Musk demanda a un grupo de anunciantes y les obliga a cerrar
El magnate carga contra una coalición de marcas que velan por la moderación de los contenidos
BarcelonaUna coalición sin ánimo de lucro formada por grandes anunciantes ha informado de que deberá cerrar después de que esta semana reciba una demanda interpuesta por X (el antiguo Twitter), ahora propiedad del magnate Elon Musk. Según ha avanzado este viernes el New York Times, la Global Alliance for Responsible Media (GARM) ha enviado un correo a sus miembros para avisarles de que dejará de funcionar dos días después de que el empresario les acusara de orquestar un boicot contra su red social.
La demanda de Musk asegura que el grupo de anunciantes ha infringido leyes antimonopolio al coordinarse con las marcas para disuadirlas de gastar su dinero en la plataforma de mensajes cortos. Aunque la Federación Mundial de Anunciantes (quien impulsa a GARM) negó que la coalición hubiera infringido la ley, admitió que GARM no contaba con los recursos financieros suficientes para seguir operando mientras se pelea con X en los tribunales. Su director ejecutivo, Stephan Loerke, expresó en un correo electrónico que, pese a confiar en que la justicia les dará la razón, el grupo cesaría de inmediato sus operaciones.
Directivos de X han celebrado la noticia del cierre de GARM en la misma red social. "Ningún grupo pequeño debería poder monopolizar lo que se monetiza", ha reclamado Linda Yaccarino, directora ejecutiva de la red social, en una publicación. “Éste es un reconocimiento importante y un paso necesario en la dirección correcta. Tengo la esperanza de que esto signifique que se avecina una reforma a todo el ecosistema”, ha afirmado la ejecutiva.
Dudas sobre la era Musk
Esta disputa entre GARM y X empezó con la compra de la plataforma por parte de Musk en 2022 por 44.000 millones de dólares. Entonces el multimillonario sudafricano prometió que empezaría una nueva era en la red social, sin restricciones en la libertad de expresión, y anuló muchas de las reglas internas contra los discursos de odio y la desinformación. Como respuesta, muchas marcas dejaron de publicar sus anuncios en X, temiendo que aparecer junto a publicaciones machistas o xenófobas perjudicara su imagen. A raíz de la adquisición, GARM recomendó a los anunciantes que pusieran en pausa este gasto y varias empresas importantes, como CVS y Unilever, lo hicieron.
Según la demanda presentada por X en un tribunal federal de Texas, GARM "conspiró" con las principales marcas para "retener colectivamente miles de millones de dólares en ingresos publicitarios" y evitar que se destinaran a esta red social. Esta coalición nació, precisamente, en el 2019 tras un tiroteo masivo en Christchurch (Nueva Zelanda) que se retransmitió en directo por Facebook, para exigir a las plataformas que adoptaran políticas de moderación de contenidos más estrictos.