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La lengua en el deporte

¿Hacer deporte en catalán en los gimnasios de Barcelona? Misión imposible

ERC pide al Ayuntamiento de Barcelona que garantice que los equipamientos públicos ofrezcan clases en catalán

Imagen de archivo de un gimnasio de Barcelona.
30/03/2025
4 min
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BarcelonaSi algún deporte te puede hacer sudar la panceta en Barcelona es el de intentar encontrar clases de gimnasio en catalán. En los centros deportivos municipales (CEM), que son instalaciones deportivas públicas, la apariencia es que el catalán es la lengua oficial (en los carteles, en la web y en las redes). Sin embargo, esta directriz no se traduce en las clases dirigidas. Laia hace bodypump en el CEM Joan Miró de la Nueva Izquierda del Eixample y certifica que "muchos profesores son catalanohablantes y saludan en catalán, pero las clases en general son en castellano, excepto natación con los pequeños". Si les preguntas por teléfono, la recepción primero responden que las clases son "en castellano", después rectifican diciendo que son "en catalán" y acaban ofreciendo pasar al castellano si alguien no lo entiende.

Lo mismo ocurre en otros centros. En ninguna parte se indica el idioma de las actividades, nadie supervisa al profesorado y las quejas caen en saco roto. Cinta ha presentado quejas al CEM Claror del Clot y al CEM Claror de Sagrada Família porque la inmensa mayoría de clases están en castellano, y nunca ha obtenido respuesta. Por teléfono, en cambio, también aseguran que todas las clases están en catalán, excepto si hay técnicos sustitutos. Núria lleva al bebé a natación en el CEM Cotxeres Borbó de Nou Barris, donde el profesor se adapta a las familias individualmente, pero la clase grupal es en castellano.

Pau ha sido socio en diferentes etapas del CEM Aiguajoc de Sant Antoni y no recuerda "ni una sola clase en catalán". "Dicen buen día y adiós, y en medio todo está en castellano; quizás muy de vez en cuando alguna expresión es en catalán". Envió una queja al Ayuntamiento y la respuesta que les dio la empresa fue que las clases ya estaban en catalán. "Hicieron caso del adjudicatario que, lógicamente, es parte interesada. Nadie supervisa a las empresas", lamenta Pau.

¿Qué deben hacer los centros?

"Los gimnasios municipales tienen la obligación de ofrecer clases en catalán. Las empresas concesionarias deben ofrecer como mínimo la mitad de sus servicios en catalán y el cliente debe tener la posibilidad de elegir la lengua, y esto no se está cumpliendo", defiende Xavier Dengra, coordinador de Empresa y Consumo de Plataforma por la Llen del reglamento, como tampoco lo hace la Agència Catalana del Consum. Plataforma per la Llengua recibió el año pasado 39 quejas de centros públicos y privados en Catalunya, diez de las cuales eran de equipamientos municipales, como el CEM Putxet, Ciutadella, Joan Miró y Sagrada Família.

Este viernes, ERC ha presentado un ruego en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona para que el gobierno municipal incluya cláusulas de lengua en la gestión de los centros deportivos municipales, como marca el Reglamento Municipal de Uso de la Lengua Catalana (RULC). Piden que los trabajadores conozcan el catalán y que al menos las actividades se realicen en catalán "para respetar los derechos lingüísticos de los catalanohablantes", según el concejal Jordi Castellana. El alcalde Collboni afirmaba que ya existe esta cláusula y que comparte el diagnóstico de ERC: "Es necesario que el catalán sea una realidad en el día a día y en el uso habitual en los gimnasios de la ciudad". Sin embargo, no aclaraba cómo fiscalizará el cumplimiento de los contratos.

Los centros privados, que en su mayoría son grandes cadenas, según la ley de política lingüística y el código de consumo, sólo tienen la obligación de ofrecer la información en catalán, pero no las clases dirigidas. "El profesor debe entenderte pero no debe responderte en catalán", aclara Dengra, aunque muchos gimnasios ni siquiera cumplen los mínimos de rotulación. Plataforma ha denunciado la cadena Basic-Fit a la Agència Catalana del Consum por ello. "Necesitamos que los consumidores se quejen, reclamen en el gimnasio clases en catalán y se den de baja con reembolso por este problema. Si no es así, no hay cambios", lamenta el coordinador de la Plataforma.

¿Un problema de las palabras?

Es cierto que siempre aparecen nuevos ejercicios y entrenamientos, a menudo con denominaciones procedentes del inglés (crossfit, bodypump, etc.), y la lengua debe ir detrás. Uno de los problemas desconocidos es que muchos técnicos de deporte se preparan las clases con paquetes que llegan de Australia, donde existen muchas empresas especializadas. "Son paquetes que llegan traducidos en castellano, por lo que muchos profesores es lo que trasladan a los clientes", afirma Dengra, quien propone que se traduzca esta información y que los profesores se forme en sensibilidad lingüística.

Pero el problema del catalán en los gimnasios no es, como podría parecer superficialmente, por el hecho de que no haya palabras que decir sentadillas o lungas en nuestra lengua –se traducen como sentadillas y tijeras– sino que "justamente no son populares estas palabras porque no se utiliza el catalán con normalidad en muchos contextos, como en los gimnasios, y esto hace que no se creen de forma natural formas propias", dice Joan Rebagliato, especialista en deporte del Termcat, el centro de terminología catalán. "El problema grande son los contextos de uso del catalán. En los gimnasios cuesta que el catalán entre y es muy importante conseguir que se hable catalán de manera natural, porque es un espacio claramente insertado en la cotidianidad de mucha gente", afirma el lingüista. "La salud, el deporte y el ocio son ámbitos clave porque son espacios de socialización en los que, si el catalán no está, pierde comida en el paisaje lingüístico de la ciudad", concluye Xavier Dengra.

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