Tener máquinas por compañeros de trabajo: la próxima revolución que llega con la IA agentiva
Los 'agentes' se presentan en el MWC como la tendencia evolutiva de la IA en nuestro día a día


BarcelonaImagínese que es un empresario y que debe tomar una decisión financiera. En vez de empezar a reunir a todos sus expertos, llamar a los gestores e informarse de la situación de los mercados, de la competencia y de los riesgos geopolíticos, se pone unas gafas de realidad virtual y, ante él, le aparecen los agentes que necesita en forma de avatar: uno le resume las noticias de actualidad vinculadas a su problema, el otro le describe la situación .
Esta escena, que hoy todavía nos parece salida de una película de ciencia ficción, no está tan lejos de hacerse realidad. De hecho, el Mobile World Congress ha sido testigo de demostraciones así; ésta, concretamente, de la mano de Sergio Gago, director de IA y cuántica en Moody's [en la foto]. Se trata de una de las muchas aplicaciones que tiene la inteligencia artificial agentiva (agentic AI, en inglés), un paso más allá de la IA generativa que conocíamos hasta ahora, y que permite que los softwares evolucionen para que sean nuestros agentes o ayudantes, tanto en el trabajo como en la vida personal.
De hecho, los agentes ya comienzan a ser parte de nuestro día a día, a través de chatbots de ayuda dentro de páginas web de servicios, por ejemplo, pero todavía no están del todo desarrollados. Ahora bien, según el director científico de tecnologías digitales de Eurecat, Joan Mas Albaigès, "el 2025 será el año de la IA agentiva", asegura en declaraciones al ARA.
"La IA generativa tiene un conjunto de algoritmos pensados para crear nuevos contenidos, de imagen, sonido, código de software, etcétera. Aparte de ello, seguimos desarrollando la IA clásica, que es la que permite hacer predicciones. Es de lo que habían sido hasta ahora", detalla Mas Albaigès.
"Antes, los agentes eran piezas de software que podían funcionar con condiciones muy restringidas, pero con la IA agentiva ampliamos el campo de acción y les hacemos mucho más autónomos", explica el experto. Estos agentes pueden servir para muchas cosas, y no necesariamente en forma de avatar.
El campo de la industria es un ejemplo claro: actualmente ya se emplea el mantenimiento predictivo, que es importante en fábricas porque predice cuando una máquina puede tener un fallo; pero si aquí se suma la agentiva, se da un paso más allá. "A la maquinaria se le añade un software adicional que no sólo predecirá los fallos, sino que además nos dirá qué hará falta para arreglar la máquina, programará el calendario de las operaciones de reparación, será capaz de buscar a los operarios para realizar aquella operación, etcétera", explica Mas Albaigès.
"Básicamente, lo que hará será automatizar procesos con una autonomía que hasta ahora no tenían", añade el experto. Además, estos agentes de software "aprenderán de la experiencia", lo que supone un paso adicional a la automatización que conocíamos hasta ahora.
Humanos y agentes, compañeros de trabajo
Los campos de aplicación de la agentiva son prácticamente todos, incluso el sector médico, en el que se podrán tener agentes que organicen todo el proceso de admisión de pacientes, programación de visitas, operaciones, etcétera. "Todo esto ya se está desarrollando; por ejemplo, Microsoft está haciendo agente para controlar las redes de 5G", apunta el experto de Eurecat.
La redefinición del trabajo con los agentes fue un tema principal en la charla La web es dead: Agente AI y el riesgo de post-web era, con un debate entre expertos de Microsoft, Databricks y Citi Global celebrado en el MWC. Según Rick Lievano (Microsoft), "la web está flexible, no está muerta": "Estamos buscando un mundo en el que quizás, en vez de haber una app para todo, hay un agente para todo", reflexiona.
"Queremos tener una visión en la que cada empleado tiene un asistente personalizado para sus necesidades y aumenta su productividad –dice Lievano–. Cada proceso empresarial tendrá un agente, lo que mejorará cualquier proceso empresarial". En definitiva, "los humanos y los agentes serán compañeros", afirma. Asimismo, asegura: "En la compañía tenemos unos 100 agentes y lo que hemos visto es que son buenísimos eliminando el trabajo repetitivo; esto también aporta a las personas la posibilidad de pensar, ser más eficientes, utilizar mejor el tiempo".
Por su parte, Sophia Bantanidis (Citi Global) asegura que "las interacciones con el mundo digital cambiarán por completo, serán más dinámicas, basadas en conversaciones, con interfaces". Asimismo, asegura que la clave está en "el equilibrio en la toma de decisiones": "La CE dice que los clientes no deben estar sujetos a decisiones tomadas únicamente por un proceso digital, siempre debe pasar por unas manos humanas antes de llegar al cliente", explica. Según Bantanidis, "lo que deberían hacer ahora las compañías es invertir en la interacción humano/IA".
"Uno de los conceptos erróneos que estamos dando es que la IA es totalmente autónoma, y eso no es verdad. La narrativa que damos a los empleados debe ir hacia aquí, hacia la interacción y no la sustitución, porque si los trabajadores lo reciben bien, el resultado será mucho mejor. La clave es ir todos a la par", asegura.