", indicaban fuentes del ministerio de Economía este miércoles por la noche, y explicaban que, una vez tuvieran el informe, lo analizarían con "rigor y detalle".
Segunda parada: consejo de ministros
Teniendo en cuenta que Carlos Cuerpo (PSOE) se ha mostrado contrario a la operación, aunque recientemente ha rebajado el tono, todo el mundo da por hecho que elevará el informe de la CNMC al consejo de ministros de forma que pueda decir su opinión. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, pero también cara visible de Sumar, Yolanda Díaz, ha instado ya al ejecutivo de Pedro Sánchez a frenar la operación. El gobierno también podría recibir las presiones de los independentistas, ERC y Junts, socios habituales en el Congreso de los Diputados, e incluso del PSC. Todos ellos se mostraron contrarios a la opa.
La ley de defensa de la competencia da al consejo de ministros la potestad de exigir mayores compromisos. Sin embargo, éstos no podrán estar vinculados a la competencia (una función que recae en la CNMC), pero sí a razones "de interés general". Fuentes consultadas por el ARA apuntan a que el gobierno podría añadir compromisos vinculados a motivos territoriales o sociales, como el arraigo del Sabadell en Catalunya o la posible pérdida de puestos de trabajo, sobre todo calificados; pero también vinculados al impacto económico de la operación. "El Sabadell es una entidad saneada que da beneficios, y eso es muy distinto a tener un banco en peligro", recuerda una fuente empresarial.
La ley da al gobierno español un mes para decidirse desde que el ministerio de Economía eleva el informe. De esta forma nos situaríamos a finales de junio (si agota el plazo). Ahora bien, según publicó la agencia Efe, fuentes conocedoras del proceso apuntaban a que este plazo depende exclusivamente del gobierno central y, por tanto, "podría ampliarse".
Tercera parada: CNMV y votación de los accionistas
Una vez se sepa qué hace el gobierno español, el BBVA puede continuar con la opa (salvo que el ejecutivo de Pedro Sánchez apruebe unos compromisos inasumibles para la entidad vasca y ésta dé marcha atrás). Será entonces el turno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El regulador bursátil español deberá aprobar el folleto de la operación (un documento inmenso en el que el BBVA lleva meses trabajando y donde se detalla toda la información de la opa: impacto, beneficios, riesgos, etc.).
Una vez aprobado el folleto, la propia CNMV abrirá el período de aceptación de la opa (la votación clave en la que los accionistas del Banc Sabadell decidirán si venden o no sus títulos). Este período puede durar 30 o 70 días como máximo (en función de lo que elija BBVA). Durante este tiempo, la entidad vasca puede mejorar la oferta, aunque ha dicho que no lo hará, para tratar de hechizar a los accionistas del Banc Sabadell. Hasta cinco días antes de la votación final puede hacerlo.
Cuarta parada: ¿fusión?
Si un 50,1% de los accionistas del Sabadell votan a favor de la opa (límite establecido para BBVA), la entidad vasca tomará el control del Banco Sabadell. Pero de entrada el Sabadell será una filial. El objetivo final del BBVA es la fusión (de dos bancos, hacer uno). Esto requiere la aprobación del gobierno español. El escenario de un banco opado, pero no fusionado, no se ha descartado, aunque el BBVA vería entonces esfumarse parte de las sinergias (reducción de costes) que ha calculado con la operación. En cualquier caso, el BBVA deberá solicitar la fusión y ya ha dicho que no tiene prisa.