Simone Biles y el jersey de 10.000 cristales de Swarovski
La ropa deportiva con la que ha competido la medallista olímpica es la más cara de la historia de la gimnasia
BarcelonaSimone Biles ha hecho brillar París con unos ejercicios que le han hecho merecedora de la medalla de oro. La expectación por ver lo que suponía el regreso del atleta a los Juegos Olímpicos –después de que hace tres años abandonara los Juegos de Tokio para priorizar la salud mental por delante de un potencial recital de medallas con su nombre– ha sido gigante . En la primera exhibición del domingo las gradas se convirtieron en un set de Hollywood, con la presencia de estrellas como Tom Cruise, Ariana Grande, Snoop Dogg, John Legend o Nick Jonas, y este martes la presencia de caras conocidas no sido una excepción.
Pero ellos no han sido los únicos que han querido ser partícipes del triunfo del atleta de Ohio en el pabellón de Bercy. La firma de joyas Swarovski ha aprovechado la oportunidad para añadir aún más brillo y glamour a la excelencia deportiva de Biles siendo la empresa encargada de crear los maillots con los que la gimnasta y todo el equipo estadounidense compiten en los Juegos.
El conjunto con el que se ha colgado este martes la medalla de oro llevaba nada menos que 9.929 cristales cortados por la firma austríaca. La proeza estilística también es de campeonato: gran parte de los brillantes de los jerseys elaborados para cada una de las atletas que representan a Estados Unidos se han incrustado a mano. Así pues, entre las cinco atletas llevaban casi 50.000 cristales de Swarovski, en un diseño creado por la empresa GK Elite que pretendía homenajear a la equipación que llevó el equipo estadounidense en 1996.
En el caso del jersey lucido el domingo, Swarovski preparó un vestido de seis mil cristales cortados y que lleva por nombre Star Spangled Shine. Esta obra de artesanía, diseñada también por GK Elite, tiene un valor de 3.000 dólares, el más caro de la historia de la gimnasia.
La colaboración entre GK Elite y Swarovski ha sido clave para conseguir crear esta prenda deportiva única sin comprometer la comodidad y la elasticidad necesaria para ejecutar todos los movimientos de las deportistas olímpicas. Pese a los 6.000 cristales incrustados en el diseño del domingo, el jersey tan sólo pesa 360 gramos, una característica clave en estas competiciones.