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El Barça, enfrentado con el auditor por 100 millones de euros

Crowe expresa dudas con la venta de los asientos 'vip' del nuevo Camp Nou

Laporta y otros directivos del Barça, como el vicepresidente deportivo Rafa Yuste (izquierda), en el palco de Montjuïc.
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Barcelona"Nosotros no somos la policía ni Hacienda, así que si los clubs presentan operaciones firmadas por un auditor, no podemos decir que no", decían desde la Liga el 30 de diciembre. "No sufría, que todo se hará siguiendo los estatutos", apuntaban el mismo día desde las oficinas del Camp Nou. Estas respuestas se enmarcan en la última corredera del Barça de Joan Laporta para resolver temas relacionados con el fair play financiero y la inscripción de futbolistas. Las licencias provisionales de Dani Olmo y Pau Víctor caducaban con el cambio de año y había que encontrar soluciones financieras para consolidar el registro de ambos futbolistas en la Liga. A pesar de saber desde hacía meses que el acuerdo de renovación con Nike no serviría para arreglar ese descosido, la junta de Laporta esperó hasta el último segundo para trabajar en una alternativa: vender derechos sobre asientos vip del nuevo Camp Nou a dos empresas árabes a cambio de 100 millones de euros.

Todo fue tan justo que el papeleo y las garantías de pago exigidas por la Liga no se completaron hasta el 3 de enero, cuando las licencias de Olmo y Víctor ya habían caducado. El Barça necesitó tres días de margen para tener 58 de los 100 millones en caja (30+28) y un informe auditor favorable a la imputación de estos 100 millones como ingreso extraordinario en el actual ejercicio económico. La jugada permitía al club volver a la regla 1/1 del límite salarial y garantizar las inscripciones, pero como los documentos llegaron tarde sólo una cautelarísima concedida por el Consejo Superior de Deportes (CSD) restauró las licencias de los jugadores. Ahora, con la medida a punto de caducar (lo hace el 7 de abril), Laporta necesita que la nueva auditora del club, Crowe, valide una operación que despertó las sospechas de la Liga cuando vio que 28 de los 58 millones acreditados procedían de una empresa, propiedad del moldavo Ruslan Birladeanu, con un capital social de sólo 3.000 euros.

A principios de enero el Barça obtuvo el visto bueno para los asientos vip de una auditora de transición de la que fuentes oficiales azulgranas esconden el nombre. No fue Grant Thornton, con quien la entidad ya había partido peras por profundas discrepancias en el tratamiento contable del agujero negro de Barça Vision, ni tampoco Crowe, que expresa dudas sobre la estructura de la operación. Fuentes cercanas de la junta directiva de Laporta apuntan al ARA que la tercera compañía que fiscaliza las cuentas azulgranas desde las elecciones del 2021 por el momento no es partidaria de reconocer los 100 millones presentados en la Liga como un ingreso computable de repente en este ejercicio 2024-25. Los auditores observan que los asientos que se han vendido en Forta Advisors y New Era Visionary Group durante un máximo de 30 años todavía no son un activo real del club porque el Camp Nou sigue inmerso en un profundo proceso de remodelación, tal y como demuestra el hecho de que no reabrirá sus puertas hasta la próxima temporada debido a un evidente retraso en las obras.

100 millones, 58 millones o un prorrateo indeseado

El aval de Crowe a la venta de los asientos vip es perentorio antes del 31 de marzo, que es la fecha límite que tienen los clubs de la Liga para presentar el estado de sus cuentas con fecha 31 de diciembre. El club confía en que llegará a un entendimiento con la auditora para que acepte su criterio contable, que no es otro que computar los 100 millones de golpe este ejercicio aunque solo hayan entrado 58 en la caja y aunque respondan a un activo que no se puede explotar hasta que el Camp Nou reabre sus puertas. Si las dudas de Crowe no se desvanecen, el cálculo del fair play financiero puede verse afectado y el club podría devolver a la situación de exceso salarial de los últimos dos veranos. La afectación será menor si los auditores sólo validan los 58 millones percibidos. En cambio, tendrá efectos más severos si obligan al Barça a prorratear su dinero durante los años de vigencia del acuerdo que se va anunció el 16 de enero.

Después de volver a la 1/1 en virtud de la venta de los asientos vip que la Liga aceptó, el Barça ha renovado los contratos de Ronald Araujo, Pedri y Gavi. También ha hecho efectiva la ampliación automática de Iñigo Martínez. Sin embargo, en cuanto a Olmo y Víctor, vive pendiente de la resolución final del CSD, que decidirá sabiendo si Crowe valida total o parcialmente la operación de los asientos vip, que es la que el club aceleró a toda prisa para evitar que se quedaran sin ficha. Tres meses después de las morcillas en Jidah, Laporta continúa con deberes por hacer y con preguntas por responder.

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