Salud

¿Qué hacer si me pica un pez araña? ¿Y si tengo un corte de digestión? Manual de supervivencia para las vacaciones

Algunas dolencias veraniegas, generalmente leves, pueden convertir unos días de fiesta y alegría en momentos desagradables

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Una mujer con las marcas del bañador después de tomar el sol.

BarcelonaAunque durante las vacaciones no queremos ni pensar en enfermarnos o ir a la consulta médica, es una época con cierta proliferación de algunas enfermedades, generalmente leves, pero que pueden convertir unos días de fiesta y alegría en momentos desagradables.

El doctor Ignacio Pascual, médico de familia del CAP de Palafrugell, especifica que "todas ellas tienen diferentes grados de gravedad y, aunque la mayoría son leves, no podemos despreciar ninguna". "Por su gravedad, el golpe de calor puede ser el más severo, así como la deshidratación y algunas reacciones alérgicas", afirma. Por esta razón, hemos preparado una lista de los principales problemas con los que nos podemos encontrar durante este período y qué formas tenemos de prevenirlas y combatirlas.

Problemas por el sol y las altas temperaturas

1. Deshidratación

Tiene lugar cuando nuestro cuerpo no recibe el líquido necesario para realizar las funciones básicas y esenciales para la vida. Aunque podemos sufrirla en cualquier momento del año, el verano es uno de los momentos más delicados. Perdemos agua a través del sudor, del lagrimal, de la orina y de las heces, y hay que reponerla a lo largo del día. Los síntomas pueden ser leves, como tener sed o sentir la boca seca; graves, como la confusión o los desmayos, y severos, puesto que puede llegar a provocar la muerte. Para prevenirla debemos tomar líquidos durante todo el día y, en especial, prestar mucha atención a que los niños y las personas mayores se hidraten adecuadamente.

El agua es básica para combatir los golpes de calor

2. Golpe de calor

Sucede cuando, aunque nuestro organismo tiene unos mecanismos para regular la temperatura corporal, ésta sobrepasa los límites saludables, ya sea por estar expuestos durante demasiado rato a temperaturas altas sin beber la cantidad de líquido necesaria o bien cuando hacemos ejercicio físico en condiciones de altas temperaturas. Los síntomas también pueden ser leves, como mareo o dolor de cabeza; pueden complicarse con dolor muscular, vómitos o náuseas, o ser muy graves, cuando la temperatura corporal sobrepasa los 40 °C y tenemos somnolencia marcada o convulsiones. Es necesario acudir al médico en caso de síntomas graves.

Hay que evitar hacer ejercicio físico en condiciones de extremo calor y humedad, evitar salir en las horas de mayor insolación, ventilar bien la casa y beber suficiente líquido.   

3. Quemaduras por el sol

Son una inflamación de la piel debido a la exposición prolongada al sol sin la protección adecuada. La piel, a medida que avanza el verano, va ganando bronceado, que nos protege del sol, pero, aun así, es necesario tomar medidas de protección tanto empleando ropa y sombreros como con la aplicación de crema solar de buena calidad. Las quemaduras pueden presentarse tanto en forma de un tono muy rojo de la piel que provoca irritación y dolor como en forma de ampollas. Es importante retirarse del sol, ponerse en sitios frescos y tratar la piel siguiendo los consejos de un profesional.

Problemas para el contacto con el agua

1. Hongos en los pies

Aparecen cuando caminamos descalzos de forma repetida en condiciones de humedad y altas temperaturas. Los síntomas acostumbran a ser leves, como picor, enrojecimiento, descamaciones de la zona o sensación de ardor, y se pueden tratar con cremas de uso tópico, aunque si se complica habrá que utilizar fármacos bajo la supervisión de un profesional de la salud.

Para evitarlos, debemos mantener los pies limpios y secos; evitar compartir zapatos, calcetines o productos de higiene; ventilar bien los zapatos; evitar andar descalzos en lugares públicos, y visitar el podólogo en caso necesario.

2. Cistitis

Es una infección de orina, "casi exclusiva de la mujer", afirma el doctor Pascual, que viene dada, generalmente, por la humedad de la ropa interior o del bañador, que disminuye las defensas naturales. Se da a conocer por una orina oscura o con sangre, con fuerte olor, febrícula, presión en la parte baja del abdomen o la espalda y mucha necesidad de orinar en todo momento. La higiene de la zona íntima es primordial, así como mantenerla seca. En caso de no mejorar, será necesaria la visita de un sanitario.

Una mujer con dolor de oreja

3. Otitis

Es una infección e inflamación de alguna de las partes principales de la oreja. "Sobre todo la padecen los niños", especifica el doctor Pascual, y es el resultado de la acción de bacterias, muy generalmente por contacto con el agua o la humedad constante. Suele iniciarse con escozor en el conducto auditivo, pero generalmente causa dolor. También puede provocar enrojecimiento o inflamación externa de la oreja, secreción de líquido blanquecino o amarillento, sensación de tener la oreja tapada o no sentirse bien. En el caso de los bebés, es necesario estar alerta cuando están más irritables, se tocan y se estiran mucho la oreja, tienen fiebre y presentan problemas para comer, beber y dormir. Es importante que los niños tengan las vacunas al día, secarse bien las orejas con la toalla, inclinar la cabeza a un lado y otro después del baño y utilizar tapones de protección en caso necesario.

Un hombre refrescando en una ducha en la playa

4. Corte de digestión

Tiene lugar cuando el cuerpo entra en contacto con agua fría de forma rápida, especialmente después de una comida, y se producen cambios en la presión arterial y cardíaca que pueden causar mareo, náuseas, malestar o incluso pérdida del conocimiento o un infarto. Lo que se complica cuando la persona se encuentra dentro del agua, porque tiene un alto riesgo de ahogarse. Para prevenirlos es necesario dejar pasar unas dos horas antes de bañarnos después de una comida copiosa.

Intoxicaciones alimentarias

En este grupo hay que tener en cuenta las gastroenteritis, por lo general por intoxicación o, más concretamente, otras como la salmonela, cuando alimentos como las aves, los huevos, la carne de vaca o algunas frutas y verduras no han sido manipulados adecuadamente. Puede provocar fiebre, diarrea, dolor de cabeza, cólicos, náuseas y vómitos, y los síntomas pueden durar entre cuatro y siete días aproximadamente. Es necesario realizar un tratamiento adecuado de los alimentos, limpiar bien frutas y verduras y no romper las cadenas de frío de los alimentos.

Dentro de este grupo "no podemos obviar las intoxicaciones etílicas por alcohol que, año tras año, van ganando peso y nos preocupan mucho porque provocan traumatismos y accidentes graves", afirma el doctor Pascual.

Problemas de salud relacionados con el contacto con animales

En este grupo hay que tener en cuenta las reacciones alérgicas causadas por picaduras de mosquito, de medusas y "entre los sanitarios también tenemos muy en cuenta las provocadas por los pinchos de erizos y pescado araña", explica en doctor Pascual. Habrá que tratarlas de forma individualizada dependiendo de la reacción alérgica de cada persona. Desde tratamientos cutáneos hasta intervenciones médicas más complejas.

¿Cómo prevenir las enfermedades?

El doctor Pascual insiste en que "muchas de estas enfermedades se pueden prevenir si tenemos unas mínimas rutinas, como son el lavado de manos frecuente, fotoprotección con cremas, sombrero y evitar las horas centrales del día, el uso de calzado adecuado y no sobrevalorarnos a la hora de realizar deporte si no estamos habituados, así como minimizar el consumo de alcohol".

El sentido común debe prevalecer a la hora de acudir a los centros de salud. "Unos primeros cuidados en casa pueden resolver gran parte de pequeñas heridas y picaduras. En la fiebre y la diarrea hay que darles un poco de tiempo para ver si es episódico o no. Si acudimos al primer síntoma, muchas veces esto no permite todavía orientar bien el problema, pero una excesiva demora puede complicarnos mucho la evolución. Lo que está claro es que, si queda alguna duda de la gravedad, aconsejamos siempre pedir consejo sanitario”, especifica el doctor Pascual, que finalmente concluye con dos. apreciaciones muy importantes: "En primer lugar, es necesario recordar que las enfermeras tienen competencias y capacidad para resolver la mayoría de estos problemas de salud y hay que confiar en ellas y, en segundo lugar, que muchas de las consultas que recibimos son por la demanda de medicación habitual que los pacientes se han olvidado durante las vacaciones.

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