Japón, Australia y Corea del Sur llaman también a Biden, mientras que Rusia, China y Brasil esperan

El presidente electo nombra como jefe del gabinete al coordinador de la respuesta al Ébola en 2014

Sònia Sánchez
4 min
Joe Biden en una foto d'arxiu amb Ron Klain, a qui ha nomenat cap de gabinet de la Casa Blanca.

BarcelonaHan pasado cinco días desde que Joe Biden fue proclamado presidente electo de los Estados Unidos, y Donald Trump sigue sin admitir la derrota. Pero los principales líderes políticos extranjeros parecen confiar más que Trump en el sistema electoral norteamericano y no han esperado a saber el resultado de la batalla legal del presidente para llamar a Biden y ofrecerse a trabajar con él. Esto ha sucedido a pesar de que el todavía secretario de Estado y jefe de la diplomacia norteamericana, Mike Pompeo, insistiera el martes en pronosticar un "segundo mandato de Trump".

Este jueves, Biden ha hablado por teléfono con el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, líder de un país con el que Donald Trump ha mantenido una fuerte alianza. También ha recibido llamadas del presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y del primer ministro de Australia, Scott Morrison.

Las felicitaciones a Biden le llovieron a través de las redes sociales desde el mismo sábado, con representantes de países como Canadá, Colombia, Irak, India y también España, entre otros muchos. A principios de semana, Biden habló por teléfono con el presidente de Francia, Emmanuel Macron; la cancillera alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, Boris Johnson, y el taoiseach de Irlanda, Michael Martin.

Entre los que han reconocido públicamente la victoria de Biden también hay aliados de Trump como el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.

En cambio, los líderes de China y Rusia han evitado hasta ahora felicitar a Biden y tanto un gobierno como el otro se han referido a las batallas legales abiertas por el recuento de votos para argumentar su espera, igual que lo ha hecho el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. En Brasil, Jair Bolsonaro también sigue sin reconocer la victoria de Biden, a pesar de que el presidente de la Cámara de los diputados brasileña sí lo ha hecho.

Aliados clave en Asia-Pacífico

Ahora bien, tres aliados clave de los Estados Unidos en Asia-Pacífico, como son Japón, Corea del Sur y Australia, sí han llamado a Biden para felicitarlo y para empezar a trabajar con la nueva administración.

"El presidente electo Biden ha dicho que espera fortalecer la alianza de los Estados Unidos con el Japón y trabajar juntos por un Indo-Pacífico libre y abierto", ha explicado Suga a los periodistas este jueves. Su predecesor hasta hace pocos meses, Shinzo Abe, había sido uno de los estrechos colaboradores de Trump en la región, manteniendo la alianza tradicional de los dos países a pesar de los acercamientos del todavía presidente a Corea del Norte, que ha continuado haciendo tests de misiles sobre el mar de Japón, y a pesar de sus intentos de cuadruplicar la factura de Tokio por las bases militares norteamericanas en el país.

En su conversación con Moon Jae-in, Biden ha reafirmado el compromiso de los Estados Unidos en la defensa de Corea del Sur, un país que ha calificado "de eje central de la seguridad y prosperidad en la región Indo-Pacífica", según lo que ha explicado el portavoz del gobierno surcoreano, Kang Min-seok. "El presidente Moon le ha pedido una cooperación estrecha para desarrollar la alianza bilateral y para la desnuclearización y la paz en la península Coreana", y "Biden ha asegurado que cooperaría para intentar resolver el tema nuclear en Corea del Norte", ha añadido el portavoz.

El presidente Trump y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, celebraron dos cumbres y un encuentro informal para tratar de pactar la desnuclearización de la Península, pero después del fracaso del segundo encuentro, en el Vietnam, las conversaciones se estancaron. Durante el diálogo, de hecho, Trump se manifestó dispuesto a parar las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur para conseguir el acuerdo con Kim Jong-un, e incluso se planteó retirar todas sus fuerzas de la región, en contra de la opinión de sus propios asesores y de los intereses de Seúl.

En su llamada, Biden habría dicho que no piensa reunirse con Kim Jong-un si no es con condiciones previas, pero que se suma al "principio de la diplomacia" para tratar las cuestiones de la región. Igual que Japón, Corea del Sur confía también en que Biden ponga fin a la negociación iniciada por Trump, que reclamaba en Seúl hasta cinco veces más dinero para mantener sus tropas en la Península.

Por su parte, el primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha explicado que también había hablado con Biden de estrechar la colaboración en asuntos como las tecnologías de reducción de emisiones contaminantes, entre otras cuestiones.

Los nuevos reconocimientos internacionales llegan después de que los aliados tradicionales de Washington dieran el primer paso. Canadá, Francia, Alemania, el Reino Unido e Irlanda concedieron la victoria a Biden con llamadas de felicitación ya a principios de semana. Con ellos, el presidente electo se comprometió a fortalecer la alianza del país con la OTAN y también con la lucha contra el cambio climático, y revertir así la tendencia de la administración Trump.

Biden sigue sacando adelante el proceso de transición a pesar de que la Casa Blanca todavía no le ha dado luz verde formal, y este mismo miércoles al atardecer nombraba uno de los cargos más importantes del gobierno, el de jefe de gabinete de la Casa Blanca. Será Ron Klain, que fue su jefe de gabinete entre el 2008 y el 2011, cuando Biden era vicepresidente de Obama.

Klain también fue jefe de gabinete del vicepresidente Al Gore, para el cual trabajó también como abogado principal en su batalla por el recuento electoral contra George W. Bush en 2000. Klain también es conocido por haber sido el líder del dispositivo contra el Ébola durante la administración de Barack Obama, y ha trabajado en varias campañas demócratas, incluso con el propio Joe Biden en los años 80 y en la del 2008.

"La profunda y variada experiencia y la capacidad de Ron Klain para trabajar con gente de todo el espectro político es precisamente lo que necesito en un jefe de gabinete de la Casa Blanca cuando afrontamos este momento de crisis y pretendemos unir de nuevo este país", ha dicho Biden en un tuit.

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