África

Final de etapa en Suráfrica: el partido de Mandela tendrá que buscar aliados para gobernar

El Congreso Nacional Africano obtiene un 40% de los votos, el peor resultado de su historia

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Sudafricanos en un asentamiento en Alexandra, Johannesburgo.

JohannesburgCon casi todas las papeletas escrutadas en Sudáfrica, el partido de Nelson Mandela, el Congreso Nacional Africano (CNA), ha obtenido los peores resultados de su historia: poco más de 40% de los votos. Es una situación inédita desde la llegada de la democracia al país, en 1994: la CNA nunca había descendido del 50% de los votos. "La gente está cansada. También los negros. Mandela les trajo la libertad, pero nada más. Tras él, todos los gobiernos del CNA no han hecho más que hundir al país", opina Lynn, guía turística en el noroeste del país. Ella es blanca, pero su opinión no es minoritaria. "Demasiado líderes de quienes nos llevaron la libertad pensaban que eso era todo lo que tenían que hacer y no evolucionaron hacia las luchas actuales: se volvieron complacientes y arrogantes", reconoce el Thabang Zulu. Su madre formaba parte de la guerrilla uMkhonto we Sizwe (La Lanza de la Nación), fundada por Mandela, y fue asesinada por el régimen del apartheid.

Pese a ganar en las urnas, la pérdida de la mayoría obligará al actual presidente de Suráfrica y líder del CNA, Cyril Ramaphosa, a pactar con otros partidos. Según el analista del think tank sudafricano Social Research Foundation (SRF) Gabriel Makin, los resultados obtenidos en las elecciones del 29 de mayo –quince puntos por debajo de los obtenidos en las últimas elecciones– dejan pocas opciones al partido: o se alía con los liberales de Aliança Democrática (AD), mayoritariamente blancos, o con los marxistas del Economic Freedom Fighters (EFF), fundados por un antiguo miembro del CNA, Julius Malema. Para Makin, el acuerdo más plausible sería con AD, ya que "EFF y CNA pescan en el mismo estanque" en cuanto a los votantes, y porque ambos partidos difieren en cuestiones fundamentales. "Básicamente, la EFF está dispuesto a nacionalizar grandes empresas, y el CNA no", explica el experto.

Un pacto con AD (que ha obtenido un 21,71% de los votos)Sin embargo, tampoco sería sencillo. AD es el principal partido de la oposición y el oponente tradicional del partido liderado por Ramaphosa. Según Makin, esta alianza sería "mucho más plausible" si AD no entrara en el gobierno, y se limitara a apoyar al CNA en el Parlamento, aunque no descarta una "coalición tradicional" o un gobierno de unidad nacional como el que se formó después de las primeras elecciones democráticas. "Pero no creo que AD quiera", opina el analista. Una tercera opción sería un acuerdo entre Ramaphosa y el MK, el partido liderado por el expresidente y antiguo líder de la CNA, Jacob Zuma. El MK, cuyas siglas remiten al uMkhonto we Sizwe de Mandela, ha obtenido cerca del 15% de los votos, que darían una mayoría holgada al CNA. Pero Zuma es un enemigo acérrimo de Ramaphosa, puesto que fue expulsado del CNA por corrupción y no ha podido presentarse a las elecciones por decisión judicial.

Los motivos de la derrota

Este complejo escenario llega en un momento de crisis para Suráfrica, que explica la caída en las urnas del CNA. Los resultados apuntan a que el partido del gobierno ha perdido la confianza de sus electores tradicionales, especialmente de los jóvenes, que no vivieron el apartheid y se enfrentan a un 45,5% de paro. En cifras generales, el desempleo en Sudáfrica afecta al 32,9% de la población activa, el peor dato en dos décadas. El país sufre también un elevado índice de criminalidad, ha vivido sonados casos de corrupción en el seno del CNA, experimentó continuos cortes de luz durante buena parte de 2023 y tiene la mayor desigualdad de ingresos del mundo. En el 2022, un sudafricano blanco ganaba, de media, unos 1.180 euros al mes, mientras que un ciudadano negro ganaba unos 267. Menos de una cuarta parte. Todo ello ha resultado ser el caldo de cultivo perfecto para una derrota electoral histórica.

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