8 excursiones para descubrir plantas aromáticas y medicinales

La Red del Parc de les Olors trabaja para fomentar un cultivo ecológico y sostenible de estos remedios herbales

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Una imagen del Parque de los Olores de Santa Eulàlia de Ronçana

BarcelonaSobre el beneficio de las plantas hay mucha literatura y mucha tradición. Madres y abuelas recurrían a plantas aromáticas y medicinales para hacer frente a un dolor de estómago o un resfriado, una sabiduría popular que era muy habitual en los hogares catalanes, especialmente de pueblo. En los jardines era innegociable cultivar plantas para cocinar, para hacer infusiones o para perfumar los cajones de ropa, una tradición popular que, desgraciadamente, se ha ido perdiendo con el paso de los años. Por no hablar de la figura de las trementinaires, oficio que algunas mujeres ejercieron en zonas como el valle de la Vansa y Tuixent –donde un museo las recuerda– gracias al conocimiento que tenían de las plantas, de sus virtudes medicinales y de los procesos de elaboración de remedios ancestrales adquiridos por transmisión oral. Un nombre que deben a la trementina, el remedio que más popularidad les dio. Hoy, sin embargo, pocos sabemos que en el campo o en nuestros jardines podemos tener el mejor botiquín para hacer frente a pequeñas afecciones leves o la mejor despensa para hacer más deliciosos nuestros platos.

Con el objetivo de poner en valor este patrimonio natural se creó la Red del Parc de les Olors, un órgano que se dedica a crear, gestionar y dinamizar una cincuentena de espacios ajardinados -algunos solo abren por temporadas- con el objetivo de fomentar la agricultura ecológica. Son espacios que a menudo habían quedado abandonados y que se están recuperando con la intención de promover un cultivo ecológico y sostenible. Al frente de esta iniciativa está Pilar Comes, fundadora del Parc de les Olors que hace más de una década que se dedica a divulgar las bondades de estas plantas. "Un parque de los olores es un espacio agroecológico especializado en el cultivo y la divulgación de las plantas aromáticas, culinarias y medicinales", explica, y precisa que tratan "de estructurar un sector de cultivo de las PAM en Catalunya". "Entendemos que es la cuarta pata de la agricultura mediterránea complementaria a los cereales, la viña y el olivo. A la vez, ponemos en valor las especies autóctonas y la creación de productos eco dirigidos tanto a la industria como a los consumidores", añade.

La floración en el Parc de les Olors de Santa Eulàlia de Ronçana.

La Red del Parc de les Olors nació en 2009, como apunta Comas, "a instancias de los mismos visitantes que participaban en las visitas guiadas que se hacían en el Parc de les Olors de la Vall de Ros", el proyecto piloto que hizo en su casa. "Poco a poco el proyecto personal se fue convirtiendo en un proyecto colectivo", dice. El objetivo es extender la Red por todo el país para favorecer "una alternativa viable tanto económicamente como ambientalmente para el campo catalán y extender la gestión agroecológica de los espacios agrarios para convertirlos también en espacios sociales y saludables".

Visitando un parque de los olores podemos aprender "el valor del mundo vegetal en general y de las PAM en particular", insiste Pilar Comes. Además, conoceremos un modelo de gestión del espacio agrario sostenible y con aportación de mucha biodiversidad. "Y cómo podemos cuidar nuestra salud mediante la fitoterapia y muchas maneras de aplicar las virtudes de las plantas medicinales", añade. En estos espacios se trabaja con un centenar de especies, y entre un 10% y un 20% varían en función de la zona donde está ubicado el parque, teniendo en cuenta las especies autóctonas de cada territorio. Y es que la personalidad del responsable de cada parque y el territorio donde se ubica condicionan cómo es cada uno de estos parques.

Oportunidad de negocio

En cada parque se cultivan una gran variedad de plantas aromáticas y medicinales (PAM), de manera ecológica y programada. Junto con la industria del territorio, las PAM se procesan para conseguir todo tipo de productos, que se venden en la agrotienda de cada parque, en los centros colaboradores de la Red y en la tienda en línea. Además, en estos espacios también se organizan actividades de divulgación y promoción de las plantas. Como explica Pilar Comes, fundadora del proyecto Parc de les Olors, "en el modelo de negocio del Parc de les Olors se complementa el cultivo con la elaboración de productos y con la venta directa en la agrotienda, además de tener un programa educativo muy potente y un programa de experiencias dirigidas al público en general que se concentra sobre todo en los fines de semana". "Con todas estas actividades se garantiza la viabilidad económica del proyecto, a pesar de que esto también depende del tamaño de la finca y de la inversión que se aplique en su desarrollo. La idea completa del modelo se puede ver actualmente a la central de la Red, en el Parc de les Olors del Serrat", añade.

Lavanda, tomillo, laurel, hinojo, hierba luisa, menta, melisa, romero... La lista de remedios herbales es larga. Si las queréis conocer y queréis profundizar en sus propiedades, podéis empezar haciendo ruta por algunos de los Parcs de les Olors del país.

1.

El Serrat. Santa Eulàlia de Ronçana (Vallès Oriental)

El primer domingo de cada mes os invitan a disfrutar de un paseo guiado por el Parc de les Olors del Serrat, una experiencia que os permitirá tocar, oler y conocer las propiedades de las plantas aromáticas y medicinales. Aparte, disponen de tienda y organizan talleres especializados, como de aromaterapia y perfumes.

Un detalle del Parque.
2.

Parc de Linyola. Linyola (Alt Urgell)

Está situado en los terrenos de una antigua tejería del pueblo, la Bòbila del Xifré, y los campos que lo rodean. El Parque dispone de unos 6.000 m² de área ajardinada y tiene unas vistas hacia el sur que permiten contemplar el paisaje característico del Pla d'Urgell: una llanura prácticamente continua, con relevos muy suaves y horizontes rectilíneos, y con una de las puestas de sol más espectaculares de Catalunya.

3.

Prat de Sala. Vilaller (Alta Ribagorça)

Una finca propia de la montaña pirenaica catalana, con un poco de bosque y unos bancales de prado envueltas por vegetación espontánea que hacen de valla natural. El jardín visitable y productivo se ha situado en el bancal más bajo, que también es el más grande. Con el diseño que se ha hecho del jardín se ha intentado hacer una intervención mínima en el paisaje.

Uno de los espacios del Parc de les Olors de Prat de Sala.
4.

Parc de les Olors de Taradell. Taradell (Osona)

Es el primer parque semiurbano de la Red. Este parque tiene la peculiaridad de que no está situado en un solo espacio, sino que está repartido por diferentes lugares del municipio. Es un proyecto promovido por el Ayuntamiento de Taradell con el objetivo de recuperar el barballó (Lavandula latifolia), una planta muy emblemática del municipio.

5.

Parc de Búger. Búger (Mallorca)

En este pequeño pueblo a la falda de la sierra de Tramuntana encontramos este parque, que apuesta por compartir, experimentar y divulgar el potencial y la sabiduría de las plantas tinctoriales, aromáticas y medicinales, así como la etnobotánica y la cultura que las rodea. La obtención de aceites esenciales e hidrolados es su especialidad.

6.

Parc de les Olors de Sant Marçal. Castellet i la Gornal (Alt Penedès)

Un espacio donde los visitantes pueden observar, tocar y oler las más de 30 especies de plantas medicinales, culinarias y aromáticas y árboles de la zona del Alt Penedès. Disponen de varios espacios donde hacen visitas guiadas, talleres y actividades para todos los públicos. De entre estos espacios destaca el camino terapéutico, donde se pueden sentir –a través de las terminaciones nerviosas de los pies– diferentes texturas como barro, arena, piedras, troncos, plantas, agua, etc. Es un circuito para trabajar el equilibrio, activar la circulación y, después, sentir un descanso total en los pies.

7.

Parc de Celrà-Girona. Celrà (Gironès)

Ofrece un entorno diseñado para poder descubrir el mundo de las plantas aromáticas y medicinales de diferentes maneras, según las necesidades de cada grupo de visitantes. Adaptan las visitas y los talleres a diferentes edades. Rodeando el jardín visitable hay el camino terapéutico, que está formado de diferentes materiales naturales y con diferentes texturas. El visitante tendrá la opción de hacer el recorrido calzado o descalzo. Con esta última opción, podrá sentir los efectos similares a los masajes de la reflexoterapia podal.

8.

Parc de les Olors de Claret. Torà (Segarra)

El parque dispone de un jardín visitable donde ofrecen una visita guiada para conocer todas las especies del parque, tocarlas, olerlas y saber las propiedades. Está formado por parterres circulares inspirados en un patrimonio histórico del pueblo. Esta área está destinada a hacer una parada dentro de un programa turístico, visitas escolares, familiares… Combinándolo con talleres y otras actividades. En la parte grande del campo hay el área de cultivo, donde se cultivan las hierbas y hortalizas con las cuales se cocina en el restaurante, y a partir de las cuales se elaboran los productos que encontraréis en su agrotienda. 

Una de las actividades del Parc de les Olors Claret.
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