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Sant Pau, de hospital pionero en recinto arquitectónico de referencia

El Recinto Modernista de Sant Pau celebra su décimo aniversario en pleno proceso de recuperación de la obra de Domènech i Montaner

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Entrada en el recinto modernista de Sant Pau

BarcelonaCoincidiendo en el tiempo con la gran transformación urbanística de Barcelona, ​​en 1902 se empezaron a construir los pabellones del nuevo Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, obra magna del arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner, que realizó una intensa investigación , estudiando diferentes modelos hospitalarios europeos y estadounidenses, hasta llegar a este diseño único que resultó una gran contribución a la historia de la medicina. El hospital empezó a funcionar en 1917 y lo inauguró el rey Alfonso XIII, el 16 de enero de 1930, y aunque Domènech dibujó un proyecto formado por 48 edificios, finalmente sólo una docena siguieron el proyecto original modernista.

Desde entonces, aquel recinto pasó a convertirse en un referente asistencial de la ciudad, y durante más de 90 años funcionó como Hospital de la Santa Cruz y San Pablo. Fue en 2009 cuando se produjo el traslado a un nuevo edificio y empezó el proceso de recuperación del recinto, con un importante proyecto de rehabilitación de los pabellones modernistas, para recuperar su valor patrimonial y artístico. Durante 5 años se realizó una primera intervención que permitió inaugurar el Recinto Modernista con seis pabellones rehabilitados. Josep Tardà, director de comunicación y relaciones institucionales de la Fundación Privada Hospital de Santa Cruz y San Pablo, explica: "Hoy el recinto sigue siendo un espacio vivo, abierto a la ciudad, y eso lo hemos conseguido con unos usos que tienen poco a ver con la actividad asistencial que este hospital modernista acogió durante más de 90 años. Pero es importante que, como el antiguo hospital, siga teniendo una centralidad para la ciudad. Por eso algunas de las actividades que impulsamos están pensadas para a la ciudadanía de Barcelona y, sobre todo, para la gente de los barrios que rodean al recinto".

Las vistas de los diversos pabellones del Recinto Modernista

En los últimos 10 años, la actividad del Recinto Modernista se ha enfocado hacia cuatro grandes ámbitos de actuación: "Por un lado, acogemos organizaciones de gran impacto social en los ámbitos de la salud, la innovación, la cultura o la sostenibilidad. Además, tenemos la línea de promoción turística, con un modelo que apuesta mucho más por la calidad que por la cantidad, así como la actividad vinculada al alquiler de espacios que nos ayuda a posicionarnos. línea que se complementa con la propia de actividades, con conferencias, conciertos, jornadas o exposiciones que están pensadas para el público local. Una actividad, ésta última, que nos permite mantener y asegurar la relación con la ciudadanía". El último puntal es el apoyo de la Fundación, propietaria del recinto, a la actividad asistencial e investigadora de Sant Pau y la promoción de diferentes iniciativas sociales y acciones de apoyo a colectivos en situación de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social.

Recuperar un patrimonio único

En el marco de recuperación de un patrimonio que cuenta con el reconocimiento como Patrimonio Mundial de la Unesco, en estos últimos años se han rehabilitado 8 de los 12 pabellones modernistas. "Y en estos momentos estamos rehabilitando el noveno, el pabellón de la Purísima. Aparte, ya está prevista también la rehabilitación del pabellón de Montserrat", indican desde el Recinte Modernista. El objetivo es rehabilitarlo todo, pero el trabajo se va haciendo "a medida que vayamos resolviendo el tema de la financiación, ya que no debemos olvidar que somos una institución privada y hablamos de una inversión muy importante", dice el director de comunicación de la Fundación. Ahora bien, Tardà reconoce que la rehabilitación de estos dos últimos –los pabellones Sant Rafael y Carme– tampoco es una prioridad: "San Rafael acoge la recreación histórica de cómo era una sala de enfermos y hay que decir que nos gusta poder mostrarlo con las heridas del paso del tiempo. Y el pabellón del Carmen ya forma parte de la visita y aunque no se pueda acceder más allá de un punto, nos permite ver cómo estaban los pabellones antes de la recuperación. Y debo decir que es interesante que la gente pueda verlo así y compararlo con los otros pabellones rehabilitados, ya que así toman conciencia de lo que ha implicado el trabajo de recuperación”.

Un momento de las tareas de restauración de uno de los pabellones

Un trabajo que se ha hecho con mucho cuidado y siguiendo los planos originales de Domènech y Montaner, lo que les ha permitido ser muy fieles a su obra. Aparte, se han urbanizado los espacios exteriores del recinto, se han recuperado los túneles subterráneos que conectan las diferentes instalaciones y se ha renovado la climatización apostando por una energía sostenible, la geotérmica. Una tarea en la que han estado implicados 72 equipos de arquitectos, 27 despachos de ingeniería, 108 empresas constructoras y 22 empresas restauradoras.

Camino para correr

En cuanto a los retos de futuro, los responsables del recinto reconocen que el camino a seguir ahora pasa "para continuar con el trabajo que hemos estado haciendo y conseguir un equilibrio entre los cuatro usos que comentábamos: turismo, actividades, reuniones y eventos, y la actividad de organizaciones residentes en el recinto", que hoy son ocho con cerca de 450 trabajadores. Como dice Tardà: "De la misma manera que el hospital se dedicaba a curar a las personas, a través de la actividad de estas instituciones y organismos que tienen su sede en el recinto, intentamos velar por el bienestar de la ciudad y de la sociedad". En este punto, remarca que todo lo que se recauda en el Recinto Modernista se revierte en la recuperación y mantenimiento del mismo patrimonio arquitectónico o bien en la acción en favor de la salud y la investigación que se realiza desde el Hospital de Sant Pau y en varios programas de acción social. En relación a la asistencia de visitantes, el director de comunicación y relaciones institucionales de la Fundación Privada Hospital de Santa Cruz y San Pablo asegura que para ellos es "importantísimo evitar la masificación y buscar un turismo de calidad": "Tenemos mucho claro que el modelo Sant Pau no puede estar basado sólo en el turismo, por eso filtramos las propuestas que no tienen encaje en nuestro proyecto".

Un momento del traslado hacia el nuevo hospital

Para celebrar estos 10 años, el recinto modernista ha previsto diversas actividades, entre las que destacan dos exposiciones. En el pabellón de la Purísima, con el exterior recientemente rehabilitado y el interior asegurado con redes, desde este mes de julio se podrán ver unos paneles expositivos con una selección de imágenes de los últimos días de actividad del hospital y de los dos días del traslado al nuevo edificio. Ya de cara a septiembre, coincidiendo con las Fiestas de la Mercè, se abrirá una segunda exposición en la que se mostrará todo el trabajo de rehabilitación que se ha hecho en estos 15 años con una ficha de cada actuación. Aparte, trabajan en diferentes proyectos nuevos que quieren mejorar la oferta expositiva y de espacios. Así, "la parte superior del pabellón de la Purísima será un espacio polivalente que formará parte del recorrido de la vista y que contará con una pantalla gigante donde proyectaremos contenidos que darán valor añadido a la visita, ya sea profundizando más en la parte histórica o explicando, por ejemplo, cómo estamos gestionando desde el punto de vista medioambiental el Recinto Modernista", dice. También están trabajando para poder ofrecer una experiencia inmersiva que podría pasar por recrear la montaña pelada en el momento en que se empezó a construir el hospital modernista; "una recreación que puede ayudar a entender desde el punto de vista histórico lo que se hizo en este espacio a principios del siglo XX", concluye Josep Tardà.

10 años en cifras

En estos 10 años, el Recinto Modernista ha recibido cerca de dos millones y medio de visitantes, se han realizado 200.000 visitas guiadas, 118.000 visitas escolares y cerca de 1.300 consultas en el Archivo Histórico del Hospital. El recinto dispone de 4 espacios expositivos y ha acogido 9 exposiciones temporales, más de 260 conciertos, una veintena de espectáculos de danza y teatro, siete mapeos en la fachada principal y tres espectáculos de Navidad por los que han pasado casi 600.000 asistentes. En relación a las procedencias de los visitantes, los de Cataluña representaron un 17,6% del total. El 5,6% correspondió a los visitantes del resto de España y el 76,8% a otros países. De los turistas internacionales, los franceses, que representaron el 8% del total, fueron los más numerosos, seguidos por los visitantes procedentes de Estados Unidos (6,8%), de Alemania (5,8%) e Italia (4, 5%).

Un detalle de uno de los pabellones del recinto modernista de Sant Pau
Sol y aire para mejorar la salud

En el archivo del hospital se guarda la memoria que hizo Lluís Domènech i Montaner, donde estudió hasta 200 modelos hospitalarios que tuvo de referencia para su proyecto. De todo este estudio surgió un diseño que priorizó que los pabellones estuvieran orientados al sol, con un patio delantero para recibir el sol en invierno y detrás de un patio de verano en la sombra. Una distribución de espacios que buscaba que se pudieran aislar a los enfermos y sanear el ambiente. Por eso es tan relevante el gran trabajo que hizo para garantizar una buena ventilación y que los pabellones estén unidos por pasillos subterráneos, pero con ventilación e iluminación naturales. La experiencia acabó demostrando que ese ambiente que ideó mejoró bastante la evolución de los enfermos.

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