La pequeña victoria de Laporta en medio de las dudas con la reapertura del Camp Nou
El Ayuntamiento permite alargar unas horas la jornada laboral, aunque sigue sin ver claro otorgar los permisos este verano


BarcelonaNo es casualidad que cada vez que el Barça menciona en público al Ayuntamiento de Barcelona, lo haga con palabras muy elogiosas. El club sabe perfectamente que el éxito del Espai Barça depende de que el consistorio barcelonés se ponga bien en muchos aspectos. Como por ejemplo, la autorización para alargar las horas de trabajo en el exterior del estadio con maquinaria ruidosa. Este lunes, precisamente, el club recibía una buena noticia. El Ayuntamiento, con el visto bueno de los vecinos de Les Corts, prorrogaba hasta el 30 de abril la licencia para trabajar ininterrumpidamente en el exterior de las 8 h del lunes a 24 h del viernes los días laborables, y de 10 ha 20 h los sábados. Una pequeña victoria, pero muy celebrada en las oficinas azulgranas.
Las obras han acumulado varios meses de retraso y cualquier intento de volver a casa al inicio de la temporada 2025/26 implica avanzar mucho trabajo en el exterior del estadio. Los operarios que trabajan sobre el terreno aseguran que las gradas primera y segunda están muy adelantadas y que el césped puede instalarse pronto. Pero el gran caballo de batalla es la estructura de la tercera gradería y las obras del macroaparcamiento enterrado. ¿Se puede jugar al fútbol profesional en el interior? Sí, pero hay que poder hacer entrar y salir a 60.000 personas cumpliendo todos los requisitos de seguridad. Y esto, con accesos provisionales, no todo el mundo lo ve posible.
Hasta hace no mucho, el Barça estaba convencido de que las licencias de reapertura serían fáciles de conseguir. Hacía falta "muy buena voluntad" –en palabras de los técnicos en esta materia–, aunque ya se había trabajado discretamente en los despachos. Pero, como aseguran al ARA fuentes conocedoras del caso, una serie de cambios internos en el consistorio ponen en riesgo que se pueda cumplir con el plan de regreso que el presidente Laporta y los suyos tenían en la cabeza. En el club piden calma y explican que todavía no se han solicitado los permisos, sino que se hará "cuando llegue el momento". Ahora bien, a los encargados de firmar todo el papeleo no les hace falta la instancia azulgrana para expresar sus reservas. Por lo menos, hasta que se haya avanzado más. "Hay demasiada provisionalidad. Es una cuestión de seguridad", sostienen las fuentes consultadas.
La licencia para ampliar la jornada laboral en el Camp Nou, clave para acabar las obras a tiempo
Por eso era importante acelerar las obras, que hasta hace dos semanas podían llevarse a cabo las 24 horas del día, pero sólo, eso sí, en el interior del recinto y para tareas no ruidosas o que no requirieran maquinaria. El consistorio ya ha hecho saber al club –y ha tranquilizado a los vecinos– que seguirá realizando controles periódicos para asegurar que la licencia se cumple al pie de la letra. Mientras, el Barça confía en que esta medida, de momento excepcional, pueda prorrogarse indefinidamente en el tiempo. Lo único que no podrá hacer el club es trabajar los días festivos de Semana Santa ni realizar tareas en la zona del Mini Estadi más allá de las ocho de la tarde.
Mientras, la gran duda es si el Barça podrá devolver al Camp Nou a principios de la próxima temporada o no. Aunque la recomendación de los técnicos especialistas es alargar su estancia en Montjuïc, la junta argumenta razones económicas para acelerar la reapertura del estadio. Las fuentes oficiales se limitan a decir que "la previsión" es empezar el nuevo curso en casa y que "no está previsto" jugar más allá de mayo en el Estadi Olímpic. Sin embargo, nadie se atreve a garantizarlo al 100%. De este regreso dependerá el presupuesto de la temporada 25/26 y, también, las opciones de contabilizar como ingresos los 100 millones de la venta de 425 asientos vip, aspectos clave en el fair play financiero. O sea, que el Barça tenga la capacidad de fichar a jugadores.
BSM sigue sin saber si tendrá que desmontar el estadio de fútbol en Montjuïc definitivamente
Esta incertidumbre se extiende en Montjuïc, donde los responsables de BSM –la empresa que gestiona los equipamientos del anillo olímpico– espera instrucciones de cara al verano. Hace sólo unos meses, todo el mundo daba por hecho que el Barça se despediría del Estadi Olímpic Lluís Companys este curso. Ahora no lo tienen tan claro. "El club dice que se irá, pero también tenía que marcharse en noviembre. A nosotros nadie nos ha dicho nada", comentan fuentes de la empresa por unas tareas que pueden llegar a movilizar a más de doscientas personas. En mayo, terminada la Liga, se desmontará el campo de fútbol y se habilitará el estadio para realizar conciertos. Ahora bien, toda una serie de material, como los turnos homologados por la Liga, deberían enviarse al Camp Nou y, de momento, no ha programado el traslado.
En cambio, BSM sí ha programado dos conciertos, más allá de los ya previstos en junio y julio: uno de Blackpink el 9 de agosto y otro de Post Malone el 12 de septiembre. Con Montjuïc ocupado, la lógica invita a pensar que el Barça se va para no volver. Pero en mayo también tenían que dar un concierto los Rolling Stones y al final la gira se canceló...