El cambio climático afecta el comportamiento de los pájaros y el lugar donde viven

La crisis climática provoca más cambios de hábitos en las comunidades de pájaros del norte de Europa y menos en las mediterráneas

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Corb marino secando sus alas en Sant Pol de Mar (Maresme).

BarcelonaLas temperaturas que hace cincuenta años se registraban a principios de abril ahora se dan a primeros de marzo, y los otoños y los inviernos son cada vez más cálidos. Estos cambios han generado alteraciones en el ciclo vital de plantas y animales, con importantes asincronías en las interacciones entre las especies, por ejemplo entre las plantas y sus polinizadores o entre las plantas y los herbívoros. Del mismo modo, el cambio climático y el calentamiento global están provocando variaciones en el comportamiento de algunas especies de pájaros y el lugar donde viven. Así lo corrobora un estudio publicado recientemente en el Journal of Animal Ecology, que pertenece a la British Ecological Society. El estudio analiza los cambios en las comunidades de pájaros de ocho países europeos, Canadá y los Estados Unidos entre 1980 y 2016, con datos de más de 1.200 especies (unos 3.000 millones de pájaros de población total). Esta información es posible gracias a la participación de ornitólogos voluntarios que en el Mediterráneo se ha podido llevar a cabo gracias al Instituto Catalán de Ornitología, dentro del Plan de Seguimiento de Pájaros Comunes en Catalunya (SOOC). Este proyecto tiene como objetivo determinar las tendencias de las especies de pájaros comunes y, a partir de los datos obtenidos, generar indicadores ambientales.

El cambio climático afecta también el comportamiento y el lugar de vivir de algunas especies de pájaros.

Para llevar a cabo el estudio los investigadores han calculado la temperatura media del lugar donde vive cada especie y, a partir de este valor específico y de los datos de seguimiento de los pájaros, sale la temperatura asociada a cada comunidad, lo que llaman CTI (community temperature index). Analizando el valor del CTI para más de 10.000 áreas de muestreo de biodiversidad, desde Escandinavia hasta la cuenca Mediterránea, se ha observado que este índice ha aumentado en el periodo 1990-2016 en los desplazamientos hacia el norte. Esto no solo se explica por la llegada de nuevas especies sino también por cambios en la abundancia de las poblaciones, de acuerdo con los óptimos térmicos de cada especie. El incremento del CTI durante el periodo de estudio se hace patente en la mayor parte de países europeos, pero los datos analizados revelan un desplazamiento hacia el norte mucho más destacado en los países escandinavos, donde los efectos del cambio climático serían más pronunciados que en los mediterráneos.

Así, algunas de las conclusiones a las que han llegado los científicos son que, por ejemplo, algunas comunidades de pájaros de Europa y de los Estados Unidos están cambiando los hábitos y suben de latitud buscando ambientes más frescos o ya no migran hacia el sur debido al ambiente cada vez más suave del lugar donde habitan. Estos cambios de hábitos son más evidentes en invierno que en otras estaciones del año. Esta discrepancia estacional se debe probablemente al hecho que los individuos son menos fieles al lugar en invierno y pueden cambiar más fácilmente el lugar de hibernación en respuesta al clima en comparación con la temporada de reproducción, cuando los pájaros están ligados a un entorno concreto durante meses porque hacen nidos y  ponen huevos, con la intención de no abandonar la descendencia incluso si las condiciones climáticas no les son muy favorables.

Pero si una cosa queda clara es que las aves migratorias se mueven hacia donde haya más alimento, huyendo de las heladas e inviernos crudos, pero la tendencia de los últimos años, con inviernos suaves, les permite encontrar alimento fácilmente donde están y ya no tienen la necesidad de moverse a otro lugar a pasar el invierno. Otra conclusión que se extrae del estudio es que en el Mediterráneo estos cambios en el comportamiento de los pájaros son menos presentes debido a, en parte, el hecho que no llegan muchas especies de África y también porque debido al aumento de la masa forestal algunas especies han encontrado un ambiente más templado para vivir y no han tenido la necesidad de moverse. Otros factores determinantes son que, por ejemplo, la temperatura media no ha cambiado tan notablemente como en el norte de Europa, y a la presencia de numerosos microhábitats y microclimas que permiten que las especies puedan adaptarse fácilmente, a pesar de las anomalías térmicas registradas.

En la cuenca Mediterránea, con más microclimas y microhábitats, el efecto del cambio de hábitos es menor que en los países del norte de Europa.
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