Alemania anuncia que negociará directamente con Rusia para comprar dosis de la Sputnik V
La compra solo se haría efectiva si la vacuna recibe la autorización de la EMA
SabadellEl ministro de Salud alemán, Jens Spahn, tiene intención de negociar directamente con el laboratorio ruso Gamaleia, fabricante de la vacuna Sputnik V, para comprar dosis de este producto contra el covid-19. Ahora bien, la compra solo se haría efectiva si previamente la vacuna recibe la autorización de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
En una entrevista este jueves a la emisora WDR-5, Spahn ha ido un paso más allá de lo que había dicho hace tres semanas, cuando valoró positivamente la opción de comprar unidades de la Sputnik V incluso al margen de la Unión Europea, y ha anunciado que efectivamente tiene la intención de iniciar estos contactos bilaterales. De hecho, asegura que ya lo comunicó al resto de ministros de Salud de la UE durante la reunión que mantuvieron este miércoles.
Según avanzó Reuters el miércoles por la noche y ha confirmado Spahn en la entrevista, en este encuentro la Comisión Europea hizo saber a los representantes de los estados que desde Bruselas no se prevé iniciar conversaciones con Rusia orientadas a la compra de la Sputnik V, como sí se ha hecho con proveedores de otras vacunas contra el covid-19. Después de este anuncio, Spahn indicó que Alemania sí lo haría, por su cuenta.
Dos condiciones
El ministro ha dejado claro que la condición indispensable para que estas vacunas acaben sirviendo para inmunizar a ciudadanos alemanes es que la EMA les haya dado el visto bueno. Y por eso, ha dicho, "Rusia tiene que suministrar datos" que permitan al regulador europeo analizar correctamente la eficacia de la vacuna y sus posibles efectos secundarios. Gamaleia todavía no ha solicitado formalmente la autorización a la EMA, pero a principios de marzo la agencia ya empezó a evaluar la Sputnik V de cara a una posible autorización, y hace dos semanas anunció que preveía enviar a expertos a las plantas y laboratorios donde se ha desarrollado y se fabrica la vacuna para recopilar más datos para este análisis.
La otra cuestión clave, según Spahn, son los plazos. "Para que [la Sputnik V] tenga realmente algún impacto sobre nuestra situación actual, la entrega se tendría que hacer entre los próximos dos y cuatro o cinco meses. En caso contrario, ya tenemos, de una forma o de otra, vacunas más que suficientes", ha avisado. Por eso, dice, antes de firmar ningún acuerdo de compra pedirá que Rusia asuma un compromiso sobre "cuándo y en qué cantidad concreta" la vacuna podría llegar a Alemania.
Precisamente este miércoles el primer ministro de Baviera, Markus Söder, había anunciado la firma de un preacuerdo con las autoridades rusas por la compra de 2,5 millones de unidades de la vacuna Sputnik V, condicionado también a la aprobación del producto por parte de la EMA.
El precedente húngaro
A pesar de que las autoridades europeas todavía no han validado la vacuna rusa, Hungría ya hace tiempo que decidió hacer camino al margen de Bruselas en esta cuestión y autorizar el uso de la Sputnik V en su territorio. Esto conlleva que las autoridades húngaras tendrían que asumir toda la responsabilidad en caso de que haya algún problema derivado del uso de la vacuna, pero a la vez ha permitido que este país sea ahora mismo el segundo de toda la UE (solo por detrás de Malta) con una proporción más alta de vacunas administradas: se han inyectado 38,16 dosis por cada 100 habitantes.
Alemania, en cambio, está en la parte baja de este ranking, con 18,41 vacunas administradas por cada 100 habitantes, y las autoridades han tenido que encajar críticas por la lentitud del proceso de inmunización de la población. La media de la Unión es de 19,09 dosis por 100 habitantes, y España, por ejemplo, se sitúa en 20,01, según las cifras recogidas por el portal Our World in Data.
La semana pasada Austria anunció que estaba ultimando la compra de un millón de dosis de la Sputnik V, y Eslovaquia recibió dos millones a principios de marzo, a pesar de que sus autoridades sanitarias todavía no la han aprobado. Otros países de la UE, como Chipre y la República Checa, también se han mostrado interesados en adquirirla. La vacuna ya se está usando en Rusia, en varios países asiáticos, africanos y latinoamericanos, y también en Europa, en lugares como Serbia (que va claramente por delante de la UE en ritmo de vacunación, con 39,49 dosis por cada 100 habitantes), Bielorrusia o Bosnia y Herzegovina.